La idea de libertad que promueve el poder supremacista usando democracia arrasada es impunidad total.
El pirómano de la justicia hoy es la carta que juega el régimen de impunidad que se tomó el Estado fallido con la máscara de redención en hombros del crimen electoral.
Pirómanos, el síndrome de Nerón el de las memorias del imperio romano está en ebullición en el desquiciamiento del poder depredador de democracia contra todo vestigio de desmantelamiento de sus privilegios y patente de corso para hacer más grande su embudo concentrador del producto bruto, irracional, inhumano. Ésa locura es irreversible.
Hay que rostizar la voluntad de la resistencia por derechos y libertades vulnerables que en sus intentos de democracia libre se atrevan contra los intereses de los dueños de todo. Formalizar, normalizar el Estado fallido decretado cuarenta años atrás por la economía del mercado que nos lleva donde vamos en todos los hemisferios, occidente, oriente, norte y sur. Sin retorno.
Todo lo que intente frenar el desarrollo económico libre de contención por resistencias ecosociales y humanistas por tratar de preservar derechos y libertades en delirios de igualdad, equidad, vida digna para todos, embelecos socialistas de comunistas queriendo parar el paraíso de los ricos y su inversión libre sin barreras impositivas ni controles de nada. El capital a sus anchas es el dios del régimen global cero restricciones.
Recordar que en Estados Unidos el capital libre concentrado financia la democracia electoral con sus campañas de glamour y engaño mediático a cambio de nada, excepto que no los toquen, que los ignoren a la hora de aplicar la ley con justicia y que los dejen hacer lo que quieran. Apenas éso. Por ello uno de sus apóstoles quiere recuperar la Casa Blanca para lo cual ya pidió inmunidad total que permita cualquier delito criminal de Estado sin consecuencias para el presidente del régimen. Llegará a imponer sus condiciones e intereses después de haber intentado defenestrar al poder legislativo en la asonada de enero 2020. Tiempo de pirómanos desquiciados.
En Colombia en llamas, el pirómano del momento con ropaje judicial acusatorio que en dos semanas estará quemado como todo muñeco usado, anda desquiciado vociferando en las tribunas del poder contra el gobierno que amenaza su impunidad. Es el último impune de la saga de impunidad estrenada en 2002, con disfraz de redención del Estado fallido por cuenta de tres gobiernos neoliberales innegables desde 1990, que siguen ahí como fantasmas defendiendo su impunidad.
El régimen de la mayor época de impunidad, corrupción y violencia de Estado a la luz del día, ante los ojos de todos y con la vitrina nunca antes vista con la omnipresencia de la sociedad digital, se extiende durante 22 años en su misión de incendiar el aparato público y desmonte del Estado Social de Derecho. A sus anchas se tomó bajo control todas las ramas del poder público, todo el aparato estatal y hoy con un pirómano chabacán grotesco, patético, busca incinerar la poca reputación y legitimidad que incendió de manera sistemática en la justicia durante todo ése proceso de impunidad que sube del 94%. La coartada es pulverizar el intento de un gobierno popular de izquierda para revalidar la normalidad de esos cinco gobiernos de impunidad. Ése es el incendio mimetizado en la abrasadora sequía del niño. No van a parar hasta recuperar el control de ley para su imperio de impunidad. La gente pareció obedecer en las urnas en octubre 2023.
Como en fase terminal la humanidad vuelve a la fuerza brutal de las tiranías en su delirio de poder arrasador de las vulnerabilidades que insistan en reclamar derechos e igualdad ante quienes controlan los instrumentos de sometimiento con violencia y eliminación de toda resistencia. El mensaje de los símbolos de sometimiento desde las cárceles de El Salvador es nítido y excitante para la turbamulta que clama venganza, ajusticiamiento, linchamiento, limpieza social. Recordar la escena de Barrabás y Pilatos en Jesucristo.
La gente, la ciudadanía en democracia electoral manipulada, finalmente dirá cuál verdugo prefiere. Casos a la vista por todas partes. Pirómanos e impunidad a la orden del día. ¿Irremediable?.
Opinión Acto Editorial escrito por Hernando Ayala M Periodista Mail disnnet@gmail.com