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Política¿Ganará en las elecciones del 2022 un partido fascista?

¿Ganará en las elecciones del 2022 un partido fascista?

Por JOSÉ DANILO SALAZAR

En los últimos tiempos, en el país se debate qué tipo de gobierno sería mejor para dirigir nuestros destinos; se descalifica a uno de los precandidatos  presidenciales, por considerarlo de izquierda y los sicofantas y seguidores de otro, que ya ha sido presidente y prepara el terreno para imponer como sea a su candidato, así toque buscar  ayudas de nuevos ñeñes, asustan a sus  seguidores y contactos en las redes sociales con ejemplos de un tipo de socialismo que según ellos, consiste en quitarle a un rico sus propiedades, para repartirlas a menesterosos que nunca han estudiado, intentado un emprendimiento o que en general, nunca han  hecho ningún tipo de esfuerzo de conseguir nada, o peor aún, según esas versiones, le quitan a un menesteroso para darle a otro, si esa versión fuera exacta estaríamos en la olla, y personalmente no estaría dispuesto a compartir lo poco conseguido, las  migajas que me han tocado, después de largos años de difícil trabajo honrado, donde,  para ascender tuve que estudiar y hacer posgrados caros de mi propio  bolsillo, me gustaría ver un país donde para la totalidad de la población se pueda garantizar: el derecho a la salud, a  la educación, a la vivienda digna y al empleo formal y bien pago, ese es el socialismo que creo nos gusta a la mayoría de colombianos del común, no el populismo a base de ayudas pírricas, que más parecen limosnas que soluciones reales  ¿será soñar demasiado?. Según estas personas a quienes nos referimos, debemos aceptar un tipo de liderazgo fuerte, que impida, o coarte las libertades y derechos ciudadanos, así  no nos guste pues, según ellos, esa es la única manera  para que este país salga adelante, ellos son los de tendencias de derecha y extrema derecha.

Por otro lado se ubican los que piensan que existe un camino por el medio de  los anteriores, son los candidatos de centro, quienes buscan diferenciarse de los dos anteriores y ofrecer otro tipo de alternativas en lo económico social y político como receta para el mejor país que todos, sin distinciones de ningún tipo, deseamos para nuestros descendientes, en ese sector existe una variada gama de candidatos cuyas hojas de vida valdría valorar, pues aún faltan casi dos años para elecciones.

El fascismo es un sistema político, económico,  social, de tipo nacionalista que proclama al estado como la unidad suprema, se apoya en el militarismo, demanda obediencia ciega de las masas a sus jefes, se opone al parlamentarismo y al socialismo, desprecia el pluralismo democrático y  prefiere el totalitarismo político, que implica callar  y aniquilar a la oposición, tiene características similares a las que  quisieran  imponerle a los colombianos, los fieles secuaces de un partido que dice ser de centro:

  • Niegan los derechos de libertad individual, anulan las elecciones y atacan a las organizaciones de obreros.
  • El estado de derecho es reemplazado por el estado totalitario.
  • Concepción jerárquica del poder de estado, en la que un grupo reducido de dirigentes detenta todos los poderes. 

En lo ideológico los fascistas privilegian:

-El culto a la patria y la lucha por unos valores nacionales, para alcanzar un destino  espiritual, económico y político.

-El interés supremo es el pueblo y la patria.

-Oposición al Marxismo, por ser una solución antinatural y antihumana a las injusticias  del capitalismo.

-Nuevo sentido de la autoridad, la disciplina y la  violencia, según ellos la disciplina  hace grande al hombre y la violencia es necesaria contra  las posiciones débiles de la especie humana.

La cuna del fascismo es Italia, luego de la Segunda Guerra Mundial por la pobreza en que quedó el país, empezaron marchas y desordenes y se creía que al país se lo tomaría el comunismo, Benito Mussolini organizó la contrarrevolución  y luego de una guerra civil tomó el poder, de igual manera ocurrió en Alemania, que al causar y perder la guerra fue  obligada a: ceder territorios, renunciar a sus colonias, disolver su ejército;  en ese contexto Hitler acusó a judíos, comunistas y sindicalistas de ser causantes de  la mala situación de Alemania, al tomar el poder en 1933 inició la construcción de un estado totalitario, prohibió los partidos políticos, menos el suyo, persiguió a los comunistas,  abolió la constitución, prohibió las huelgas y acabó los sindicatos, creó tribunales populares para juzgar a los” traidores” e inicio las persecuciones a los judíos.

El diario “El Espectador”  del 18 de Octubre , página 10, publica un artículo llamado el peligro fascista, allí se cita a la escritora Hanna  Arendt, quien en su obra  los orígenes del totalitarismo dice: “ el objeto ideal de la dominación totalitaria no es el nazi convencido o el comunista convencido, sino las personas para quienes ya no existe la distinción entre el hecho y la ficción” según ella, para el éxito de las ideologías fascistas solo basta mentir y convencer a la sociedad de esas mentiras.

