Sífilis, la enfermedad silenciosa

Por Eduardo Montoya Pérez

Hace unas semanas me escribió un amigo de México. Cinco años de relación con su pareja. Hace poco se recuperó de Covid 19 y desde unas días atrás notó algo extraño en la uretra de su pene.

¿Síntomas? Ningunos, ni dolor, ni ardor, sólo una úlcera que viene creciendo.

–Hola Edu, quiero pedirte ayuda.

-Hola, claro dime, ¿para qué soy bueno?.

–Fíjate que me salió algo extraño en la puntita de la uretra, estoy muy aburrido porqué no sé qué puede ser, yo hace poco tuve coronavirus pero ya estoy recuperado, ¿será que tiene que ver con eso?.

Quizás suelo ser algo directo y le pregunté: Amigo, por casualidad has tenido relaciones genitales sin protección. A lo que me respondió: «Si, pero sólo con mi pareja, con la que llevo ya 5 años». Y añadió: Edu, es algo súper pequeño, pero desde hace días viene creciendo y me da miedo.

Él quiso especular en que de pronto era papiloma humano, yo sólo expectante frente a lo qué me refería, me dijo: «Alcancé a sacarme una foto, ¿te lo puedo mostrar?» En efecto me llegó, y sólo pensé ‘eso tiene cara de Sífilis primaria’.

Obviamente médico no soy, pero no es la primera vez que he visto esto. Ya aquí en Pereira varios amigos los han sido diagnosticados y han recibido tratamiento, lo que pasa es que casi no se habla del tema y parece que las campañas de promoción de la salud y prevención de la enfermedad están más enfocadas a prevenir el VIH/Sida.

Llamé a dos amigas médicas y les mandé las fotos, las dos coincidieron en mi diagnóstico, según ellas es un «chancro sifilítico». Entre tanto, continuaba mi conversación con él, en donde ya le había dicho pidiera una cita médica y que fuera en pareja para que recibieran tratamiento.

A mi amigo le tumbaron de tajada la imagen que tenía de su pareja, se enteraba, de manera dolorosa, que su novio de 5 años había sido infiel y que no usó protección y por ende no lo cuidó, de inmediato le llamó y el otro chico soltó la sopa asumiendo la culpa de la situación.

Parece que es muy recurrente que se nos olvida usar el condón. ¿Será que perdimos el miedo a una infección de trasmisión sexual?, ¿será que el cuidado del otro pasó a otro plano?, ¿será que nos pueden más las ganas y el momento?.

Al menos, la sífilis recibe tratamiento y se supera de alguna manera con penicilina y antibióticos, pero hay otras enfermedades como el papiloma, que sigue contigo para el resto de tu vida, en las mujeres desarrolla cáncer de útero y en los hombres de lengua, garganta o anal; el herpes, que estará contigo siempre y, sin duda alguna, el VIH, que si bien ya es una enfermedad que tiene unos excelentes estándares de tratamiento, también estará contigo toda la vida.

Esta es una realidad no sólo de México, es la realidad nuestra de Colombia y Pereira, donde el placer y las relaciones genitales «apelo o bareback» (sin uso del condón) se convierten en la moda que está disparando las cifras de infecciones en nuestros jóvenes, amigos y familiares.

Ahora bien, todos debemos asumir la responsabilidad del autocuidado. Sí sé que vivo con alguna de estas infecciones, debo proteger a los demás con el uso del preservativo como la barrera más efectiva contra éstas. No teman realizarse las pruebas periódicamente, el sistema de salud está en la obligación de hacerlas y brindar el tratamiento, de ser positivas.

Dato Final:

Aunque con temor, mi amigo acudió al sistema de salud en su país de residencia, donde le ordenaron un examen serológico, el cual salió positivo, ya comenzó a recibir tratamiento, pero decidió terminar su relación sentimental.