Una ciudad tiene que ser amigable con todos los ciudadanos, sin distinción de edad, sexo, clase o condición, pero muy particularmente con los más vulnerables, entre los cuales se encuentran los adultos mayores. Es también para ustedes, jóvenes. Los jóvenes de hoy son los adultos de mañana.
Nos reunimos con promotores del bienestar para el adulto mayor “Ciudad Amigable”, en casa de Martha Forero y un grupo de ciudadanos comprometidos con esta causa, Martha Portugal, Jorge Alberto Velázquez, Jairo Echeverry, entre otros, quienes comienzan a construir este sueño de ciudad.
En la Alianza Francesa, el conversatorio “Diálogos de Ciudad” organizado por Carolina Hidalgo, con la participación de Martha Yesid Largo de la asociación “Cuidadores en Acción” abordó el tema “Mirada al adulto mayor en la salud, la familia y la institución” destacando, por iniciativa de Carmenza Villada, que gran parte de las normas necesarias están en la constitución de 1991 pero nos privamos de sus beneficios debido a que no las conocemos. Cuánta falta hace la formación cívica.
Para construir ciudadanía tenemos que conocer plenamente nuestros derechos y defenderlos por todos los medios que la constitución nos faculta. Asimismo, los recursos para el adulto mayor necesitan ser estrictamente vigilados por una ciudadanía empoderada porque ese es un frente muy propenso a ser víctima de los carteles de la corrupción.
Son muchos los pasos necesarios para ir transformando esta sociedad en la deseada “Ciudad Amigable” convirtiéndola en el lugar apropiado para vivir y disfrutar.
La calidad del aire, tiene que ser medida constantemente, aspecto que en Pereira solo se hace eventualmente. Con el ruido también es necesario actuar para que las normas se cumplan. Este factor, que no ha sido cuidadosamente atendido, afecta de modo sensible el bienestar ciudadano y de manera especial al adulto mayor.
Los parques, senderos, vías y parterres deben contar con excelente jardinería y ornato. La Organización Mundial de la Salud en su guía “Ciudades Globales Amigables con los Mayores” establece que para considerar amigable la ciudad tiene que tener un “entorno agradable y limpio” y “espacios verdes” debidamente planificados, ordenados, mantenidos y cuidados, características consideradas como de alta importancia en las encuestas especializadas.
El mobiliario debe obedecer a un plan específicamente establecido para brindar el descanso requerido. “…característica urbana necesaria para las personas mayores: para muchos de ellos resulta difícil caminar por su área local sin disponer de un lugar para descansar”.
Las aceras o andenes deben ser amigables con la edad, respondiendo a precisos estándares. “El estado de las aceras tiene un impacto evidente sobre la capacidad para caminar en el área local. Las aceras angostas, dispares, rotas, con cordones altos, congestionadas o con obstrucciones presentan peligros potenciales y afectan la capacidad de las personas mayores para transitar”. En Pereira es indispensable adecuar las aceras para que pueda considerarse seguro el adulto mayor a pie o en silla de ruedas.
Los cruces peatonales deben ser seguros, para lo cual es necesario establecer medidas encaminadas a mejorar las condiciones para el cruce de calles y deben establecerse lugares a los cuales sea fácil llegar: Accesibilidad.
Las autoridades deben garantizar que este sea un entorno seguro “La sensación de seguridad en el entorno de vida particular afecta fuertemente la predisposición de las personas para moverse en la comunidad local. Esto, a la vez, afecta su independencia, su salud física, su integración social y su bienestar emocional”.
La ciudad debe crear caminos y bicisendas, separados de las ciclovías convencionales. Son parte de un entorno amigable con la edad y promotor de la salud.
La normativa para los edificios, debe incluir los conceptos amigables, “Para que los edificios sean amigables con la edad deben estar dotados de ascensores, escaleras mecánicas, rampas, pasillos y entradas anchas, escaleras adecuadas con barandales, pisos anti-deslizantes, zonas de descanso con asientos cómodos, señalización adecuada, baños públicos con acceso para discapacitados”.
Se debe establecer atención prioritaria a los clientes mayores tanto en los bancos y oficinas públicas, como inculcando cultura ciudadana de atención especial al adulto mayor en los establecimientos comerciales y en los servicios de transporte.
También debe existir un programa serio y planificado de agricultura urbana como componente clave de la integración familiar con la inclusión de los adultos y para mejorar las condiciones de vida, apropiándose de los beneficios de la naturaleza para el bienestar psicológico.
Y por supuesto, indispensable para que una ciudad sea amigable es el rescate de la URBANIDAD, esas normas que lamentablemente han quedado en el olvido y que resultan tan importantes para la convivencia.
Recuerdo cuando la acera y el asiento del bus se les cedía a las damas y a los mayores, cuando se saludaba a todas las personas con cortesía y se daban las gracias por toda atención o servicio. Tenemos que rescatar la urbanidad.
Aunque hubo quienes esgrimieron el argumento de que el lote del San Mateo es demasiado grande para cumplir la función de parque, demostramos que menos de 90 hectáreas es una superficie pequeña si se compara con las de otras ciudades: Central Park, Nueva York 341 hectáreas; Stanley Park, Vancouver 404 hectáreas; Phoenix Park, Dublin 710 hectáreas; Parque Chapultepec, Ciudad de México 720 hectáreas; Parque Metropolitano, Santiago de Chile 730 hectáreas; Griffith Park, Los Ángeles 1.700 hectáreas.
Y aquí muy cerca, el barrio Chipre de Manizales, cuenta con excelentes parques dotados de magnífica forestaría y esplendorosa jardinería, senderos y atractivos diversos que debieran servirnos de guía para implementar los programas adecuados, evolucionando hacia la idea completa, clara y precisa de lo que es un parque y de lo que ello implica en la vida ciudadana.
El Gran Parque San Mateo, lote que fue adquirido con recursos de los ciudadanos mediante colecta pública, como producto del civismo que ha caracterizado a Pereira, es el lugar apropiado para destinarle algunas áreas dignas a nuestros adultos mayores en armonía con lugares adecuados y atractivos para niños y jóvenes, con paisajes, naturaleza, actividades lúdicas e interacción familiar y social.
¿Te gustó esta descripción de ciudad? Súmate, hay mucho por hacer, agrega tu energía, entusiasmo y fe. Unamos esfuerzos para que logremos la ciudad amigable que debemos tener.
gracias por esas bebdiciones pero lo primero es enseñarnos a crecer con alegria para quirar los miedos y darnos una atencion de salud como no la merecemos todos y pensar en la relajacion en enseñarnos a respirar y a nutrirnos para estar sanos
Más árboles.
De acuerdo Consuelo, más árboles.
Buenas observaciones, Jorge Alberto. «Deben aparecer los cinturones verdes»; «La ciudad debe ser orgánica». Gracias por tus valiosas opiniones
Deben aparecer los cinturones verdes en la ciudad, parques y senderos arborozados, dotados de zonas lúdicas recreativas y culturales, que le brinden al ciudadano, un espacio amable para circular. Aprovechar las microcuencas y zonas ambientales y adecuarlas, para que sean utilizadas debidamente, por sus vecinos.
Deben aparecer los cinturones verdes en la ciudad, parques y senderos arborizados y dotados de zonas lúdicas recreativas y cuturales, que le brinden al ciudadano, un sendero amable para circular.
Recuerda la ciudad debe ser orgánica. La ciudad debe ser a escala. Un adulto merece, dar la vuelta a la manzana y encontrar en su entorno, dónde descansar.
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