Por JOSÉ DANILO SALAZAR
Dos artículos recientes en el opinadero.com, me animaron a escribir de nuevo sobre la necesidad de proteger a nuestro planeta, espero no llover sobre mojado.
Sobre el día de la tierra, Humberto de la Calle en “El Espectador” , Domingo 25 de Abril del presente 2021, página 74, recuerda que en esa semana 101 líderes del mundo suscribieron un documento, para impulsar ante la Cumbre sobre el Clima la firma de un tratado para desmontar el uso de combustibles fósiles, y además poner fin a la expansión de la industria del petróleo, gas y carbón; las personalidades firmantes recordaron que si no se cumple el pacto de París, mantener el límite de temperatura de 1,5 grados centígrados, se corre el riesgo de ocasionar un calentamiento global con consecuencias catastróficas, según los firmantes del documento mencionado, no basta trabajar con energías alternativas “La industria de los combustibles fósiles sigue planificando nuevos proyectos (sobre petróleo, gas y carbón) que los bancos siguen financiando”, afirman los líderes mundiales que para 2030 se producirá un 120% más del volumen en el consumo de combustibles fósiles, lo que no será compatible con el intento de frenar el calentamiento global, por lo que, no solo se debe disminuir la demanda de combustibles fósiles, sino que además se debe atajar la oferta.
En el citado artículo, de la Calle dice que el presidente Biden se comprometió a reducir a la mitad la emisión de gases de efecto invernadero en su país en los próximos nueve años. “La sola noticia de que Estados Unidos se reincorpora a la lucha por la sostenibilidad del planeta, de la cual se había separado por obra de Trump, ya es un hecho trascendental”. Duque asistente a este acto se comprometió a reducir las emisiones en un 51% para el 2030 y lograr la carbono-neutralidad para el 2050.
Respecto al tema del cambio climático, el señor Onésimo Vásquez en “El opinadero.com” lunes 6 de Septiembre 2021, dice “ Un análisis en profundidad de las empresas líderes de combustibles fósiles; evaluando sus acciones reales y de compromiso con los ecosistemas planetarios, clasificándolas según sus resultados, políticas, divulgación: información y desinformación las deja muy mal paradas, en su responsabilidad con el desastre que se ve llegar con la transformación del clima en el mundo” , denuncia que además esas empresas promueven estudios que tergiversan la evidencia que muestra que el calentamiento global está ocurriendo y que es causado por el ser humano”. Concluye diciendo” No importa cuánto traten los interesados económicamente de encubrir la realidad, la evidencia no va a desaparecer”.
Cumplir con la promesa de carbono-neutralidad en el 2050, no es tan fácil, en artículo publicado por “El Espectador”, Domingo 4 de abril de 2021, páginas 12 y 13, titulado “¿cómo saber quién deforesto 2.000 hectáreas en Chiribiquete? Se dan a conocer los resultados de la “Operación Artemisa” que desde 2018 se había puesto en marcha como estrategia para frenar la tala ilegal, logrando recuperar 12.358 hectáreas de bosques, su foco de acción han sido 12 núcleos de deforestación activa en todo el país, 6 de ellos en la Amazonia. Infortunadamente en esa búsqueda han resultado enjuiciadas la comunidades locales, que dicen no tener ni tanto ganado ni tantas hectáreas como para ser considerados grandes ganaderos o deforestadores; los campesinos dueños de sus propias tierras comercializan ganado, a falta de otra forma de trabajar, las comunidades han construido carreteras y puestos de salud con sus ingresos, en un territorio abandonado por el estado.
Hay que tener en cuenta que en la década de 1960 hubo una colonización dirigida por el estado, se trasladaron familias de otras regiones otorgando créditos para ganados; en esa época la zona aún no había sido declarada parque nacional natural; en concepto de Diego Trujillo, ex procurador delegado para asuntos ambientales y agrarios “Al tratarse de áreas de especial importancia ecológica, no se puede aplicar la confianza legítima para legalizar la propiedad de la tierra, porque no se trata de terceros compradores de buena fe reclamando que fueron afectados en procesos de restitución. En los predios deforestados, señala, hay una especie de usurpación de tierras de la nación – que son imprescriptibles e inalienables- porque no hubo compra previa”. ¿Cómo pudo obtener tierras de baldíos nacionales el banquero Luis Carlos Sarmiento, dueño del grupo AVAL? Continúa el citado señor Trujillo: “con la salida de las Farc y la ausencia de control del suelo rural, en Colombia se dio una nueva toma violenta porque las tierras son botín de guerra. Son estratégicas para las economías ilegales (narcotráfico, minería, usurpadores de tierras y lavado de activos”.
