Un gran amigo columnista regional escribió: “Cuando un líder viene hacia abajo, no hay barranco que lo ataje”. Estoy de acuerdo. Sin embargo, creo que estaba equivocado de líder: Petro subió al 44% de popularidad, lo que me hace pensar que el dicho popular debe referirse mejor al presidente de los Estados Unidos Donald Trump.
La excelente periodista Cristina de la Torre escribió: “A todo Goliat le sale tarde o temprano su David. Con una paliza electoral a los republicanos en Nueva York, New Jersey y California, estalla la rebelión contra el rey-tirano y amenaza con cambiar la relación de fuerzas en el Congreso en elecciones de mitaca este 2026. Hechos rodeados de movilizaciones de la ciudadanía en la calle de 2.700 ciudades”.
Más adelante señala Cristina de la Torre: “Un ciclón amenaza el horizonte; un socialista democrático de origen africano y musulmán acaba de ganar las elecciones a la alcaldía en Nueva York. Zohran Mamdani se llama, en su discurso de victoria dijo que Nueva York será gobernada por un migrante. Dos demócratas se hicieron también a las gobernaciones de Virginia y New Jersey, y California aprobó un proyecto que reordena los distritos electorales, de modo que podrá esperar cinco curules más en el senado”.
Parece que, al líder más importante del mundo, por estar interviniendo para ayudar a los lacayos locales a tumbar gobiernos democráticos como el de Colombia, apenas se está enterando que su propia casa se le está incendiando. Y es que no es para menos si tenemos en cuenta la serie de medidas equivocadas en contra de la mayoría de los estadounidenses que a un ritmo acelerado se están empobreciendo. Apenas se esta dando cuenta que todas esas políticas en contra de los inmigrantes son en buena parte las responsables del alza en los precios de los alimentos, y en la pérdida de las cosechas en el campo.
Tampoco le están funcionando esas alzas y amenazas de aranceles a los países que se resisten a aplaudir tanta arbitrariedad materializada en los recortes de presupuestos orientados a atender la población más vulnerable. Para los que siguen creyendo en que el presidente Trump es un ser humano que levita y que es mejor no hacerlo enojar porque nunca se sabe como va a reaccionar en contra de los intereses del país, es mejor que empiecen a asimilar que este señor Trump como persona no es buen aliado. Tanta amenaza y tanta bravuconada está quedando al descubierto, tanto que en su propio país Estados Unidos le están perdiendo el miedo. Inclusive, en su mismo partido republicano ya empiezan a presentarse fisuras hasta tal punto que no le aprueban todo a pupitrazos.
Este héroe de barro que los lacayos colombianos lo consideraban hasta hace poco tiempo como un ser superior, incorpóreo y de fina levitación, empiezan a desconfiar de sus cualidades y capacidades. Poco a poco a nivel mundial los principales lideres le van perdiendo el miedo y lo retan para que eche atrás el alza de aranceles y otras políticas internacionales, como en el caso de seguir asesinando y bombardeando lanchas en el mar caribe y en el pacífico, como si se tratara de exitosos entrenamientos de la marina, y no como verdaderos asesinatos extrajudiciales. Como dice mi amigo el columnista: Va en caída libre. No lo ataja nadie. A él, a Trump.
JAIRO ARANGO GAVIRIA
Noviembre 2025