Por ÁLVARO CAMACHO ANDRADE
Un día a comienzos de 1993 me llamó Luis Fernando Baena gerente del periódico La Tarde donde trabajaba como fotógrafo y me dijo: – Camacho hoy va a cubrir la rueda de prensa de Chayanne en el Gran Hotel, mi hija Carolina me pidió que le consiguiera como ingresar al salón y tomarse una foto con el cantante. !No acepto que regrese sin tomarle la foto!.
– Claro doctor Baena con gusto. Le dije.
Logramos ingresar al salón 15 minutos antes. la adolescente se sentó en una silla de la cuarta fila por donde debería pasar el artista.
– Camacho estoy nerviosa- me dijo
– Tranquila
– ¿cómo me va a tomar la foto? dígame qué tengo que hacer
-Tengo una idea, cuando él vaya entrando yo le hago zancadilla, va a caer, usted lo ayuda a pararse y en el momento en que le esté dando las gracias yo tomo la foto.
– No me moleste, estoy muy nerviosa
-Entonces hagamos una cosa, como usted es la única chica de la rueda de prensa le va a decir muy respetuosamente -Don Chayanne, es usted tan amable y se toma una foto conmigo, a ellos les gusta que les digan así.
-!Camacho! no me recoche
– El último recurso es el siguiente: a ellos les dan agua todo el día, lo mas seguro es que cuando esté en la rueda de prensa vaya al baño, cuando vaya saliendo se para rápido , lo coge del brazo y yo tomo la foto.
– Camacho usted es muy maluco. Me dijo.
De un momento a otro entró Chayanne en tropel con un mundo de gente, se sentó en la mesa sin dar oportunidad de tomarle fotos y comenzó la rueda de prensa, Ahora el nervioso era yo.
– !Camacho la foto!
– Esperemos a que termine, nos acercamos y se la hago.
El caso es que terminó la rueda de prensa, solo pude hacerle fotos mientras hablaba porque después se armó un tumulto y se lo llevaron. No hubo foto con Carolina.
– Le voy a contar todo a mi papá- me amenazó la niña a punto de llorar
Casi me echan del trabajo y todo porque a Chayanne no le dieron ganas de ir al baño.