El agro, ese sector siempre marginado, postrado, olvidado y hasta despreciado, aparece hoy en la escena de esta crisis global, como otro de los irremplazables héroes. Tuvimos que llegar a este extremo para que los dirigentes, nacionales, departamentales y municipales, entendieran que una sociedad sí necesita de alimentación adecuada para su funcionamiento normal y para que el sistema inmunológico sea capaz de enfrentar enfermedades y epidemias.
No haber previsto que departamentos y municipios deben tener garantizada su seguridad alimentaria, es un vacío de enormes proporciones que deja a las regiones en grave riesgo de desabastecimiento durante esta coyuntura. ¿Alcanzará la oferta de alimentos para satisfacer la demanda hasta el final de la o de las cuarentenas?
Para el ejercicio que haremos a continuación podríamos emplear los datos oficiales de cualquiera de los departamentos o municipios del país. En Risaralda, por ejemplo, lo que predomina es la ganadería extensiva con 79 mil hectáreas o sea 54,4% de la superficie agropecuaria destinadas a pastoreo de 108 mil cabezas, 7% leche, 32% carne y 61% doble propósito en 3.800 granjas productoras, según datos oficiales actualizados a 2018.
Si Risaralda hubiera evolucionado hacia el sistema silvopastoril, en unas 25.000 hectáreas (menos de la tercera parte) se alimentarían perfectamente esa misma cantidad de reses, pero con mayor bienestar animal y con mejor productividad.
Por su parte, la agricultura risaraldense es extremadamente pobre, vulnerable, de muy bajos rendimientos y, en general, anclada en el pasado bucólico, desconectada de la ciencia, la tecnología y la innovación: Solo 63.000 hectáreas o sea el 43,4% del área destinada al sector agropecuario es agrícola, 50.000 h cultivadas en café con plátano asociado que representan el 34,6%, 3.500 h caña panelera el 2,4%, 3.000 h caña de azúcar el 2,0%, 2.500 h aguacate el 1,7%, 2.000 h plátano solo el 1,4%, 1.700 h cacao el 1,2%. Esta pequeña selección de especies sumadas a la ganadería, totalizan 97,7% de la superficie total utilizada, es decir, solamente está disponible el 2,3% de la tierra útil para otros productos agrícolas de la canasta alimentaria.
¿Creen ustedes que en esa pequeñísima superficie pueda garantizarse la seguridad alimentaria de este departamento? El monocultivo nos está pasando factura.
Si para los abuelos el lema era «no hay qué colocar todos los huevos en una sola canasta» y para las ciencias relacionadas con los negocios, «la diversificación es una regla de oro«, ¿por qué razón indujeron al campo colombiano a depender del monocultivo? ¿Y por qué pusieron a la economía nacional a depender, primero del café y después del petróleo, con todos los riesgos que ello implica?
Quienes administran lo público tienen que quitarse la idea de que las ciudades son unas moles de cemento, desconociendo que las habitan seres vivos demandantes de alimentación balanceada y de calidad para tener salud; salud para poder acceder normalmente a la educación y educación para impulsar verdaderamente el desarrollo. El desarrollo no es de cemento, el desarrollo tiene que tener sentido humano para que sea sostenible.
Si esta crisis no es suficiente para que la dirigencia admita por fin, que el agro si es indispensable en una sociedad y que hay que estimularlo, promoverlo y actualizarlo, entonces apague y vámonos.
El próximo miércoles: AGRICULTURA URBANA, VITAL EN LAS CIUDADES
La unión hace la fuerza y si nuestros dirigentes políticos pensaran realmente en promover el desarrollo social y económico de sus pueblos y no en sus interés propios. Nuestros campesinos no estarían tan desprotegidos y se le daría el valor real a nuestro campo a nuestra tierra hermosa.
Las necesidades basicas de la sociedad se han visto desplazadas por intereses economicos particulares, la falta de liderazgo, conocimiento y compromiso de la clase dirigente nos ha llevado a semejante desbalance.
