Quién lo creyera, Deportivo Pereira se volvió un club profesional de talla y “caché”, independientemente de que no haya logrado clasificar a la final de la Liga Betplay I del 2024, en estos momentos los aficionados ya no miran la tabla del descenso, como en otrora, con la angustia de un eventual “canazo”, como decía el desaparecido comentarista de fútbol, Pedro León Londoño.
Hoy día, miran es la tabla de reclasificación y hacen cuentas para un posible paso a la Copa Libertadores o la Copa Suramericana, según el reglamento; eso sí, aclarando que falta la Liga Betplay II del 2024. Todavía se siente ese aroma internacional de la Libertadores del año pasado.
Ganar 42 puntos en este primer semestre y ocupar el cuarto puesto de 20 equipos, no es menor cosa; estar en la vitrina nacional durante muchas semanas por las anotaciones de antología de Darwin Quintero, Faber Gil, Andrés Ibarguen, como ocurrió en varias jornadas; haberle convertido tres goles al Junior de visitante a los 24 minutos, ni soñado.
Ver el estadio abarrotado predominando el rojo y amarillo en sus graderías, y escuchar a los barristas de Lobo Sur, entonando cánticos de aliento, se volvió un espectáculo. Como dirían los muchachos del mundo moderno, “Deportivo Pereira es un parche”.
En otras palabras, la mayoría de los pereirano y hasta extraños al fútbol, acudieron al Hernán Ramírez Villegas, sólo por disfrutar de la moda del momento, asistir al estadio y ver jugar al conjunto “matecaña”, sin importar el costo elevado de la boleta, esa cuantía hizo parte de la canasta familiar.
Así como también, recuperar esa fanaticada de adolescentes que hasta hace 10 años se inclinaban por América o Nacional, ya que el Pereira era un desastre, además se cautivó a centenares de niños que apenas comienzan a sentir el fútbol, y se ven familias enteras con camiseta sagradamente en cada jornada.
Si hablamos de la barra Lobo Sur, se volvió la número uno, en fiesta y civismo, en cada jornada se esfuerza por sacar un tifo nuevo, el túnel de la salida de los jugadores tiene la figura del lobo, y hasta el mismo Gobernador de Risaralda, Juan Diego Patiño, se dejó ver en la tribuna Sur.
Sin lugar a dudas, lo mejor que le pudo pasar al Deportivo Pereira, es haberse sometido a una liquidación judicial y comenzar desde cero; el liquidador judicial saliente-Jhon Omar Candamil, le dejó una mina de oro a la ciudad y a los actuales administradores del club, y éstos lo han sabido aprovechar al máximo.
Se recuperó la credibilidad del equipo a nivel local y nacional, y hoy día todos quieren lucir la casaca de Oto, mejor dicho, pereirano que se respete anida una camisa “matecaña” en su respectivo chifonier.
Observé algunas encuestas en las redes sociales, indagando si efectivamente el Pereira con su campaña y el no paso a la final, era un éxito, o era un fracaso. ¡Señores, eso no se pregunta¡, al comienzo de la temporada nadie esperaba estar a un paso de escalar a la final. Pereira ganó el semestre por donde se le mire.
Era una plantilla completamente renovada, llegaron 21 jugadores nuevos, eso sí con un estratega de lujo, en cabeza de Leonel Alvarez, con sus pintas de negro y su cabello frondoso, tuvo la capacidad o tuvo la suerte de haber acertado en sus planteamientos y sustituciones en momentos claves. Para fortuna, firmó contrato por dos años y seguirá el proceso.
Son muchas preguntas las que surgen frente a los triunfos y derrotas del Pereira. La pregunta de moda, ¿por qué el equipo no pudo con Bucaramanga en su último encuentro de la semifinal, si lo tenía todo para ganar?.
A mi juicio, en términos generales, califico la Liga como irregular, tanto para los equipos como para los mismos futbolistas, es decir, un partido bueno, otro partido malo. En esas condiciones, cualquiera puede ser el campeón (Santa Fe o Bucaramanga).
Pero si nos referimos directamente al D. Pereira, que es el caso que nos ocupa, no se sale de la misma constante, y ni siquiera el guardavalla uruguayo Salvador Ichazo, que había sido rotulado como uno de los mejores del equipo en toda la campaña, logró salvar “los muebles”, como se dice popularmente, es decir, tres opciones y tres goles de “Los Leopardos”. Parece ser, ese no era su día.
Con estas palabras no quiero culpar al arquero, sólo quiero decir que, no estaba destinado para el Pereira llegar a la final, las cosas no se dieron y los errores en defensa cobraron factura. Otros dirán, en esta oportunidad no se alinearon los astros, o Dios no les quiso dar el triunfo, pese a que lo tenían todo a su favor.
