La palabra eficiencia es indispensable para enfrentar los desafíos de la Colombia que desea ponerse a tono con la modernidad. En el aspecto rural particularmente, hay que pasar de la retórica a la acción: eficiencia en términos ambientales, sociales y económicos… Pero ¿qué estamos haciendo en esa dirección?
¿Qué acciones se están procurando, en los campos técnico, ambiental, político, social y económico, para impedir que la ineficacia continúe siendo lo que reina en nuestros campos y así evitar que se dilapide el esfuerzo, el trabajo y la ilusión de los campesinos?”.
Este megadiverso país tiene enormes potencialidades para convertirse en la gran despensa alimentaria de la región y del mundo. Lo confirman ejemplos que, aunque aislados, son muy reveladores: Plátano en Buga, vereda Monterrey, cambio cultural que condujo a incrementar la productividad y por supuesto la competitividad y la rentabilidad. También en el Valle, caso de maíz 12,0 t/ha (aunque la media nacional es de 4,0 t/ha). En el Meta, plátano 13,3 t/ha frente a la media nacional 8,7 t/ha. Café, Nariño departamento estelar (1,8 t/ha) bastante más que la media nacional 1,3 t/ha en superficies importantes 46.000 h. Datos ENA-DANE y FAO.
Por el impacto social, ambiental y económico que representa el caso de las Fincas-Escuela, debo destacar el ejemplar caso de una agroexportadora que debido a una recurrente pérdida de competitividad, buscó asesoría de Fundación Suiza de Cooperación para el Desarrollo Técnico en Ecuador, quien con la Corporación Andina de Fomento CAF implementó este programa – en el que fuimos los consultores Nelson Orrego y yo (autores del libro “AGRO Amigable con el Medio Ambiente”). Cito como ejemplo el cultivo de Pepinillo (Pickles): Con la misma semilla y en los mismos suelos que cosechaban solo 5.000 Kg/ha pasaron a rendir 37.000 Kg/ha, (7 y media veces más) y redujeron el costo en finca de US$ 0,46 a US$ 0,11 (la cuarta parte) practicando agricultura limpia:
La agroindustria ganó competitividad al tiempo que las familias productoras mejoraron su nivel de vida y se benefició la región por la contribución de esos resultados al dinamismo de su economía y de su actividad comercial.
Además, el campo no solo produce alimentos, es una excelente gama de oportunidades para la diversificación: agro y ecoturismo, turismo rural comunitario, agroindustria, aromáticas, medicinales, especerías, flores, follajes, insumos orgánicos y otros derivados como la piscicultura aprovechando las reservas hídricas.
¡En el campo Sí se puede! pero si al conocimiento tradicional se le agrega la innovación. Sí es posible pasar de la agricultura de pérdidas, a una agricultura limpia, eficiente, rentable y competitiva, poniendo en primera fila las Buenas Prácticas Agrícolas y la producción asociativa de compost, humus, lixiviados, caldos minerales, perfectamente alineados con la teoría de la Trofobiosis en la que Francis Chauboussou estableció que “En suelos sanos, los cultivos son sanos y que en cultivos sanos las plagas se morirían de hambre”
“Un insecto no tiene el complejo enzimático para alimentarse de una planta sana por lo que debe buscar hortalizas enfermas” agregó Chaboussou.
La disyuntiva: producción alimentaria y protección ambiental es el reto que nos planteamos Nelson Orrego y yo en el libro “AGRO Amigable con el Medio Ambiente” de circulación gratuita, creando comunidades de lectura, estudio y discusión entre lectores, autores y docentes. La Descarga Gratuita se activa en el enlace: https://agroambiental.co/producto/agro-amigable-con-el-medio-ambiente/
El corazón del libro es la «Protección y uso adecuado de los recursos naturales en la producción alimentaria, orientándola a mejorar la productividad priorizando el conocimiento para evitar plagas y enfermedades, en lugar del modelo que ha intentado combatirlas».
