LUIS FERNANDO CARDONA G.
Quienes hemos visto, y en ocasiones compartido, la lucha que libran los escritores colombianos por dar a luz una obra literaria sabemos muy bien el significado de la palabra tenacidad.
Vivir de la palabra escrita en una sociedad que poco lee, es una verdadera quijotada.
Escribir un libro, luego de incontables noches de desvelo, sin esperar más recompensa que la de deleitar el espíritu del lector, requiere una vocación sinceramente apostólica.
Cual caballero de la triste figura, nuestro columnista y colega Fernando Ruiz ha arremetido contra molinos de viento para lograr ubicar en las estanterías de las principales librerías del país su segunda producción literaria. Se trata de Crónicas de Pantalón Largo.
En este segundo volumen (ya que el primero llevaba por título Crónicas de pantalón corto) se abordan historias de Pereira y Dosquebradas en las décadas de los años 70 y 80 cuando ya el autor había alargado pantalón. Bajar el ruedo al pantalón significaba de alguna manera, que a partir de ese momento los niños asumían nuevas responsabilidades que los acercaban a la edad adulta. En este libro se recrea la historia de muchos de nosotros a través de lugares comunes, los amigos del barrio, las aventuras amorosas de la juventud, el cine rotativo, el colegio y la angustia más grande de la época, que era ganar el año. Es decir, las pequeñas y grandes cosas que construyen la vida. Como dice Franklin Molano Gaona: «José Fernando disfruta volver a lo cotidiano. En cada una de sus páginas, hay una mirada puesta en el ayer. Primero las calles, esquinas, pasajes, personajes, conversaciones y momentos, es el viaje que resulta una fascinación y un encantamiento permanente».
Desde que vemos la carátula del libro (un mosaico de fotos de la época), nos anticipamos de alguna manera, a las historias que hay en su interior.
Crónicas de Pantalón Largo se constituye en una lectura amena para estos tiempos, en los que necesitamos reconciliarnos con la vida.
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Luis Fernando trae ese pantalón largo desde hace años, solo lo ensucian los sueños y por eso reluce como esos simbólicos que se derivan del denim y las aventuras de mineros, jóvenes y todas las edades. Fernando ha sido animador de amistad, presentador y entrevistador e impulsor. Los flecos de esos pantalones largos de su crónica nos traerán sorpresas, Será muy bueno leerlo.
Luis Fernando, muchas gracias por reseñar esta novedad.
De igual forma, le deseo muchos éxitos a José Fernando en este nuevo emprendimiento literario. Sus crónicas son menudas y frescas, y siempre dan en el punto. Un abrazo y enhorabuena.
Éxitos para José Fernando.