Los asteroides rondan la Tierra y son causa de preocupación para una civilización que tiene calendarios, mapas celestes, satélites artificiales y conciencia de su peligrosidad, porque pueden ocasionar la extinción de vida terrestre, como ocurrió en el pasado.
Existe un programa de detección, clasificación, seguimiento y cálculo de las órbitas de asteroides, buscando identificar aquellos que puedan ser potencialmente peligrosos a corto o largo plazo. “El Tiempo” Martes 21 de Mayo de 1996, página 11B publicó el artículo “La Tierra vigila los asteroides”, su autor William J. Broad destaca que, Estados Unidos asumió: “La búsqueda de rocas desplazándose a grandes velocidades por los cielos y que podrían golpear el planeta causando destrucción y muerte”, primer programa gubernamental de esta clase, la búsqueda involucra un telescopio de la fuerza aérea americana, en el monte Haleakala, en la isla hawaiana de Maui, mejorado con una nueva cámara por la NASA, que financia el programa, ésta, detecta objetos desde 100 metros de diámetro, considerados pequeños para ocasionar un desastre global, pero lo suficientemente grandes para causar desastres regionales.
Los cometas y asteroides son escombros que quedaron de la creación del sistema solar: los primeros compuestos de hielo y núcleo rocoso probablemente, nos visitan al ser liberados de sus órbitas naturales, en los bordes del sistema solar, por fuerzas que se desconocen. Los segundos pequeños objetos rocosos, orbitan alrededor del sol, se ubican entre Marte y Júpiter en el llamado “cinturón de asteroides” ( al parecer restos de un cometa destruido por una colisión con otro cuerpo celeste), una vez detectados, sus órbitas pueden calcularse. Hace pocos años que los científicos han aceptado que no estamos en un vecindario seguro, sino que la Tierra está sujeta a bombardeo de esos desechos cósmicos. Los meteoritos son partes del asteroide o cometa, que arden al entrar a la atmosfera terrestre.
Los científicos suponen que un asteroide o cometa debería tener al menos un kilómetro de diámetro para producir un desastre planetario, se estima que hay cerca de 1.700 de estos que podrían tener esas dimensiones, cruzan raudos el espacio a velocidades de miles de kilómetros por hora, y cuya velocidad en el momento del impacto convierte su energía cinética en calor, que los hace explotar con la potencia de millones de armas nucleares: “ Una colisión con una gran asteroide crearía un gran cráter y levantaría una cortina de polvo que obstruiría la luz solar, produciría cambios climáticos, aniquilaría plantas y animales y quizás, acabaría con la civilización”.
Pero no crean que el programa de detección de amenazas espaciales es nuevo, según (www.Astronomía /rozadores), el 13 de Agosto de 1898, el astrónomo Alemán Gustav Witt detectó el asteroide 433 al que llamó Eros, calculó que su periodo de revolución era 1,76 años terrestres, en 1931 Eros se ubicó a solo 26 millones de kilómetros de la tierra, los asteroides que se ubican a menos distancia que Venus son llamados rozadores y en el año de 1932, se descubrieron tres rozadores que se acercaron más que Eros.
Volvimos a saber de Eros, el 14 de Febrero del 2.000 cuando (el país.com/diario) informó que la pequeña nave espacial Near, empezó a girar alrededor de Eros, con el propósito de observarlo durante un año en su órbita alrededor del sol, siendo la primera vez que un vehículo terrestre se sitúa en la órbita de un asteroide, permitiendo estudiarlo como en el tiempo de la primera etapa del sistema solar entre 4.200 y 4.600 millones de años. El 12 de Febrero de 2001 Near aterrizó en el asteroide Eros, siendo la primera nave espacial en hacerlo y enviar señales desde su superficie.
