Por DANILO SALAZAR
Este fue otro de los grandes protagonistas de la revolución mexicana, famoso al igual que Pancho Villa por ser agrarista, esto es, representar a los campesinos que pedían una reforma agraria y tierras para cultivar y vivir en ellas. Estuvo al mando del ejército libertador del sur, ideólogo e impulsor de las luchas sociales y demandas agraristas, justicia social, libertad, igualdad y democracia, pedía la propiedad comunal de la tierra y respeto por las comunidades indígenas, campesinas y obreras de México, víctimas de las oligarquías y el latifundismo de los hacendados del Porfirato.
Siendo un arriero y jornalero de 29 años, fue obligado a entrar a la fuerza al octavo regimiento de caballería de Cuernavaca, allí pese a la rígida disciplina castrense, solo pagó seis meses de servicio por saber montar, disparar y saber de caballos. De regreso en su pueblo, fue elegido por sus vecinos como presidente de la junta de defensa local de las tierras de Anenecuilco, Villa de Ayala y Moyotepec; conoció documentos del virreinato donde se acreditaban los derechos de propiedad de los pueblos sobre las tierras, que les fueron negadas por leyes posteriores, que obligaban a vender o expropiar tierras improductivas, leyes aprovechadas por varias personas para acrecentar sus tierras, que solicitaron propiedad de las zonas comunales, que los pueblos no trabajaban, convirtiéndose así en dirigente agrario de Morelos, su región natal. En Colombia a esas tierras comunales, en la colonia, se les llamó Ejidos; en San Gil aún queda el recuerdo, en una vereda llamada pericos y Ejidos.
En 1910 debió huir a las montañas de su natal Morelos, acusado de bandolero por la dictadura de Porfirio Díaz, después de expropiar las tierras de Villa de Ayala, bajo control de la policía y entregárselas a los campesinos; a partir de entonces vivió fuera de la ley y con un grupo de campesinos cuyo número varía entre 60 y 72 según la fuente; participó en la reunión en Villa de Ayala, llamada luego Plan de Ayala; escuchó las ideas de Francisco Madero, quien proclamó el plan de San Luis, donde prometía restituir las tierras a sus antiguos poseedores; se alzó en armas con el maestro Pablo Torres Burgos como dirigente; proclamaron en marzo de 1911 el plan de San Luis; Zapata se dirige al sur, perseguido por las fuerzas oficiales; en ese periodo ocurren varias batallas y muere el líder del movimiento, siendo elegido Zapata por la junta revolucionaria del sur, como jefe maderista del sur; las reivindicaciones zapatistas suponían una reforma agraria radical, “la tierra es de quien la trabaja” frase que según Wikipedia es del mexicano Teodoro Flores. En Colombia, dicha frase fue usada por Alfonso López Pumarejo, al prometer una reforma agraria que no pudo llevar a cabo por diversas razones, pese a ser reelegido para un segundo periodo.
Zapata dirigió desde Cuatlixco el ataque contra el ejército porfirista, tomando la ciudad de Huehuetlán; al triunfar el maderismo, Zapata espera que se licencie a sus tropas dándole a cambio de su fusil tierras para sembrar; su objetivo no era derrocar al porfirismo sino la cristalización del objetivo del pueblo: devolución de las tierras robadas por los hacendados; en cambio de la reforma agraria prometida, el presidente interino, Francisco León de la Barra lo declaró rebelde y envió tropas a someterlo. Zapata se entrevistó con Madero, quien había ordenado el desmonte de los ejércitos revolucionarios, al no poder someterlo por la fuerza, el gobierno le ofreció una hacienda a cambio de desmovilizar sus tropas, propuesta que no aceptó, reiterando que su entrada a la revolución no era para conseguir tierras para sí, sino para devolverle al pueblo de Morelos las tierras robadas.
Amargado por la traición, Zapata hizo redactar su propio manifiesto: el plan de Ayala, que proclamó en Noviembre de 1917, exigía: la redención de los indígenas y la repartición de los latifundios creados en el Porfirato; desconocía a Francisco Madero como presidente y proclamaba a Pascual Orozco, como jefe legítimo de la revolución mexicana.Éste plan de Ayala, se considera no solo como un escrito para dar a conocer las ideas zapatistas, sino como un documento inicial del pensamiento socialista en México, sobre todo en los puntos 6,7 y 8.
Con el asesinato de Madero y el ascenso de Victoriano Huerta al poder, la lucha se recrudece, aun así, a pesar de la presión norteamericana, gobernó más de un año y buscó pactar con Zapata, para evitar un frente más de guerra para el ejército federal, pero él se negó a llegar a ningún acuerdo con quienes considera traidores. Luego gobernó Carranza, hombre clave de Estados Unidos; con la creación de un nuevo gobierno, en octubre de 1914 asistió a la convención de Aguas calientes, reuniéndose con Pancho Villa y Carranza, sus aliados en contra de la dictadura. A pesar de haberse aprobado una nueva constitución en 1917, la causa agraria pasó a un segundo plano y Carranza fusilaba a todo el que se negara a cumplir la nueva ley.
