Ante el asombro de algunos dirigentes de la derecha en Colombia, el gobierno nacional viene adelantando uno de los compromisos asumidos con el país, desde que se firmara por el expresidente Santos y las Farc el proceso de paz y que sufriera un receso mientras se intentaban acciones de volverlo trizas durante el pasado gobierno Duque. Ese compromiso es el de implementar la reforma agraria.
Diferente a lo que conceptúan los detractores del proceso de paz, la reforma agraria no es sinónimo de expropiación. Por ejemplo, el 2 de marzo de 2024, el ministerio de agricultura informó: “El presidente Petro entregó más de 3.500 hectáreas de tierra comprada para familias rurales, el monto total de esta compra es de 22 mil millones de pesos. Además de acceder a la tierra, el beneficiario que trabaja la tierra tendrá la oportunidad de acceder a créditos, servicios y beneficios sobre la propiedad”.
Otro ejemplo de que la actual reforma agraria no es igual a expropiación, fue la entrega de 814 hectáreas a campesinos por parte del gobierno nacional en San Marcos, Sucre, las cuales fueron compradas por medio de Fedegan. Durante este acto de entrega de tierras a campesinos de Sucre, el presidente Petro dijo: “La tierra tiene una función social que es producir alimentos para la humanidad. Tendremos una mejor justicia social en estas tierras, no habrá que matar al uno y al otro”.
La reforma agraria también implica la restitución de tierras a sus antiguos propietarios, que fueron desalojados y desplazados por los grupos al margen de la ley. Algunas de estas fincas ya están en manos de la SAE. La finca La Bendición en Sucre, que fuera adquirida con dineros del clan Úsuga, donde 74 hectáreas de esta finca pasaron a manos de mujeres artesanas, dedicadas al cultivo de la caña flecha, a la fabricación del sombrero vueltiao y otros elementos de mismo material. Es importante resaltar que solo en el departamento de Sucre hay todavía 141 predios en poder de la SAE que serán entregados a familias de campesinos.
Entregarle tierras a los campesinos que han sido compradas, unas a verdaderos propietarios y otras que han sido recuperadas de propietarios que las obtuvieron ilegalmente y que hoy están en poder de la SAE, para que a través de la Agencia Nacional de Tierras (ANT) se les titule a los campesinos de Colombia, es el propósito y compromiso de lo pactado en el proceso de paz. La meta del gobierno nacional es entregarle a 80.000 familias campesinos, afro e indígenas 800.000 hectáreas de tierra fértil en el 2024, en acuerdo con la ANT la misma agencia gestiona proyectos productivos y créditos agrarios para los campesinos. Para cumplir estas metas, la ANT cuenta en esta vigencia con 5.1 billones de pesos.
Muchos otros ejemplos podríamos ilustrar para indicar que la actual reforma agraria que se está ejecutando en Colombia es concertada con Fedegan, comprando fincas a verdaderos propietarios para entregarlos gratuitamente a campesinos para que desarrollen proyectos de alimentación. No veo entonces por ningún lado en la implementación de la reforma agraria la figura de la expropiación. Esta solo existe en mentes torticeras y negacioncitas que nunca van a admitir algo bueno del gobierno nacional.
JAIRO ARANGO GAVIRIA
Abril 2028
Excelente, inteligente, concreta, pulcra, sana moderada y sincera columna amigo Jairo.
Deforme la conciencia de quien leyéndote, crea o se imagine que su autor es un comunista.
Odio la mediocridad.
Abrazos.