Escampavía – ¿Quién firma ?

Por: Juan Guillermo Ángel Mejìa

A diferencia de la culpa el dolo ocurre cuando se actúa con premeditación, con la intención de delinquir, de hacer engañar o causar daño.

En nuestro poder, la carta que envían al señor presidente de la República unos miembros de la Junta Directiva de la Cámara de Comercio; en ella ratifican que allí no ha pasado nada malo, que siguen trabajando sin tacha e indicándole, a un destinatario quien merece respeto, a quiénes debe nombrar como sus delegados. Además, para ratificar un apoyo inexistente por parte de los empresarios, acompañan el texto con páginas impresas con el logo símbolo de la entidad, en 39 folios diseñados para albergar seis firmas por página y aquí comienza lo que no entendemos.

El hecho de encontrar a la misma persona firmando varias veces a nombre de distintas empresas, cosa que se repite ( páginas 15,18), hojas con solo dos o tres firmas (páginas  26,27,28,29,30,31,32,40,41,42,43,44) otras marcadas con un x para ilustrar dónde firmar, firmas de connotados contratistas de la Cámara y para colmo, casos de suplantación de representación de respetables instituciones. Todo ello nos recuerda el operativo que tanto daño le hiciera a la Cámara y a Comfamiliar, estrategia que obligó a la Superintendencia a anular poderes; en este caso, aprovechando la renovación de la matrícula mercantil, paladinamente usaron esta oportunidad para atrapar firmas o ratificar amores. “En las que andamos Pedro y vos cortando orejas”.

De la reunión de la Junta Directiva que precipitó el fin del fin, hemos solicitado una y otra vez la grabación de lo que entonces ocurrió. No se nos ha hecho entrega del documento, poderoso indicio de que se quiere ocultar la verdad de lo ocurrido, lo dicho se ratifica con la respuesta que nos ha dado el presidente, abogado Jorge Iván Ramírez, a quien citamos textualmente cuando nos responde, “DR. Estamos revisando jurídicamente el tema para no incurrir en alguna falta teniendo en cuenta la situación actual” más adelante agrega, “ruego me tenga un poco de paciencia”.

La renovación de los contratos a término debe ratificarse o denunciarse con un mes de anticipación. Esa norma obliga a que, con esa antelación, se dé cumplimiento a la estatutaria que obliga a que, con una mayoría calificada, se nombre o destituya al presidente ejecutivo.

El presidente de la junta, quien paladinamente asumió la responsabilidad de no haber incluido en el orden día esa, la principal actividad que tiene la junta, logró a que con solo cinco votos, los mismos con que se eligió al presidente de Cúcuta en la reunión del 30 de junio de 2020 y que ya anulara la SIC, según oficio del pasado 7 de julio, se diera continuidad al contrato que mantiene en el cargo al actual presidente, esa jugadita nos reitera la manera como no se reconoce el estado de derecho y por el contrario impera el de hecho.

Estamos de acuerdo en cuanto a que la Cámara de Comercio es el baluarte del sector privado y por lo tanto contrapeso al sector público. Por ello, no es de buen recibo que sus funcionarios actúen, durante su ejercicio, en política activa; tampoco es permisible su uso como  delegado del estado para ejecutar contratos de servicio sin tener qué someterse a los controles de las ías; por ello hemos abierto una ventana, proyectado un rayo de luz sobre lo que se ha venido haciendo en la penumbra, sin controles efectivos, gastando en lujos y dobles remuneraciones, eludiendo el debate público, participando activamente en política y quizás incurriendo en administración fraudulenta. Ahora la opinión ciudadana espera a que las entidades de control actúen a tiempo porque justicia tardía se parece mucho a impunidad.

Publicado en El Diario y reproducido en El Opinadero con autorización expresa del autor.