Zapata y Villa se unieron, desconociendo a Carranza y proclamando a Eulalio Gutiérrez como presidente provisional de México, lo que ocasionó la continuación de la guerra civil; la división del norte y el ejército libertador del sur entraron en Ciudad de México; Zapata y Villa tuvieron la entrevista de Xochimilco, logrando una alianza militar entre sus ejércitos, Villa aceptó el plan de Ayala y se comprometió a dar armas a Zapata. En Enero de 1914 Zapata toma Puebla, retomado en 1915 por el general Obregón, quien por perseguir a Villa, había permitido que en 1915 Morelos fuera gobernado por los campesinos levantados en armas. En 1916 derrotado Villa e instaurado Carranza, se dispuso la ofensiva contra el zapatismo; ante la carencia de armas y sin el apoyo de villa, casi todo el estado quedó en manos de los constitucionalistas; aunque Zapata en una contraofensiva reconquistó varios territorios; para 1918 el oficialismo dominaba el territorio, y Emiliano Zapata era un guerrillero con poco futuro, su movimiento no logró consolidarse como una verdadera organización político- militar, siendo una rebelión de masas campesinas. Sus hombres se habían tomado el sur, desde su base de operaciones en Tlaltizapán, e instauraron su propio gobierno; después surgieron varios problemas: el saqueo a los que protegían, que poco a poco minó el apoyo campesino; la falta de armas; la poca calidad de sus municiones; el hecho de que Estados Unidos ya no les vendía armas. Con el descontento apareció la traición, el 10 de aril de 1919, el reconocido carrancista Jesús Guajardo le hizo creer que estaba descontento con Carranza, y que estaba dispuesto a unírsele, darle armamento y municiones para continuar la lucha, acordaron reunirse en la hacienda Chinameca, Zapata acampó con sus tropas cerca de allí y a pesar de su desconfianza, solo llevó una escolta de 10 hombres, siendo asesinado a traición, no obstante, muerto siguió siendo propagador de la revolución y símbolo de los campesinos desposeídos. El movimiento Zapatista, aunque decaído continuó, los antiguos compañeros de Zapata integrarían el gobierno aguaprietista, cayendo algunos de ellos asesinados por el gobierno. Una cosa es clara: sin Zapata la reforma agraria es incomprensible, aún muerto Zapata continúa luchando por sus tierras.
Como sucede casi siempre, a la muerte de un líder surge su leyenda: se dice que el cadáver que exhibieron en Cuautla no tenía una pequeña verruga en la cara, o la manita en el pecho, y por ello no era Zapata; o que tenía el dedo chico completo y por eso tampoco era; algunos juraban haberlo visto montando por las noches en As de Oros; otros muchos aseguraban que era un anciano que vivía en una casa tapiada en Anenecuilco; 19 años después de su muerte alguien dijo “Yo vi su cadáver. A ese que mataron no era don Emiliano sino su compadre Jesús Delgado. ¡Dígame a mí si no iba a conocerlo, yo que “melite” a sus órdenes y gané aquellas estrellas! . Un veterano zapatista en su cumpleaños ochenta dijo “No fue Zapata quién murió en Chinameca, sino su compadre, porque un día antes recibió el telegrama de su compadre él árabe. Ahora ya murió Zapata, pero murió en Arabia, se embarcó en Acapulco rumbo a Arabia”
La frase más popular de Emiliano Zapata “Es mejor morir de pie que vivir toda la vida arrodillado” fue popularizada por Dolores Ibaburri la famosa pasionaria española. Y como es normal en el caso de la revolución mexicana, muerto Zapata apareció el corrido”El espectro de Zapata”.
Tal vez en Colombia el dirigente más cercano a las tesis agrarias de Zapata fue el indígena Quintín Lame, infortunadamente en Colombia y México, la reforma agraria es un sueño utópico, que quizá no se realizará, prueba de ello es la aparición del Ejército Zapatista de Liberación Nacional EZLN, en la región de Chiapas, México; y las mingas indígenas que en Colombia, periódicamente salen a organizar paros para reclamar sus tierras, acrecentando así año por año, el número de mártires de sus comunidades.
Respetado Columnista: gracias por tan profundo y riguroso estudio sobre lideres agrarios en México , Emiliano Zapata y en Colombia, Quintín Lame.
La población indígena y campesina, las poblaciones que han padecido directa e indirectamente la explotación del estado, de los grupos al margen de la ley.
Por desgracia, sin ser iguales las situaciones se parecen,los campesinos terminan despojados y nunca. Recuperan sus tierras, eso sí, todos los políticos terminan consiguiendo sus votos ilusionandolos con falsas promesas de decolverselas.milbgracias por su opinión
Buen ejercicio
Mil gracias, agradezco su comentario