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LUIS FERNANDO CARDONA
Director Fundador

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UNA MIRADA CONTEXTUAL Y/O SOCIOCULTURAL DE LA EXPOSICIÓN «TRAYECTOS» DE CARLOS ALBERTO HOYOS MORALES

 

La exposición Trayectos, presentada en la Facultad de Bellas Artes y Humanidades de la Universidad Tecnológica de Pereira – UTP, se inscribe en un contexto sociocultural que trasciende la simple exhibición estética. Su instalación en un edificio cuya propia historia ha estado marcada por desplazamientos que convierte este espacio en un símbolo de resistencia, reconstrucción y persistencia cultural. Así, el recorrido por los pasillos grises no solo enmarca la obra, sino que la sitúa en un entramado donde la memoria institucional dialoga con la memoria creativa del maestro Hoyos.

La retrospectiva adquiere un sentido particular en una ciudad como Pereira, cuyo crecimiento urbano y social ha estado profundamente atravesado por migraciones internas, cambios económicos y tensiones identitarias propias del eje cafetero y es en este escenario, las obras del maestro: grabados, collages, pinturas, polípticos, libros de arte y ensamblajes se convierten en dispositivos visuales que encarnan esa movilidad constante: trayectos físicos, trayectos emocionales y trayectos culturales. La variedad de técnicas y lenguajes no es solo una exploración formal, sino una respuesta a un contexto donde la diversidad cultural es norma y la transformación es constante.

 

 

Los tonos tierra, las texturas orgánicas y las imágenes íntimas evocan un arraigo territorial vinculado al paisaje, al ser humano a sus encuentros cotidianos. La referencia a fibras que recuerdan la caña de azúcar, tan común en el Valle del Cauca, sugiere una memoria campesina y obrera, arquitectónica y mutua, que atraviesa al artista y a gran parte de la vida que transita por la universidad.

Los libros cubiertos con estas texturas se cargan entonces de una simbología sociocultural: el conocimiento como fruto de la tierra, la cultura como alimento, la educación como proceso vivo y no como letra muerta. Este gesto estético es especialmente significativo dentro de una institución pública, cuyo rol es democratizar el saber en una región históricamente marcada por desigualdades.

 

En el pequeño políptico de ventanas ocre y verde esmeralda amarradas con piola, aparece con un guiño a la arquitectura doméstica de los pueblos del eje cafetero, un legado visual profundamente enraizado en la identidad regional. La presencia de la prenda infantil camiseta, encaje, pequeño traje alude a la memoria intergeneracional, a los afectos familiares y a la persistencia de lo íntimo dentro de un país que ha atravesado conflictos prolongados, desplazamientos forzados y fracturas sociales. La inocencia representada no es ingenua: es una resistencia simbólica frente a la dureza de la historia nacional.

La mesa y las sillas vacías amplifican la interpretación social: espacios para el diálogo, para el encuentro, para los cuerpos que transitan, pero no siempre permanecen. Son metáforas del ausente, del espectador potencial, del estudiante o ciudadano que está llamado a ocupar su lugar en una reflexión colectiva. La obra tridimensional que simula un paisaje mitológico casi egipcio o griego, con su círculo dorado solar se sitúa como un diálogo universal, recordando que la creación local no es periférica, sino parte del mapa global del arte contemporáneo.

La exposición también refleja un desplazamiento epistemológico dentro del arte colombiano: del enfoque figurativo y regional tradicional hacia propuestas híbridas que integran caligrafía, abstracción, memoria precolombina y narrativas personales. Al hacer convivir una metáfora visual -la piel del jaguar- símbolo ancestral de poder y cosmovisión indígena, con expediciones marítimas evocadas en pinturas fluidas, Hoyos articula un discurso donde lo prehispánico, lo colonial y lo contemporáneo se entrelazan. Esta mezcla no solo reconoce la pluralidad étnica del país, sino que propone un diálogo intercultural donde no existen jerarquías entre los mundos.

En este sentido, Trayectos es más que una muestra retrospectiva: es una cartografía sociocultural. Su potencia radica en mostrar cómo un artista del eje cafetero logra sintetizar en su obra los procesos de movilidad, mestizaje, memoria y creación que han moldeado tanto a Pereira como al país. La exposición dialoga con la misión de la universidad pública como lugar de construcción colectiva del conocimiento, y evidencia la necesidad de que estos espacios se conviertan en escenarios vivos de creación, debate y reflexión crítica.

Finalmente, la innovación que atraviesa la muestra, y su tránsito entre técnicas, soportes y lenguajes, refleja un movimiento vital: el artista que muta, que se desplaza, que no se ancla en una sola forma de decir. Esa capacidad de transformación no solo es estética, sino también política en un país donde la rigidez ha generado exclusiones, violencias y silencios. La obra de Hoyos reivindica la libertad como principio creativo y humano, tal como lo advertía Gauguin “Una búsqueda existencial y artística: huir de la sociedad burguesa occidental y sus convenciones para encontrar un paraíso primitivo y auténtico.”

Trayectos no solo es un regalo para la universidad y la ciudad: es un recordatorio de que el arte, en su capacidad de imaginar mundos posibles, constituye una herramienta fundamental para comprender nuestra historia, cuestionar nuestro presente y proyectar futuros más humanos y más libres.

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