Distinto al meta de los “búcaros” Aldair Quintana, tuvo dos intervenciones magistrales a quema ropa en el juego ante Pereira, que prácticamente evitó la derrota. Sin lugar a dudas, ese sábado primero de junio, sí era su día.
Otra pregunta que muchos se hacen: ¿por qué antes de la Liquidación Judicial, el Pereira no era protagonista y ahora se convirtió en un orgullo y patrimonio de ciudad con sus triunfos categóricos?.
Muy sencillo, antes lo único que había eran deudas y embargos por doquier, de las malas administraciones, y en esas condiciones no fluye, ni marcha ninguna empresa.
Mientras que ahora, llegaron “las vacas gordas” después de la Copa Libertadores, y hay suficiente recurso económico para pagar salarios elevados y no fallar con los premios pactados. Una cruda realidad, la cultura de los futbolistas, les enseña que sin “platica” no funcionan.
Las cifras hablan por sí solas.
Bueno, si miramos las cifras generales del equipo son muy buenas, cuarto puesto y 42 puntos en la reclasificación, Darwin Quintero (10 goles), Faver Gil (6 goles), Andrés Ibarguen (5); el tercer equipo más goleador de la Liga (35 goles), un rendimiento del 51.28% de local y 58% de visitante. De 39 puntos en casa, sólo ganó 20.
Adicionalmente según las estadísticas de la Dimayor, fue el tercer equipo en llevar mayor número de asistentes al estadio en cada jornada, es decir, mejoró ostensiblemente el número de abonados.
Quiero dar mi concepto de acuerdo a lo que aprecié en el terreno de juego en este semestre.
El común denominador fue saltar a la cancha con un sistema (1,4,2,3,1), y el capitán del Pereira, con el dorsal número 7, Darwin Quintero, terminó como delantero, media punta, por los extremos, recuperando, a veces se notaba reventado; mejor dicho, para tener 36 años, hizo un papel brillante, sin él, difícilmente el Pereira, hubiera llegado a semifinales.
A mi juicio, entre Darwin y el meta Ichazo, se llevaron los elogios de ser los más regulares y destacados del equipo, por su parte, Ibarguen tuvo un excelente remate de torneo, con goles de factura.
Alejandro Piedrahita se consolidó como titular por su entrega de idea y vuelta y un golazo para no olvidar ante Equidad, cabalgando desde la mitad de cancha.
Un aspecto bien importante, fue el debut de seis jugadores de la cantera, quienes actuaron por primera vez, en la Copa o en la Liga, son ellos: (Julian Bazán, Samy Mereg, Alejandro Alvarez, Miguel Palacio, Nicolás Rengifo y Jhonny Jordan).
Pero como todo no es color de rosa, también hay que mencionar los aspectos negativos. La participación del equipo en la Copa Betplay, nos dejó un sin sabor al ser eliminado en la tercera ronda ante Fortaleza con una tímida actuación. Todavía está en la memoria y retina de los aficionados, ese paso a la final del Pereira, ante Nacional en el 2021.
Lo peor de todo, los actuales directivos del Pereira descuidaron por completo al equipo femenino, la administración anterior, nos había acostumbrado a llegar hasta las semifinales.
Lamentablemente las “Matecañas” actualmente disputan los últimos puestos de la tabla con más de 30 goles en contra, amargamente sufrieron una goleada (6-0) ante Nacional, que las dejó muy golpeadas en la fecha once. Es cruel la realidad, pero mientras el equipo masculino gane y brille, la fanaticada, de las damas poco se acuerda.
Es triste decirlo, pero al fútbol femenino en Colombia, para la mayoría de los directivos de los clubes profesionales, todavía lo miran como una obligación de la FIFA, que no les representa ganancias, sino gastos.
Muchos señalan, que el fútbol femenino comenzó en el año 2017 y el masculino viene desde 1948 con la creación de la Dimayor, y que es mucha la diferencia para que se convierta en un negocio rentable.
Es inminente que la FIFA reglamente las transferencias nacionales e internacionales, hoy día, estas negociaciones, están en cabeza de los empresarios y agentes del fútbol, y los clubes profesionales no obtienen dividendos, motivo por el cual no se hace atractivo gastar en las féminas.
Como colofón de este escrito, quiero expresar que la mayoría de los colombianos se inclinan hacia el Bucaramanga, para que obtenga su primera estrella, luego de 75 años de historia, es una sensación parecida a la que vivimos los “Matecñas”, en el 2022. Aquel 7 de diciembre, quedó anclado en las entrañas del corazón. ¡Pereira campeón!, no lo podíamos creer.
“Animo búcaro, que tú también puedes”.