Es cierto, Hernando, se ha invertido la escala de valores y el orden de las prioridades por proteger los intereses de los más poderosos en detrimento de toda la sociedad.
Su escrito me gustó y puede verse que de acuerdo a las estadísticas, realmente falta una verdadera planificación para mejorar las condiciones de la producción agrícola. Y para esta situación que se ha presentado, donde nos damos cuenta la gran importancia de tener alimentos frescos que se pueden producir en la casa y también en la parcela de los agricultores que seguramente los cogió de improviso la falta de hortalizas, a pesar de tener las condiciones para producirlas en su terreno para consumo propio.
Joffre Orellana, Ing. Agrónomo
El Ing. Agrónomo Joffre Orellana pone énfasis en la falta de planificación para mejorar la producción (Yo diría la productividad) agrícola.
Falta que los gobernadores y alcaldes se concienticen de la importancia vital que tiene el mundo rural en el verdadero desarrollo de su sociedad.
Ferley el campo a sido la Cenicienta de las políticas públicas. Cuánto dinero gastamos importando comida?, que productos importamos?, será que en estos momentos de pandemia tendremos asegurado los alimentos que importamos? Nos hacen falta 500.000 hectáreas, solo, de cultivo de maiz. Y lo demás?. Cuál es la capacidad autooalimentaria de nuestros municipios?
Excelentes preguntas para todos los alcaldes que les repugna el campo. Y te complemento: ¿qué puede hacer un pobre alcalde, de la inmensa mayoría de municipios de Colombia, de espaldas al campo? Solo puede generarla.frustraciones a su pueblo, porque la mayoría de municipios de este país son de naturaleza rural y eso es invariable.
Gracias Cristina, que buen aporte.
Es verdad.
Gracias por tu participación, Doris
Si,es así, porque sin ellos nos morimos .
Gracias Liliana por su participacion.
Totalmente de acuerdo con su comentario No sólo Risaralda son muchos los departamentos lecheros unos de ellos Cundinamarca Boyacá Nariño mi región es lechera por excelencia y despacha al Valle Cauca y general a su mismo departamento y leche de alta calidad
Claro, los departamentos no tienen estructurados seriamente sus programas de Seguridad Alimentaria.
Gracias Floralba
Buenos días Señor Ferley, leí el artículo y me pareció muy interesante, es muy cierto que la mayoría de los departamentos no cuentan realmente con seguridad alimentaria ya que en la mayoría de los casos dependen de otros para abastecerse de alimentos de primera necesidad y es una realidad también que los municipios e incluso los departamentos han colocado en muchos casos «todos sus huevos en una sola canasta» abandonando la diversificación de los cultivos y reemplazándolo por monocultivos que se creen de mayor rendimiento y rentabilidad pero que en realidad mantienen a los agricultores que lo.producen en una constante montaña rusa en el.manejo de los precios donde la mayoría de las veces se pierde o máximo de alcanza el punto de equilibrio. En este momento de crisis el gobierno y el mundo entero está viendo.la realidad del campo y una de mis frases favoritas » sin agricultores y sin el agro el mundo entero moriría de hambre» ya que todo es producido directa o indirectamente en la tierra, desde el algodón para hacer ropa, la lana para hacer cobijas, la caña para hacer azúcar y las frutas para la mermelada. Por eso como usted coloca en el artículo sería muy importante que cada gobernación y alcaldía municipal generarán planes para favorecer y garantizar la seguridad alimentaria de sus pobladores.
Mucho me gustaría que todos los lectores de esta columna se detuvieran a leer también el centrado y oportuno análisis que hace en este comentario Shirley Guáqueta.
Léanlo, se los recomiendo.
Gracias Shirley.
Muchos empresarios del campo apoyaron los TLC convencidos de que el mundo estaba a la expectativa con barcos en los puertos, llenos de dólares esperando productos colombianos. Ahí están las consecuencias: Importaciones de 14 millones de toneladas que se podrían producir en el país, ahorrando divisas y generando empleos y valor agregado, y desarrollando un mercado interno para que se desarrolle la industria nacional.
