La ciencia es una posibilidad de observar y desentrañar los prototipos naturales que rigen los estados, no solo del hombre, sino de cuanto elemento se suspende en el péndulo existencial. Asimismo, podría decirse que la filosofía es un primer paso para la indagación. El sujeto observador se encuentra frente a unidades dependientes y las congrega en hechos a través de su comprensión, esa realidad observada intenta explicarse por medio de preguntas, el asombro es fundamental para este primer paso. Según Bertrand Rusell en su libro Historia de la Filosofía, esta última puede determinarse como el arte del razonamiento sustentada nada menos que en los principios de la lógica, es un extenso campo fértil compartido por la religión y la ciencia. Esta definición genera peso frente al abandono de esta intuición humana, marginada por la avidez del consumo y su afán de progreso. Hay voces que perturban en el ambiente: ‘busca una carrera que tenga futuro, que pueda darte dinero’. A partir de lo anterior, surge una siguiente percepción en el aula: hay una apatía creciente por la investigación, las preguntas en clase se acabaron, muchos estudiantes tienen miedo para indagar, los jóvenes, en efecto, ya creen que la filosofía solo reposa en libros viejos que poco se abren. En medio de esta preocupación por avivar el pensamiento crítico, es válido el autocuestionamiento: ¿El docente facilita el nacimiento de la pregunta en clase? Si el pedagogo no incita a la creación de preguntas en sus interlocutores entonces no habrá filosofía y sin filosofía no puede establecerse un método científico, la razón: porque no hay curiosidad por el objeto. James Trefil en su libro De los átomos a los quarks argumenta: “Hay algo en el hombre que lo empuja a saber. Contempla el mundo y se hace preguntas ¿De qué está hecho? ¿Por qué existe? ¿Cómo funciona? Parte de este afán de conocimiento se expresa en la religión, parte en el arte y parte en la filosofía”. Esta última puede desembocar en el rigor científico, una vez el individuo comience a transformar su pensamiento ordinario.
Martha Cecilia, recuerdo por allá una clase del maestro Julián Serna, durante la maestría, su siguiente frase no textual: no deberíamos hablar de una filosofía, pues nos acostumbramos a la sustancia, sino de filosofías, cada individuo plantea su filosofía de acuerdo a sus mismas relaciones sociales.
Otro detalle. La lógica, en cuya base se sustenta la filosofía, (Rusell, 2009) aterriza su estudio y lo convierte en el arte del razonamiento. Esto tumba la idea corriente de que filosofar es estar entre las nubes.
Luis Fernando, la filosofía acude a la metafísica porque interroga la constitución del ser, su principio. Es imposible desligar este concepto porque con él nace y se construyen las formas de pensamiento. El papel de los académicos es abrir opciones, alternativas para lograr recuperar el asombro de los jóvenes por la misma realidad que los circunda, luego esbozarán metodologías científicas que impactarán la vida social.
Muy interesante el artículo, aunque claramente se be la falacia del hombre de paja. El pseudo problema de la filosofía contemporánea. Tenemos que dejar de ver a la filosofía como esa actividad metafísica, casi sobrenatural de preguntarse cosas trascendentales. La filosofía es la propedéutica de cualquier disciplina, de ahí que sea inherente a cualquier área del conocimiento.
Por último, la reflexión filosófica ya no está en los problemas clásicos, basta con ver las entradas de la enciclopedia Stanford para darse cuenta que más que nunca la filosofía goza de estatus y salud en las academias. Por ejemplo, la filosofía de la mente es hoy la base de muchas disciplinas.
La Filosofía se plantea interrogantes, que exigen una reflexion profunda, por lo general sobre la vida.
Se refiere a la vida, al asombro frente: a,así mismo, frente al otro, frente al entorno.
Utiliza el lenguaje de la lógica argumentativa y de la lógica simbólica
Xavier de Zubiri: filósofo español , planteo que la filosofía es: latente: pues está ahí, presente en nuestras vidas; es fugitiva : pues aparece y desaparece en momentos de crisis, y es reflexiva: pues nos lleva a pensar, razonar, sobre si mismo, sobre lo otro y el otro, sobre la realidad, en todas sus facetas.
Fe de erratas: al inicio, por digitalización se fue “be” en vez de “ve”.
Pd al opinadero: falta anexar las opciones de borrar o editar los comentarios.