Fundado el 9 de febrero de 2020
LUIS FERNANDO CARDONA
Director Fundador

ActualidadPEREIRA CUMPLIRÁ 500 AÑOS DE FUNDADA

PEREIRA CUMPLIRÁ 500 AÑOS DE FUNDADA

 

Faltan solamente quince años para que Pereira cumpla cinco siglos de existencia. Fue fundada el 9 de agosto de 1540 —en nombre del marqués Francisco Pizarro— por el mariscal Jorge Robledo, quien venía desde Cali con órdenes precisas de afianzar el control territorial en territorio de la Provincia Quimbaya y lo hizo en tierras ocupadas por el cacique Consotá, a orillas del río Otún.

Con el nombre de Cartago, la urbe creció poblada principalmente por españoles, pero agobiada por incursiones bélicas periódicas de los indios pijaos contra los pobladores y contra los indígenas Quimbayas que habitaban las áreas aledañas. Pedro Cieza de León —en sus crónicas del Perú— relata, después de su estadía en estas tierras, las enormes riquezas que había en oro, la espléndida explotación de las minas de sal y la existencia desde tiempos remotos de los grandes asentamientos de los indios Quimbayas que en número de mil quinientos acompañaron el nacimiento de la ciudad. Afirmó que «el temple de la provincia es muy sano, donde los españoles viven mucho y con pocas enfermedades, ni con frío ni con calor».

Luego de permanecer por 150 años en el sitio original de su fundación, los hacendados de Cartago solicitaron autorización para trasladarse al valle del río La Vieja con los argumentos de la facilidad de explotación de aquellas «sabanas», el descenso de la población indígena y la disminución en la captación de oro, entre otros. El 21 de abril de 1691, ciento seis (106) vecinos de la ciudad liderados por Manuel de Castro y Mendoza, cura y vicario, se trasladan a su actual ubicación después de pagar por los terrenos a dos familias, los Bueno de Sancho y los Yuste, como antiguos poseedores de los mismos.

Pero el asentamiento original no murió. En las tierras donde estuvo Cartago continuaron viviendo los últimos sobrevivientes de los Quimbayas con algunos otros trabajadores de los mismos hacendados de Cartago. El poblado tomó diferentes nombres como Pindaná de los Zerillos, la Aldea de la Paz y Nuestra Señora de las Nieves dependiendo del territorio ocupado que por tiempos variaba entre Cerritos, la Vieja Cartago y los cerros de Canceles y el Mirador. Continuaron llegando otros colonos, especialmente antioqueños, en busca de tierras o huyendo de las guerras y engrosaron poco a poco la población que aquí vivía. El asentamiento cambió entonces de nombre —en el siglo XIX— a Villa de Robledo en reconocimiento a su fundador.

En 1859, los vecinos de este villorrio, lograron la adjudicación de 8000 fanegadas por parte del gobierno nacional, pero al fallecer el ilustre cartagüeño José Francisco Pereira Martínez —adjudicatario también de varios baldíos—, sus herederos y algunos hacendados de la nueva Cartago se afanaron por oficializar la fundación de una nueva ciudad para cumplir con los mandatos legales.

Liderados por el padre Remigio Antonio Cañarte celebraron, once días después una misa fundacional el 30 de agosto de 1863 y rebautizaron el asentamiento con el nombre de «Cartago Viejo», pero seis años después, en medio de disputas legales por los terrenos y con evidentes intereses económicos la bautizaron de nuevo con el apellido de Guillermo, hijo del fallecido dirigente y heredero de la concesión.

Todas estas escaramuzas contribuyeron a la consolidación administrativa de tal manera que en 1870 el gobierno nacional entregó otras 12000 hectáreas de baldíos y le otorgó a Pereira el carácter de municipio.

Cartago, la nueva, celebra su fundación como si fuera en 1540 a pesar de haber nacido en 1691 —allí donde se encuentra actualmente— mientras Pereira sucumbió al «mito» de haber nacido en 1863 en vez de reconocer su verdadera realidad: la fundó Jorge Robledo en 1540.

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