Jaime Silva, Director de Jaime HernandezSilva.
Tiene razón Jaime. Colombia desperdició la oportunidad única de transformar su economía aprovechando su enorme potencial agroexportador. Este asunto tendrá que ser repensando y corregido. Tarde si, pero más vale tarde que nunca.
Cordial saludo
«A los productores les dan un aplauso y no más, los recursos que destina el gobierno por medio de los bancos no solventa la situación, para esta crisis que se cubre con los alimentos que producen los campesinos, se requieren soluciones reales y no son créditos».
Julio Cesar Donato. Consultor en nutrición de ganado CIALTA.
Totalmente de acuerdo, Julio César, las tentativas de solución a los tremendos poblemas no han sido más que absurdos pañitos de agua tibia.
Ojalá lleguen tiempos en los que la lógica y el sentido común acompañen a quienes toman decisiones desde el poder público.
Atento saludo
Tienes razón el agro siempre ha sido el olvidado de todo el mundo en todo país. Como si no lo necesitáramos para vivir … así de equivocadas tenemos las prioridades.
Buen planteamiento Dayra. Hemos invertido las prioridades y torcido los valores. Ojalá los golpes que nos está dando la vida sirvan para reaccionar y enderezar.
Un abrazo y mil gracias por su valiosa opinión.
La situación del campo, de la naturaleza, de todo lo vivo es complicado. Cuándo el mundo comenzó a materializarse?
Nos empezó a importar más un pedazo de oro como si nos saciara la sed, o nos calmara el hambre. Toca replantear todo desde la experiencia y ella nos lleva al principio, y a entender que desde que empezamos a cultivar, hemos podido evolucionar.
Maravilloso comentario de Juan David quien desde Marsella nos lleva a la reflexión: ¿Cuándo perdimos nuestras raíces? ¿Pudo más la ambición? ¿Se nos olvidó que fue el campo el que empujó al ser humano?.
Gracias Juan David
Saludos desde Ecuador.
Una gran verdad tratada en este articulo, definitivamente la situación que vivimos actualmente con el COVID deja en evidencia la mala orientación de la agricultura a nivel general preocupándonos solo por los monocultivos orientados principalmente a la agro exportación descuidando la seguridad alimentaria y mucho mas la soberanía alimentaria vital para pasar situaciones como la actual.
Gracias Celso que desde Ecuador opina en El Opinadero. Sus opiniones, muy oportunas y valiosas. Tenemos que evolucionar seria y efectivamente hacia modelos de desarrollo apuntalado en la seguridad alimentaria y en la soberanía alimentaria.
Un abrazo y mil gracias
Desde Narino, Mónica Marcela, plantea la problemática de los monocultivos y la urgente necesidad de unirnos los campesinos, es decir, darle vida real y efectiva a la asociatividad, para darle paso a un futuro mejor.
Retornar al campo, al agro , con protección del campesinado, desde lo social, desde el acceso a consumos, desde la industrialización de muchas de sus herramientas, desde la prestación de los servicios básicos, desde el acceso a centros de educación, que les proporcionen currículos pertinentes, para que apliquen sus conocimientos allí.
Calid
Si, Matha Cecilia, es indispensable replantear el campo. La reingeniería del campo tiene que venir pronto.
Totalmente de acuerdo, esto no sucede únicamente en Risaralda. Nariño es un Departamento que la economía depende 100% del sector agrícola; sin embargo; los monocultivos asociados a la ausencia de modelos de economía solidaria, noas han llevado a que el contrabanado y el ingreso de grandes cadenas de supermercados e hipermercados aniquilen nuestra economía. Es hora de replnatear las políticas individualistas y dar pies al trabajo en equipo. Tal vez trabajando solos lelgamos más rápido, pero trabajando juntos llegamos más lejos!.