La ausencia o escasez de conocimiento Sí incide directamente en la productividad. Los bajos rendimientos ocasionan impactos muy serios y graves en el desarrollo social, principalmente porque desaparecen grandes cantidades de puestos de trabajo. En el caso del maíz, por ejemplo, cuando se cumpla el propósito de sustituir las importaciones se habrán generado unos 600 mil puestos de trabajo directos y otros miles adicionales por las actividades colaterales en los municipios donde estos cultivos se desarrollen.
Se requiere CONOCIMIENTO AL CAMPO, actualización, innovación, reingeniería del agro; aplicación de Fincas-Escuela para reaprender, incorporando el conocimiento del agricultor pero en armonía con las innovaciones: Biotecnología; germinación protegida; riego localizado; ambientes protegidos y controlados, en fin, tecnología, eso que tanto nos asusta y que es simplemente la suma de los avances del conocimiento rural en los últimos 70 años.
Excelente artículo estimado Ferley. Como tú muy bien lo mencionas, se requiere CONOCIMIENTO AL CAMPO, ningún proceso será exitoso si excluye la formación. Esperemos que ahora sí se den buenos tiempos para el campesinado Colombiano.
Mi carísimo compañero y Leon del campo : Estamos en una oportunidad unica : si aprovecharemos las enseñanzas de la la naturaleza y los avances sanos de la ciencia y la tecnologia ,como dice la canción » EL MUNDO CAMBIARIA «
Perfecto
interesante artículo doctor en Henao para corroborar lo suyo en la zona de urabá tengo dos hectáreas de maracuyá orgánicas donde las trabajo con cobertura de desmodium y aplicaciones biológicas e inductores de resistencia, la fertilización sí me ha tocado hacer la química pero va con un componente altamente de 0 plaguicidas creo que es un aporte también a lo que estamos hablando con muy buena productividad
Excelentes artículos, Dr. Henao
Gracias maestro Ferley, una vez mas se reafirma la necesidad de EDUCACIÖN como herramienta de cambio. El campo necesita renovarse al pasar de la cosecha a la transformación que da valor a los productos. Es le momento de hacerlo posible y todo depende de quienes lideramos estas incoativas. Saludos.
Felicitarlo maestro Ferley porque con este escrito se demuestra que los aportes del sector campesino y de su gente a Colombia y al Mundo en materia alimentaria puede ser grande en este nuevo cambio de modelo económico que está viviendo nuestra región. El campo será la reserva alimentaria de los Colombianos y del mundo entero y eso beneficiaria a millones de personas en el mundo, incluido nuestro sector campesino.
Es una excelente, propuesta para los agricultores que muchas veces se desaniman con los resultados de su producción y muchas veces no saben, el porque? De sus bajos rendimientos. Este mensaje está dirigido para despertar y desafiar al agricultor a mejorar sus rendimientos, mediante las nuevas técnicas y procesos propuestos para estos fines socios económicos, protección ambiental, etc. Felicitaciones Ferley Henao Ospina.
Gracias Ferley. Elocuente respuesta a mis dudas sobre la productividad del campo en los países tropicales que ha sido muy cuestionada por diversos autores como el economista Salomón Kalmanovitz. Entiendo que hoy todavia la productividad del maíz y el trigo siguen siendo mayores en países con estaciones climáticas. Hay mucho por hacer y aparentemente la coyuntura política colombiana favorece el cambio.
Magistral clase de ECONOMÍA AGRÍCOLA, en una Columna.
Felicitaciines Maestro Ferley y gracias al OPINADERO, que permite estas publicaciones.
Abrazos.
Gracias Germán. Tu opinión es muy valiosa.
Gracias.
Lecturas como está reavivan una vez el campesino que llevo dentro.
Cómo Abejero, ese campesino sin tierra que soy, el Apicultor, invita a repensar el campo de nuestra Colombia como un Bosque de miel.
Ahí cabemos todos abejas Nativas, abejas introducidas y Polinizadores.
Y agricultores.