Ante los operativos, campesinos e indígenas provenientes del Meta, Guaviare, Caquetá, Vaupés y Guainía llegaron a protestar a Bogotá, Según el artículo por “la manera como La fuerza pública está intentando recuperar la selva Amazónica que, tras la firma del acuerdo de paz, se convirtió en botín de los usurpadores de tierras. Desde que las Farc salieron de esos bosques la deforestación ha crecido a un ritmo vertiginoso: solo en 2017, un año después de poner en marcha el acuerdo, Colombia perdió 219.973 hectáreas de bosque”.
Aseguran los expertos en deforestación, que el verdadero problema es cómo se distribuye la tierra en Colombia. “La falta de abordaje del tema agrario integral deja como resultado la deforestación, pero la raíz está en la capacidad del estado en distribuir el acceso a la tierra y los derechos del bosque. No se trata del problema de un gobierno, eso es una deuda histórica. Por eso en los territorios tienen rabia; porque dicen: “ahora ustedes me dicen que yo no puedo tumbar este monte a la espera de un estado que nunca ha llegado” según palabras de uno de los campesinos.
En su artículo “La maldición de la riqueza”, “El Espectador” Domingo 28 de Febrero de 2021 página 56, el señor William Ospina recuerda que los sabios de la expedición botánica le prestaron atención a nuestras plantas “Porque ellas podían ser nuestra salvación o nuestra perdición” evoca todas las bonanzas que hemos tenido: quina, tabaco, café y coca, que han sido al mismo tiempo maldición y perdición, “Pero la diversidad de esta tierra, su profusión de formas y propiedades, ofrece una posibilidad de usos medicinales e industriales incalculables”. Infortunadamente, y sin ser profeta, soy escéptico, cosa que expresé en mi artículo “Las drogas ilícitas y el oro, la economía subterránea del país”, cuando hablando de la posibilidad del uso medicinal de la marihuana escribí: se dice que el eje cafetero tiene climas propicios para su cultivo, en los tres departamentos hay aprobadas cerca de 50 licencias para su uso médico e industrial, porque en nuestro país el uso recreativo de la marihuana es ilegal. Es decir, como siempre: nos quedamos con el pecado y sin el género.
Continua el señor Ospina “Hay quien dice que esta región del mundo ha sido castigada con la maldición de la riqueza. A veces no tener nada, o tener poco mueve a los países a esforzarse y crear; tener mucho suele mover más bien a la rapacidad y la discordia. Porque no bastan las riquezas: es necesario un sentido de la comunidad que les enseñe a las naciones el arte generoso de conocer y compartir”.
Hablando de la hoja de coca, dice Ospina que es la base de la más famosa industria legal y la mayor industria ilegal: coca cola y cocaína; por sus grandes virtudes “Unida a los saberes ancestrales, la ciencia podría diseñar miles de usos que la convirtieran de otro modo en uno de los fundamentos de nuestra economía. En cambio hemos permitido que esa riqueza natural se convierta en un factor de rapacidad y de locura, en un negocio que sacrifica sin cesar vidas humanas, víctimas de una guerra que no existiría si supiéramos agradecer los dones dela tierra y aprovecharlos con sabiduría y prudencia”. Según Melba Escobar, citada por Ospina “¿No sería una hermosa alegoría que fuese justamente la coca que le diera un giro a nuestra trágica historia?” Termina diciendo el señor Ospina “El destino ha puesto en nuestra tierra una riqueza asombrosa .Y a nuestros gobiernos, tan sumisos ante el mismo imperio que fue el primero en sacarle beneficios legales a esa planta, en vez de echar a andar miles de proyectos de investigación, centenares de industrias benéficas, lo único que se le ocurre es hacer llover veneno sobre ella”.
Con la misma desesperanza, se pronuncia Tatiana Acevedo en su artículo “pesticidas para plantaciones”, “El Espectador” Domingo 25 de Abril de 2021, página 76, al hablar de la declaración de la SAC pidiendo vía libre a la fumigación con glifosato dice que esa postura no debe sorprendernos “La agroindustria de la palma, como muchos monocultivos, usa pesticidas en cantidad, incluido el glifosato. Y porque industriales detrás de la palma quisieran seguirse ensanchando y si campesinos y poblaciones indígenas y afro-descendientes se ven obligados a moverse, tendrán más hectáreas a la vista”, continúa luego diciendo que hay riesgos de pensar en monocultivos, en palabras del instituto Humboldt “son ecosistemas uniformes que sustituyen los ecosistemas naturales y su diversidad, que tienen impactos sociales y ambientales negativos: decrece la producción de agua, se modifica la estructura y la composición de los suelos, se altera la abundancia de especies de fauna y flora, se pierde la base del sustento de la población nativa y en algunos casos se produce el desplazamiento de las comunidades negras, indígenas y campesinas de las diferentes regiones”.
Cómo se puede ver, en este tema “Una cosa piensa el burro, y otra el que lo está enjalmando”