En el artículo citado se entrevista a dos reconocidos historiadores con publicaciones sobre el Fascismo, la violencia la esfera pública: Federico Finchelstein y Pablo Piccato, al preguntárseles sobre la importancia de hablar del fascismo, contestan que existe un peligroso ascenso del Fascismo  y el peligro es global, dicen ellos que se ve en Estados Unidos, pero también en Brasil, Hungría  e India y que no se debe cancelar de antemano lo que pasa en Colombia. Al preguntárseles sobre las condiciones que debe tener un régimen para considerarse fascista, anotan que desaparece la libertad de expresión, la violencia es glorificada y puesta en práctica, pues los fascistas  creen que la legitimidad de la violencia, no está en tener su monopolio de la violencia sino ejercerlo. “Esta idea del poder lleva por supuesto a la represión interna, y con ella a desapariciones, ejecuciones, encarcelamientos y eventualmente a la guerra externa”

 ¿No suena muy parecido a lo ocurrido durante los dos mandatos del Dr. Uribe y las ganas de guerra con Venezuela en sus gobiernos y ahora en el gobierno del Dr. Duque? Precisan que  hay dos condiciones más:  una política imperialista de tratar de dominar otros países y  el uso de propaganda totalitaria. “En el fascismo  mentir no es solo una estrategia de manipulación sino una creencia. La mentira reemplaza la verdad y se cree en una verdad que trasciende lo empírico, porque es parte de una religión política, un culto al líder sostenido en un fanatismo extremo. La suma de éstas condiciones describe un régimen fascista”, Pablo Piccato  sobre la misma pregunta dice “quisiera añadir que la identificación del movimiento con el líder es también un rasgo fascista”. ¿Qué dirán de esto los furibistas ?

Se les pregunta a los entrevistados ¿una de las estrategias fascistas es la creación de un enemigo interno? Responden:  “Sí, creo que habría que tener esto en cuenta al hablar  sobre Colombia. Habría que empezar a pensar en estrategias fascistas si se crea un enemigo interno abstracto que cobra forma en actores o personas específicas. El enemigo puede personificarse en los inmigrantes de países vecinos, o en una visión distorsionada del socialismo, o en la invención del castro-chavismo o de las nuevas Farc. Es un enemigo imaginario que termina por incluir a cualquier persona que critique al líder: miembros de partidos de oposición, de medios de comunicación o de organizaciones de derechos humanos, aunque no compartan entre ellos necesariamente una ideología. Este enemigo común primero se crea, luego se estigmatiza  y se persigue, y finalmente debe ser eliminado”. No  debemos olvidar el espionaje del D.A.S. a opositores políticos, periodistas independientes y jueces honestos en las administraciones del Dr. Uribe.

Al preguntárseles por las particularidades de las mentiras fascistas, los entrevistados  aclaran que aunque por lo general todos los políticos mienten, los fascistas creen en sus mentiras, incluso al reconocer que hay mentiras, piensan que están al servicio de una verdad trascendente, la del líder. Otro elemento preocupante para los fascistas como  lo planteó Hanna  Arendt, no es suficiente decir mentiras y promoverlas sino que intentan cambiar la realidad cuando no coinciden con sus mentiras. En el caso de los nazis que decían que los judíos eran sucios y contagiosos, los sometieron a medidas antihigiénicas  y a la desnutrición en campos de concentración, allí enfermaron  y se convirtieron en agentes de enfermedades, y los nazis pudieron confirmar lo que habían dicho sobre ellos.

Precisan que, en las ideologías fascistas se criminaliza toda oposición,  o toda opción alternativa  y la criminalización van de la mano de la militarización de la política, usando las instituciones legítimas del estado ¿No se parece esto a lo ocurrido con los catorce  muertos por la policía en manifestaciones contra la violencia policial?

Destacan que la mentira fascista intenta socavar la esfera pública, es decir la posibilidad de distinguir la verdad de la mentira, los que están en el poder dicen “vamos a decir algo provocador, no importa si es mentira. Nuestra audiencia lo va a creer, no hay necesidad ni siquiera de transformar la realidad, ellos van a transformarla”

Hablando del papel de los medios de comunicación en el vaciamiento de la esfera  pública y  el ascenso del discurso fascista anotan: “Tratar las noticias con la idea de “balance” es una trampa, es un error cuando se está cubriendo un movimiento político que se basa en mentiras. Poner la cámara  frente a uno de estos líderes o los miembros de su partido y dejarlo hablar sin corregir nada, y sin decir en qué momento mintió, ayuda muchísimo en la eventual normalización de las ideas fascistas”, lo que ocurrió en la auto-entrevista que se hizo Uribe aprovechando a la vendida de Vicky Dávila.

Finalmente se les pregunta: ¿Es legítimo usar el término fascismo para tratar de entender lo que está ocurriendo hoy en Colombia?  En su opinión aunque haya mentiras, un partido único, sectores paramilitares o incluso una dictadura, no implica la existencia de fascismo, y que no se puede hablar de fascismo en las últimas décadas  en Colombia, pero que, por la existencia de todos estos elementos antidemocráticos, si se puede afirmar que existe la posibilidad de que haya un peligro de fascismo en Colombia.

Ahí está una pequeña radiografía de la política de la derecha en el país, saque Ud. sus conclusiones, ah y no olvide:  “No dispare, yo solo soy el mensajero”!  

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