En artículo titulado “La Tierra, en un vecindario peligroso” de Jeffey Winters, publicado el lunes de Julio de 1998 “El Tiempo” página 14 A, se dice que nuestro planeta no solo tiene peligro de colisiones con asteroides o cometas. Al parecer en algunos miles de años seremos afectados por una nube de gas y polvo más densa que el espacio actual, lo que ocurriría en unos cuatro años-luz, unos 10.000 de nuestros años terrestres, y en ese caso nuestro viento solar no ofrecería mayor protección. En dicho artículo, Priscilla Frisch, astrónoma de la Universidad de Chicago advierte: “Otra nube, que podría contener gas relativamente denso y potencialmente destructivo, se halla a 1,5 billones de kilómetros de distancia, alrededor de 250 veces la distancia a Plutón. A la velocidad actual podríamos chocar con esa nube en 2.500 años”, ese choque causaría aumento de radiación cósmica peligrosa para la salud. Sí la humanidad sobrevive a esa catástrofe, podría enfrentar otra peor: “El choque de la galaxia Andrómeda contra la vía láctea, dentro de unos seis mil millones de años”
Hay testimonios de los daños causados por asteroides, ”El Tiempo” Domingo 15 de octubre de 2006, página C3 publicó “Colombiano en descubrimiento histórico” su autor, Juan Uribe cuenta que: “Orlando Hernández es integrante del equipo que halló hace un par de meses las huellas del meteorito que habría separado Australia de la Antártida”, el geólogo hace parte del equipo que formuló la teoría, a partir del hallazgo del rastro que dejó el meteorito más grande que ha impactado a la tierra ,hecho sucedido entre 250 y 260 millones de años atrás, (en el período Pérmico –Triásico) que habría causado una extinción masiva dela vida, un 90% de las especies marinas y 70% de las terrestres, permitiendo el reinado de los dinosaurios por cerca de 185 millones de años. El descubrimiento se hizo gracias a un satélite de la NASA que orbita a 400 kilómetros de altura, de ésta manera se pudo determinar que el diámetro del cráter es de 480 kilómetros y está ubicado a 1.600 metros bajo el hielo antártico; “ El resultado de la exploración geofísica que tomó más de tres años, demostró que la depresión y la protuberancia en la región de Wilkes Lands – al Este de Antártida y al Sur de Australia- tendrían el impacto del meteorito como causa común”.
El gigantesco meteorito dejó un cráter cuya área es 180.000 kilómetros cuadrados, equivalentes al 20% del territorio colombiano; con base en sus dimensiones se calcula que era una enorme roca de 41 kilómetros de diámetro procedente del cinturón de asteroides. Según otra teoría, el impacto de otro meteorito, el de Chicxulub en la provincia de Yucatán en México, causó la extinción de los dinosaurios hace unos 65 millones de años, permitiendo a los mamíferos ser la nueva especie dominante. “La Tarde” del Domingo 8 de Julio de 2012, página 3-B Ciencia, publicó el artículo “El cráter de impacto más antiguo de la tierra”, según el cual, científicos descubrieron en Groenlandia un cráter de 100 kilómetros de diámetro provocado por el impacto de un cometa o asteroide hace 3.000 millones de años.
El último de los cuerpos estelares que ha causado revuelo en el mundo científico fue el ouamuamua, que en idioma hawaiano significa explorador, con forma de cigarro y cerca de 400 metros de longitud, es conocido como el primer asteroide interestelar; surcó la vía láctea por miles de millones de años. Este objeto no identificado interestelar fue detectado en Septiembre de 2017 y seguido por 11 días por todos los telescopios terrestres, observado por el hombre el 19 de Octubre de 2017 en el observatorio de Hawái, su órbita era demasiado excéntrica, al parecer provenía de la estrella Vega a 25 años-luz de distancia de nosotros, es realmente diferente de un cometa, al pasar cerca del sol pareció cambiar su trayectoria y aceleró como si hubiera recibido un impulso del sol o, tuviera una propulsión externa.
Los objetos estelares se clasificaban en asteroides y cometas, a raíz de Oumuamua apareció una nueva categoría: los visitantes interestelares. El destacado astrónomo de la universidad de Harvard Abraham Avi Lober en su libro ”Extraterrerstial”, aseguró que es el primer objeto del que hay certeza de ser fabricado por extra terrestres, teoría valiosa por provenir de él, aunque no compartida por sus colegas, en concepto del señor Avi Lober, el Oumuamua es un satélite fósil enviado en el pasado por civilizaciones extraterrestres, de la misma manera como desde la tierra se han enviado las misiones Voyager y Pioneer.
No todo lo relacionado con meteoritos es tétrico, hace algún tiempo se generó gran expectativa por a el hallazgo de un meteorito marciano, ALH 84001 (Allan Hills 84001) que se especuló tenía fósiles de posible vida unicelular (Wikipedia.org). Otro objeto famoso es una daga encontrada en la tumba de Tutankamón que se supone elaborada de material meteórico, (swissinfo.ch) asegura que era probablemente de Anatolia, fuera de Egipto, regalo del rey de Mitanni a Amenhotep III, abuelo del joven faraón. Tampoco podemos olvidar el meteorito negro adorado en “La Kaaba”, en la Meca por los musulmanes, que creen que dicha piedra le fue entregada a Mahoma por el mismísimo arcángel San Gabriel.