Por Germán A. Ossa E.
Nunca supe, ni creo que sea necesario saberlo, por qué el gobierno cubano jamás quiso dejar que Celia Cruz fuera a su tierra, ni a acompañar a su madre en los momentos de su muerte. Se ha comentado que, sobre los primeros dos años de transformaciones revolucionarias en Cuba, cuando se transmitió la canción interpretada por ella: “Guajiro llegó tu día”, dedicada a la Reforma Agraria, que fue el motivo por el cual se le prohibió volver a la Isla, no solo a acompañar a su progenitora en momentos de una fuerte enfermedad (1962) ni nunca más, por prohibiciones del gobierno cubano.
¿Situaciones políticas?, ¿rabias de parte y parte?, ¿posiciones encontradas? No interesa, creo yo, a estas alturas. Lo cierto del caso es que Celia Cruz regresó a La Habana en un hermoso, sentido, poético e interesante documental, realizado por José Luis Lobato.
Tuvimos la afortunada oportunidad de contactar a su realizador, para que nos permitiera exhibirlo en el marco del XXI Encuentro Nacional de Críticos y Periodistas de Cine que organizamos en nuestra ciudad, el cual, por problemas de pandemia, debimos realizar de manera virtual entre el 25 y el 28 de septiembre de este año, y a decir verdad, nos sorprendió gratamente, toda vez que ella, la reina de la rumba es, y ha sido muy querida, amada y respetada por el pueblo colombiano y no solo por el pueblo cubano y los miles de cubanos que existen por fuera de la Isla.
Familiares cercanos a la cantante y figuras de la cultura cubana hablan en este material de ambos asuntos y dan sus propias versiones de sus causas.
En la nota que muy amablemente nos enviara José Luis Lobato, autorizando su exhibición y agradeciendo nuestra invitación nos dice: “En un trascendental momento histórico, cuando lo construido parecía condenado a desaparecer, surge la necesidad de defender la cultura popular, no digo de los incesantes y cotidianos procesos de transculturación de los que sabemos, sino de las decisiones de borrar aquello que no se ajuste a la estandarización de la creación y el consumo cultural a establecer. Precisamente ahí radica la esencia que motivó la realización del documental “CELIA CRUZ regresó a La Habana”, allá en el lejano 2003.
En ese trance, en que lo primero a salvar debe ser la cultura, manos amigas se juntan a las nuestras para pensar en una serie de documentales sobre significativas figuras de la música cubana de todos los tiempos. Soñamos en lograr impactos en circuitos de distribución tanto en salas como en televisión y tender puentes de entendimiento entre nuestros pueblos, a través del cine. El entusiasmo desaparece con la noticia de que, luego de la correspondiente consulta, esos contenidos a producir en Cuba ya tenían vetada su difusión, increíblemente antes de su creación.
De aquel empeño logramos salvar “CELIA CRUZ REGRESÓ A LA HABANA”. Es bueno significar que varios festivales a los que fue enviado lo apreciaron, pero no aceptaron su programación. El Festival Internacional de Cine de Huelva, España, lo seleccionó entre los mejores de Iberoamérica del 2005.
El noble propósito de reconocer que Celia Cruz es patrimonio de Cuba, de rendirle un homenaje a ella y a la cultura cubana, creó un ambiente nada propicio para continuar la exhibición del documental. Mi decisión personal fue retirarlo de circulación.
Aquel contexto no es el de hoy. Es por eso que les propongo lo miren, agradeciéndoles de antemano que lleguen hasta el final y ojalá lo disfruten.
Va mi agradecimiento a Germán Ossa por la invitación a estrenarlo en Colombia y la posibilidad de llegar a ustedes en este importante evento cultural”.
La Habana, 26 de septiembre del 2020
JOSÉ LUIS LOBATO
Y queremos decirle al Maestro Lobato que nos dimos el lujo de ponerlo en la plataforma que nos permitió dejarlo ver en su totalidad durante el 21 Encuentro Nacional de Críticos y Periodistas de Cine que llevamos a cabo al finalizar la semana anterior y encontramos que la aceptación de los espectadores especializados en apreciación cinematográfica, críticos de cine, amantes de la salsa, seguidores y seguidoras de la reina Celia Cruz y de muchos amantes del cine en general que no solo de nuestro país, sino de otros vecinos y seguidores de nuestro evento, fue total.
Por todo ello y por la confianza prestada, Maestro José Luis Lobato, le damos nuestros más sinceros agradecimientos y todo sea por la posibilidad de hacer realidad ese sueño de tender verdaderos puentes de entendimiento entre nuestros pueblos, a través del cine.