Por José Danilo Salazar
Hasta 1816, la insurgencia contra España era débil, no tenía el arraigo popular porque mestizos, indígenas y esclavos, continuaban la vida de siempre, alterada, cuando eran enrolados en la causa independentista de manera obligatoria, lo que ocasionó no pocos enfrentamientos contra los patriotas a quienes temían más que al rey; aunque se dijera que era un déspota, ellos lo creían su protector y cuando se sumaron a la revolución, fueron convencidos por caudillos populares o por las prédicas de sacerdotes que se comprometían con la revuelta; aunque generalizada porque abarcaba todo el territorio, sobre todo en la nueva granada. En un primer momento desde alrededor de 1808 a 1815, que es una época compleja porque las élites se habían enfrentado a la junta de regencia y a los virreyes, apostándole a la independencia y autonomía de manera ambigua, pues entre las mismas élites había enfrentamientos sobre este tópico.
Cuando Pablo Morillo llega a santa Fe desde Cartagena, después de pasar por Venezuela, es recibido en ambiente de fiesta con banderas españolas flameantes, arcos de triunfo, bailes; las élites hacían poca resistencia, huían o capitulaban, y los pueblos estaban desilusionados con la republica, porque ellos habían pagado sus costos, por realismo ante la situación o por convicción; Morillo fue aclamado como salvador, por lo que la pacificación fue más un éxito por la inconsistencia de las élites y el realismo de todos, que por las armas.
En menos de un año, la situación se invierte; las ejecuciones, destierros, presidios, trabajos forzados en obras públicas, logaron lo que antes no pudo la élite criolla: el apoyo popular a la independencia; es decir, que Morillo y el virrey Sámano, son los mejores aliados de Bolívar, y empiezan a aparecer guerrillas que ayudan a desestabilizar y desarticular al ejército español y la lucha de pequeñas partidas se vuelve guerra general, y de ser de las élites, pasa a ser guerra popular.
Hasta aquí hemos repasado la versión oficial de nuestra independencia que culmina exitosamente el 7 de agosto de 1819 con la batalla del puente de Boyacá.
Ahora, hagamos un balance:
Salen los españoles para dejar el campo libre a los ingleses, que nos cobran las deudas contraídas por nuestros héroes y luego salen los ingleses para dejarle paso libre a los gringos, que han declarado que ninguna potencia nos puede atacar; consolidando nuestra emancipación de Europa, ahora el yanqui se desenmascara mostrando que es el nuevo opresor, y nuestra clase dirigente lo permite y acolita, a cambio de las sobras del banquete, creando la política exterior colombiana de lacayismo y seguimiento fiel de las directrices norteamericanas, eso explica por qué Colombia fue el único país latinoamericano que apoyó la invasión a Irak, por algo somos el Caín de América.
La primera demostración de la intromisión yanqui, es la desmembración de Panamá, para construir el canal en un territorio con un gobierno títere, que les conceda lo que desean, porque el congreso de Colombia, en una ocasión histórica por lo excepcional, se negó a conceder las exigencias del imperialismo norteamericano.
Finalizada la segunda guerra mundial, Colombia envía jóvenes soldados a sacrificar sus vidas por defender al capitalismo en la guerra de Corea, y los gringos logran esta ayuda presionando a Laureano Gómez a quién le conocían su admiración por el fascismo; ésta es una constante histórica en nuestras relaciones con U.S.A., el gobernante con más pies de barro será más fácil de manipular por ellos. Así se explica la facilidad con que nos impusieron su T.L.C. y la extradición de narcotraficantes y paramilitares en los gobiernos de Samper y Uribe.
Según algunos autores, perdimos casi la mitad del territorio con las naciones vecinas luego de derrotar a los peninsulares, y eso que se había declarado el principio de derecho romano “utti possidetis iuris”, que consistía en aceptar como límites de los países, los que tenían cuando eran colonias de España, para evitar conflictos por territorios entre las nuevas naciones, razón por la cual Panamá pasó a ser parte de nuestro territorio. Vale la pena contar que, por agradecimiento a un laudo arbitral sobre fronteras, regalamos a España el tesoro Quimbaya, tan irrepetible y único que es imposible tasar en dinero y aún no nos lo devuelven; claro que aquí no son sino fuertes, cuando se trata de reprimir la justa protesta social, en contraste, para reclamar nuestros derechos a los extranjeros, nuestros gobernantes son unas damas.
Para ilustrar como es de ”fuerte” nuestra posición en pleitos fronterizos, tenemos el caso vergonzoso del mar territorial perdido con Nicaragua, porque nuestro gobernante y sus asesores no dijeron que la demanda de Nicaragua era improcedente y que Colombia no le reconocía competencia a ese tribunal para estudiar la demanda. Esa era la salida jurídica, y otra vez perdimos territorio con un vecino. Si siguiéramos el ejemplo de Nicaragua, podríamos demandar a yanquis y panameños y recuperar ese pedazo de patria que nos raparon.
