Estamos en la recta final de una de las campañas presidenciales con la percepción de ser una de las más largas, agotadoras y pasionales de la historia republicana de nuestro país. Debiera de comenzar a pensarse en regularlas, controlarlas y acortarlas.
Elegir a un ser humano como presidente de la Republica, que debiera representar la voluntad de un pueblo, su pensar, su sentir, sus necesidades, sus deseos, su proyección futura, no es fácil. Por eso el ciudadano debe acudir a su ser interior para encontrar con lámpara de Diógenes a ese ser especial, que debiera cumplir unos mínimos requisitos de idoneidad, honradez, experiencia, pulcritud, seriedad, respeto, buen trato, es decir, que pueda ser ejemplo para la juventud y la nación entera. No puede seguirse perdiendo la magnificencia de la figura presidencial como conductor de la nación.
Nos han vendido candidatos aparecidos de la nada y caricaturescos, en la pasada contienda y en esta, no por sus méritos, sino solo por encarnar el voto contra la otra opción, que por ser diametralmente opuesta al estatus quo, a la voluntad de una minoría que ha tenido todos los privilegios, las gabelas, los beneficios, que los han enriquecido impúdicamente, incluyendo claro está, la corrupción rampante que hoy tiene asqueado al país y por el cual está pidiendo a gritos un Cambio; somos el segundo país más desigual de América Latina, eso significa hambre, pobreza, exclusión, discriminación, eso hay que cambiarlo, 15,3 millones de votantes lo hicieron contra esa clase corrompida, que afortunadamente hoy muestra signos positivos de llegar a su fin.
Si vamos a votar por un Cambio, debemos hacerlo por quien ha demostrado en la práctica posiciones reales de servicio a la comunidad y especialmente a las más necesitadas, me refiero a Gustavo Petro quien en Bogotá, fue el primero en otorgar el mínimo vital de agua gratis para los estratos 1 y 2, medida que después fue copiada por muchas otras alcaldías incluyendo Pereira, organizó y dignificó a los recicladores creándoles empresa cooperativas. Llevó salud a los barrios marginados, rebajó el pasaje en transporte público, mejoró calidad de la educación y llevó cultura a los niños marginados. Y como senador en la práctica combatió a las mafias, a los corrutos enviándolos a la cárcel. Los desposeídos tienen en él un verdadero defensor a ultranza de sus intereses, es lo que necesita la desigual sociedad colombiana, hoy de manera urgente. Los poderosos tienen cómo defender sus propios intereses, sus capitales, sus derechos, pero no a costa de los demás.
Hago un llamado muy especial a las personas inteligentes, sensibles, honestas, serias, honradas, a los indecisos para que en un acto de contrición, pensando en el país, más que en nuestros propios deseos, simpatías o antipatías, decidamos por la opción más conveniente para el futuro de la patria y sus habitantes, que es Gustavo Petro, defensor de los más preciado en el universo, la Vida.
Por último y para reafirmar mis reflexiones cito a uno de los universales más queridos en el mundo: Joan Manuel Serrat, cuando dijo en su discurso de aceptación del Doctorado Honoris causa de la Universidad de Costa Rica en junio 4 de 2022.
“…reivindico valores que como la libertad y la justicia, como algo único, pues no hay libertad sin justicia, ni justicia sin libertad…”
“…reivindico justicia y libertad porque reivindico la vida…”.
“…reivindico el realismo de soñar en el futuro, donde la vida sea mejor y las relaciones más justas, más sociales y positivas y simplemente en paz…”
“… miren, soy como ustedes, fruto del tiempo y del mundo, del tiempo y del mundo que me ha tocado vivir. Un tiempo de confusión y angustia, de soledad, de falta de referentes, en donde se ha perdido la confianza en el sistema, en sus representantes y en sus instituciones, en donde los jóvenes se sienten engañados y los mayores traicionados, y donde más que nunca nos necesitamos los unos a los otros, porque todos somos importantes, porque todos tenemos que sentirnos importantes…”
“…espectadores y victimas parecemos esperar que nos salven aquellos mismos que nos han llevado hasta aquí. Es necesario que recuperemos los valores democráticos y morales que han sido sustituidos por la vileza y la avidez del mercado, donde todo tiene un precio, donde todo se compra y donde todo se vende. Es un derecho y una obligación restaurar la memoria y reclamar un futuro para una juventud que necesita reconocerse y ser reconocida. Tal vez no sepamos cuál es el camino, tal vez no sepamos por dónde se llega antes, pero si sabemos que caminos son los que no debemos volver a tomar…”.
“…mientras tanto, que los músicos no paren de hacer sonar sus instrumentos y que los poetas no dejen de alzar la voz, y que los gritos de la angustia no nos vuelvan sordos y que lo cotidiano no se convierta en normalidad, capaz de volver de piedra nuestros corazones…”
Es el momento de Cambiar el País y usted no solo tiene la palabra, sino su sagrado derecho al voto libre y universal.
POR EL PAIS, POR UN MEJOR FUTURO……GUSTAVO PETRO PRESIDENTE!!!!!