La Democracia nos permite decidir el derecho a votar en diferentes procesos donde seamos convocados los ciudadanos de manera libre, si es que se puede concluir la libre expresión democrática como una verdadera decisión para ejercer ese sufragio. Muchos acuden de manera normal sin más compromiso que ejercer ese derecho que tenemos los ciudadanos de elegir y ser elegidos, la realidad de la participación democrática es otra bien distinta al espíritu que nos convoca a ir a las urnas; muchos de quienes asisten a esa fiesta democrática no lo hacen a conciencia, no analizan las propuestas presentadas por quienes se presentan a la contienda electoral y son llevados a ejercer ese derecho a través de la desinformación que los medios, las redes, la propaganda negra, el voz a voz y los mismos candidatos utilizan como herramienta de primera mano, para lograr a través del miedo, la mentira, el engaño, mover la emocionalidad o visceralidad del ser humano o ese ciudadano que toma la decisión basado en esos elementos buscados con la malsana intención de destruir al contenedor de turno. No importan los medios, solo interesa convencer a ese elector para que una vez se enfrente a la decisión en ese cubículo marque a quien se considere a su leal saber y entender, debe ser el que obtenga ese voto difícil de evaluar como una verdadera decisión democrática, se hace necesario entonces determinar la verdadera realidad de ese voto y la diferencia entre ese voto inteligente, consciente, racional independiente y libre versus el voto emocional, irracional, obligado o constreñido, el que se ejerce a través del matoneo, la coacción, la violencia o la mayoría de las veces con mentiras que se quieren convertir en verdades utilizadas por asesores de campaña, sin que les importe la realidad y con el único objetivo de ganar cueste lo que cueste. Vivimos en cada contienda electoral métodos diferentes para lograr el triunfo, que convierten una en otrora fiesta democrática en un tinglado o feria del rebusque de ese voto, sin importar los mecanismos que se utilicen para obtenerlos.
Oscar Cruz Ramirez
Don Oscar, lo importante en estas elecciones fue que el ciudadano buscaba alguien que interpretara decisiones de cambio, basado en un lider que realmente haga cumplir la ley en este pais para lograr la igual social. Pues hoy en dia es tan corruptible el poder ejecutivo como el judicial.
Todo eso es cierto don Oscar. Yo personal/te desde mi ocupacion y mi reducido tiempo por mi trabajo siempre sacaba tiempo para tartar de explicarles a los clientes y amigos y el trabajo en redes todo esto pero a pesar deq es duro nunca desfalleci por la esperanza en un unico cambio. Gracias a DIOS SE DIO.
Voto programático a instancias de una plataforma de gobierno multiplicada, a nivel regional por los líderes incorporados con verdadero sentimiento social.
El voto inteligente y analítico primó en estas elecciones.
Poco a poco el pueblo toma conciencia de la importancia de un voto maduro.
La Social democracia política es la realidad en Colombia