Por GERMÁN ALBERTO OSSA E.
Geross
UNA cosa es una cosa y otra cosa es otra cosa. No quisiera volverme cansón, pero ya lo he dicho más de una vez. EL OLVIDO QUE SEREMOS, esa muy bella cinta española que financió Colombia, la hicieron muy grande dos españoles: el director Fernando Trueba como director, ganador del ÓSCAR de la Academia y uno de los mejores actores de ese país europeo, don Javier Cámara, que desempeñó a carta cabal, el papel del Dr. Héctor Abad Gómez, padre del escritor Héctor Abad Faciolince. Y nos la vendieron y nos han hecho creer hasta la saciedad, que es colmbiana, porque don Dago García, que ha hecho como 10 PASEOS ( y ahora se viene con uno nuevo en el que la señora Amparo Grisales aparecerá como «el Ave Fénix», haciendo cualquier cosa) y Caracol Televisión ponen todo el dinero que costó volver el libro de Faciolince en la película que ya vimos; y ahora, con MEMORIA, esta otra cinta que es muy internacional, con un extraordinario realizador tailandés (Apitchapong Weerasethakul) que ha estado en nuestro país más de una vez, y en el Festival de Cine de Cartagena, con su amiga, la señora Diana Bustamante, que ha trabajado en dicho certamen y que camina por entre las nubes, a quien acompañaron talentosos actores y actríces extranjeros también, como el mexicano Daniel Giménez-Cacho, la francesa Jeanne Balívar y la protagonista, excelente actriz y ganadora del ÓSCAR DE LA ACADEMIA inglesa Tilda Swinton, también la están convirtiendo en película colombiana, porque pusimos unos pesos, unas locaciones y algunos destacados actores (Juan Pablo Urrego y Elkín Díaz, entre otros pocos).
Debemos ser respetuosos antes que nacionalistas y respetar las distancias.
Obvio, no somos enemigos de las coproducciones, de las obras de arte que son hechas a cuatro manos, de las compisiciones hechas por artistas de varios países, que comparten saberes y talentos, pero seamos sinceros, respetemos distancias.
Cuando veamos MEMORIA, nos vamos a dar cuenta de porqué el Jurado de la versión número 74 del pasado Festival de Cine de Cannes miró con tan buenos ojos, con tanto respeto y admiración y valoró tanto esta hermosa y sentida película, en la que la perfección de su factura, nos obliga a tomar con honestidad, cierta distancia.
Tiene que aparecer una cinta colombiana que tenga de todo, pero colombiano. Va a ser inolvidable y me imagino las fotos de los actores, técnicos y realizadores colombianos luciendo con orgullo esa bandera colombiana que por ahora la han exhibido, puros extranjeros en esas imágenes que nos han asombrado en las primeras páginas de tántos diarios en el mundo.
……..
Y de remate, qué dolor saber que esta versión número 27 de EUROCINE, llamada Fuera de Límites, que va a mostrar más de 20 poderosas películas de tan importante continente geográfico en nuestro país, sólo alimente los ojos de los exquisitos espectadores de 3 ciudades de nuestra Colombia del alma: Bogotá, Medellín y Manizales.
Qué pesar. Y qué envidia !