Nuestro sistema jurídico se basa en el derecho romano que el ibérico nos enseñó, y nos heredó con toda su marrullería, dilatación de juicios por largos años para decretar su prescripción, testigos falsos para desacreditar la investigación, pérdida de expedientes, enfermedad del procesado y/ o su abogado el día de la audiencia; “se acata, pero no se cumple”. Somos expertos en investigaciones exhaustivas que nunca dan con los autores ni llegan a ningún lado, quién mató a Gaitán?, ¿ hay otros cómplices y determinadores de la muerte de Galán?,¿recibieron Òscar Iván Zuluaga y Santos dinero de Odebrecht?,¿Dónde están los culpables del desfalco a la refinería en Cartagena?, ¿por qué el actual fiscal, en una muestra de nacionalismo, no tomó en cuentas las declaraciones de Aida Merlano en Venezuela, cuando su deber es investigar?, ¿es el héroe que hizo la retoma del Palacio de Justicia un James Bond criollo, con licencia para torturar, asesinar y desaparecer a quienes capturaron con vida en ese episodio, aunque no formaran parte del M-19? y otras muchas preguntas, que quedarán en la impunidad y sin respuesta o justicia, porque nuestro sistema actoral, perdón judicial, en mi opinión, busca más satisfacer el ego del abogado, que dar justicia y verdad.
No tenemos en nuestra institucionalidad los frenos y contrapesos que funcionan en otras democracias, y que limitan el poder del ejecutivo y sus ministros; ya ni los órganos de control, por elemental ética y decoro, se le dan a la oposición; se nombra a amigos del gobernante para que sean sordos, ciegos y mudos ante los desmanes de sus jefes, y los jueces ejercen la justicia de las vedettes, exhibiéndose y dando declaraciones en los medios; cuando un sindicado es citado a audiencia, se entera por una emisora o un canal de T.V.
Aquí nadie es tan digno y probo para renunciar cuando abusa de sus funciones o delinque; todos los altos funcionarios caen de para arriba; las chuzadas del D.A.S. a opositores, periodistas no arrodillados, jueces y magistrados honorables, que afortunadamente todavía quedan, pasaron como lluvias de verano; de manera reiterativa se dan nuevos escándalos de chuzadas, supongo que atribuibles a unidades fantasmas de inteligencia, porque después de dos o tres días de titulares de prensa o noticieros, todo vuelve a la normalidad y nada se sabe de autores o responsables.
Al ser colombianos de nacimiento, es lógico pensar que los recursos naturales del país nos pertenecen como pueblo y que se nos debería consultar para saber si explotarlos o no, sin importar que no seamos indígenas y no vivamos en resguardos.
Nuestros próceres de la independencia de España no pensaron en fabricar industria, y luego de la apertura económica y de varios T.LC. está claro que solo podemos exportar flores, frutas tropicales, artesanías, chatarra etc. y que estamos condenados a ser consumidores, no productores.
Hay recursos naturales que dan tan pocas regalías, pagan tan irrisorios impuestos y causan tanta contaminación, que honradamente pienso, no vale la pena extraerlos; este es el caso concreto del oro, ¿por qué nuestros gobernantes creen que pueden disponer de las riquezas de todos sin tenernos en cuenta y valorar con respeto nuestras posiciones?
Nos damos golpes de pecho cada vez que se salen a la luz las noticias de nuevos casos de corrupción, casos que se ocultaron porque todo lo malo que pasaba en el país se le podía achacar a la guerrilla. Ya sabemos que los ladrones de cuello blanco causan un daño inmenso, pero de igual manera no pasa nada, cada cuatro años como borregos, salimos a elegir a los mismos bandidos y decimos “no importa que sea ladrón, pero que haga obras “. Al parecer el sistema está pensado para la corrupción, la manguala y la impunidad, por ejemplo, el personero en el municipio ejerce el control sobre los concejales, ¿Qué autoridad moral tiene sobre ellos, cuando les pagó para ser elegido?
Finalmente, para no cansar con tanto escenario de horror (lastimosamente así es la realidad nacional), nuestros políticos se hacen elegir a punta de populismo: Familias en Acción, medias pensiones y qué sé yo; dádivas que permiten que los politiqueros de siempre, tengan seguro el voto de los humildes constreñidos por su poca capacidad económica, o corrompidos por las urgencias del estómago con miserias y poquedades.
Al parecer en Colombia, no elegimos representantes del pueblo, sino mandarines o reyezuelos, que no pagan ni sus viajes, con derecho a carro y combustible gratis, ganando sumas estrafalarias para el papel que cumplen y trabajando como holgazanes, mientras se dan la gran vida a costillas nuestras.
¿Hasta cuándo, pueblo colombiano, aguantaremos tanto atropello?
¿Tendremos que esperar otros doscientos años?
Q BIEN UN ABRAZO ENORME POR TODO LO Q EN VERDAD VALE LA PENA DARNOA CUENTA DE MUCHISIMAS COSAS Q MUY POCOS LO INVESTIGAMOS PERO CON ESTE TRABAJO TAN REALMENTE VERDADERO Y AMADO PARA CADA PERSONA MIL FELICITACIONESSS
Epocas muy antiguas pero que poco han variado con las epocas modermas o actuales pues la oposición y la imposición sigue siendo la misma aunque trata de ser disimulada dando las migajas a un pueblo o nación conformista que mas piensa en el diario vivir que en un futuro ya que hasta la fe a sido negociada por un materialismo y una apariencia asi por dentro hayan enormes vacios….pero bueno asi son.