Una noticia reciente nos hace volver al mirada hacia el Cuerpo Oficial de Bomberos de Pereira, que siempre ha sido objeto de interés para la Corporación VIGÍA Cívica, por la importancia que tiene para la seguridad de la comunidad y por la tradición que representa, pues hace poco más de un siglo fue un hito de innovación tecnológica para la pequeña Pereira de entonces.
La noticia daba cuenta de las dificultades para el rescate del ocupante de un automóvil que cayó a un lago en el condominio Malabar, en el sector de Cerritos. En un editorial de El Diario se describió la angustia de los vecinos preguntando por un buzo y un testigo cuestionó la falta de equipos de los Bomberos de Pereira para rescatar el vehículo.
Es excusable que los Bomberos de la ciudad no tengan una grúa para vehículos entre sus elementos de trabajo, pero no lo es que no hayan acudido sus buzos para rescatar al ocupante del carro sumergido, pues en los años 2014 y 2015 el Municipio destinó cerca 1.000 millones de pesos para la compra de una máquina extintora y otros equipos de dotación, entre ellos aparatos de buceo, por lo que ya deberían tener un grupo especializado en actividades subacuáticas.
Entonces cabe preguntar: ¿Los Bomberos oficiales de Pereira tienen, o no, equipos de buceo? ¿Tienen, o no, equipos suficientes? No desconocemos que en los últimos años se han logrado equipar de una manera eficiente, pero por las implicaciones sociales que puede tener su incapacidad para atender alguna especie de emergencia, así sea de ocurrencia esporádica, no es aceptable que carezcan de equipos o de personal preparado para hacer frente a esas situaciones, así sean ocasionales.
Pero más allá de reclamar por la ausencia del grupo de actividades subacuáticas de los Bomberos oficiales de Pereira, queremos reiterar a las actuales administraciones municipales del Área Metropolitana Centro Occidente la advertencia que desde la Corporación VIGÍA Cívica hemos hecho a los tres últimos gobiernos: “Los bomberos del Área necesitan una maquina extintora de incendios, con escalera, que pueda alcanzar, por lo menos, 10 pisos. Mientras no esté disponible ese vehículo, las personas que deban permanecer más arriba de un segundo piso están soportando un grave riesgo ante cualquier acontecimiento que haga impracticable el uso de las escaleras de la edificación”
Las autoridades deberían reconocer que tenemos una ciudad dividida, por lo menos, en cuatro municipios y que en ellos se autoriza la construcción de edificios cada vez más altos, mientras sus gobiernos ignoran su responsabilidad en la atención de cualquier situación crítica que atrape a personas en los pisos altos.
Y sumamos una advertencia adicional y urgente al gobierno de Pereira: El próximo 31 de diciembre, de este año 2024, vence la prórroga de siete años a la vigencia de la Sobretasa Bomberil, otorgada por el Acuerdo 27 de 2017, a partir del 1 de enero de 2018. Es apremiante que en este semestre la administración presente el proyecto de Acuerdo necesario para prorrogarla de nuevo.