Por OSCAR ALZATE GÓMEZ
Después de varios intentos por materializar la denominada reforma de la Ley del Deporte Colombiana (Ley 181 de 1995), podemos asegurar que le llegó la hora.
El ex medallista de oro (squash), en Juegos Nacionales 2004, Ernesto Lucena hoy Ministro del Deporte, tal vez quedará en la historia, pues le tocó la transición de Departamento Administrativo (Coldeportes) al de Mindeportes en el 2019, y para cerrar con moñona tiene todas las posibilidades de efectuar la publicitada reforma en el presente año.
La historia dice que en el 2015 fue radicada la fallida reforma por el entonces director de Coldeportes Andrés Botero, y al año siguiente cerca a la apertura de los Juegos Olímpicos de Río 2016, la actual gobernadora del Valle, Clara Luz Roldán, titular en el momento, permitió su sepultura.
Recuerdo que uno de los detonantes en el Honorable Congreso fue un artículo que permitía que los clubes profesionales se conformaran como S.A.S. (Sociedad por Acciones Simplificadas), y el polémico Carlos González Puche, director ejecutivo de Acolfutpro, que es igual al sindicato de los futbolistas de Colombia, se atravesó y volvió trizas el proyecto.
Actualmente la iniciativa legislativa vive otro capítulo y la historia es diferente, desde que llegó Lucena a su cargo a finales del 2018 comenzó a trabajar en la confección de la nueva Ley del Deporte, y recientemente la sacó a la luz pública para su socialización y discusión antes de radicarla en el Congreso y con la expectativa de que será aprobada antes de que termine el año.
Lógicamente, el proyecto tuvo todo tipo de reparos y hasta colectivos de profesionales del deporte y política pública, congresistas y partidos políticos, presentaron sus aportes, a fin de que sea aprobada una ley bien completa y que llene todas las expectativas.
Se llevaron a cabo varias mesas de trabajo a saber: Observatorio de Arbitraje, Universidad Pedagógica para debatir el rol de la educación física, F.C.F. Acolfutpro, sector asociado convencional, sector asociado paralímpico, instituciones de Educación Superior, Acord Colombia, y funcionarios y contratistas del Ministerio del Deporte.
Como dice la introducción del Proyecto de Ley “Es indiscutible que Colombia, en los últimos 25 años, ha tenido un significativo avance en materia de deporte, lo cual se evidencia en los logros alcanzados por nuestros atletas en el ámbito internacional”. No es para menos, actualmente Colombia está en la casilla 23, del ranking mundial, tras tres medallas de oro, dos de plata y tres de bronce en los últimos Juegos Olímpicos de Río.
Recientemente el Ministerio organizó una serie de foros virtuales por regiones, en aras de otorgar la oportunidad de escuchar todo tipo de inquietudes, propuestas y reparos, que sirvieron como insumos para aterrizar un proyecto bien integral.
Tuve la oportunidad de estar en el Foro que le correspondió a Risaralda, y me llamó la atención lo expresado por el propio Ministro en cuanto a las novedades y bondades que tendría la futura Ley.
Habló de un nuevo programa denominado Talentos Colombia de 8 a 18 años queriendo decir que se apropiarán recursos para descubrir y subsidiar en el país desde temprana edad los futuros campeones; añadió que prepararán a los deportistas con atención psicosocial para contribuir con la etapa de su retiro luego de 20 o más años de estar dedicados solo al deporte, entrenamientos y disciplina.
Sobre el tema de los futbolistas profesionales que ha sido tan cuestionado, atendiendo la pluralidad de fallos de tutela, quedará dentro de su normatividad que sin contrato no hay derechos deportivos, arrojando como consecuencia qué si el futbolista no quiere firmar, inmediatamente quedará libre.
Frente a los clubes profesionales, la reforma será muy drástica, pues se les exigirá informe ante Mindeportes de listados de accionistas, contratos, transferencias, derechos deportivos, eventuales sanciones, condenas, así como también se deben registrar en la cámara del comercio, mejor dicho, un control total.
Las juntas directivas de los organismos deportivos solo tendrán una reelección para evitar el caciquismo de años en el poder, y todos los organismos deportivos deberán sacar la personería jurídica obligatoriamente. Actualmente hay dos reelecciones.
Acord Colombia ha liderado incansablemente la batalla a fin de que la prensa deportiva quede dentro de su articulado y el Sistema Nacional del Deporte, así como también el gremio de los jueces o árbitros que son vitales dentro del ecosistema deportivo, podrían ser incorporados; tanto la prensa como los árbitros dependen del empujoncito de los congresistas dentro de los debates, pues no quedaron dentro del proyecto.
Otro punto que me llamó la atención tiene que ver con los Reconocimientos Deportivos que deben obtener todos los organismos del deporte por cinco años, por lo menos para las ligas deportivas ya no los otorgará más Mindeportes, y en su lugar esa tarea quedará a cargo de las respectivas gobernaciones, es un gran alivio por la eterna demora.
Para cerrar con moñona la Ley exigirá que dentro de los estatutos de las respectivas federaciones se deberá asegurar un mínimo del 30% de la participación femenina entre afiliados y órgano de administración. Fedefútbol será bien damnificada.
En fin, la reforma tiene bondades de todo tipo, el objetivo principal, es modernizar la legislación deportiva conforme a los parámetros internacionales, en materia de deporte, recreación, actividad física y por supuesto el aprovechamiento del tiempo libre. Sin lugar a dudas será una Ley mucho más integral y “abrochadora”.
La comunidad del deporte exige a gritos la aprobación juiciosa por parte del Congreso, por el bien del deporte colombiano, que sin lugar a dudas se ha convertido en el mejor embajador a través del mundo.
Ya fue radicado el proyecto y el trámite comenzará por la Comisión Séptima del Senado.
¡Amanecerá y veremos!