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LUIS FERNANDO CARDONA
Director Fundador

Actualidad¿Cómo andamos de la cabeza?

¿Cómo andamos de la cabeza?

  • Hacer realidad mayor atención y cuidado en salud mental para todos es el llamado de conciencia que realiza hoy a la humanidad la ciencia frente al daño creciente desatado por el confinamiento, la incertidumbre y la pérdida de confianza durante los veinte meses de pandemia en el planeta.
  • “Nos cuesta admitir que hay que cuidar la cabeza. De saber lo que ayuda habría ido mucho antes a la psicóloga” Ana Peleteiro, medallista olímpica España, Tokio 2020.  Octubre 10 Día mundial salud mental.

Es más difícil llevar vida humana saludable en la era de la inteligencia artificial que está arrasando la autonomía y racionalidad en la diversidad de etapas del ciclo vital con desproporcionada incidencia en la salud mental de la infancia sometida a la virtualidad y el abandono afectivo de sus familias comenzando por sus padres.

Cada día aumenta la realidad de los trastornos mentales en niños y adolescentes, los niveles de depresión y el volumen dantesco de suicidios como escape a la insostenible realidad del abandono a la suerte de la fría tecnología que no tiene respuestas de ninguna índole a las carencias y necesidades afectivas, de reconocimiento y compañía del calor afectivo más escaso cada vez para los humanos en formación.               

El más difícil acceso progresivo a las oportunidades de desarrollo en educación laboral y trabajo formal decente con participación de cuerpo presente en experiencias de trabajo colectivo, en equipo, consolidación profesional, está desatando una endemia de soledad, individualismo, inseguridad para el contacto social, la conexión presencial con los otros, cuyas consecuencias socio emocionales son incuantificables en daño a la salud mental de los nuevos en medio de un relevo, un cambio de sociedad de jóvenes a una de viejos con menores garantías reales de sostenibilidad por todo el deterioro de la protección, seguridad social, pensión efectiva y participación en la vida social.  

El estigma que sigue pesando sobre la salud mental y prevención en esta dimensión de humanidad, cobra vidas y grave deterioro de la coexistencia familiar y social muy afectada durante los veinte meses de confinamiento por pandemia covid 19, que fue un acelerador detonante de un progresivo deterioro acumulado a lo largo de la realidad social acentuada durante este siglo de virtualidad en la vida digital convertida en el más peligroso doble filo en manos de todas las edades, pero con mayor riesgo en los pequeños.

Niños de un año de edad neutralizados para silenciar su ruido con dispositivos móviles en sus manos, son el peligro más inocente desatado por padres sin conciencia del daño mental anticipado que están infringiendo a sus hijos incursos en hábitos discapacitantes por anticipado sin la oportunidad de hacer el ciclo de desarrollo de habilidades básicas en el inicio del camino. El deterioro progresivo de la salud mental está agudizado por la inconsciencia de los responsables de crianza y formación de los nuevos con practices extendidas sobre la vida propia adulta y sobre los humanos en edad de vejez para controlar la ausencia de ocupación en etapa de jubilación.

“La gente anda diciendo que tú y yo estamos locos Lucas” era el estribillo de una caricatura sobre pérdida de cordura y autonomía en un programa repetido durante cincuenta años en la televisión para deficientes que ha padecido esta sociedad sometida a todos los traumas, abusos, conflictos y la desgracia de una clase dirigente incapaz de hacer conciencia sobre la degradación a la que llevaron la realidad de naciones como Colombia y sus similares en Latinoamérica, comandadas por la locura del mal ejemplo en el manejo de lo público, la política y el desarrollo para unos pocos a costa de la brecha social gigante que aumenta en pobreza y exclusión de las herramientas para participar y construir inclusión real de la mayoría excluida en mayor vulnerabilidad.   

¿Puede alguien certificar que hay salud mental en la sociopatía demostrada por los caracterizados manipuladores del poder con todas las consecuencias evidentes en la realidad de las sociedades atrapadas en estos regímenes de degradación de derechos y dignidad de la mayoría de la población?.

Si no comienza la familia por asumir conciencia de una mayor atención, cuidado, comprensión y acompañamiento para hacer real trabajo por proteger y fortalecer la salud mental del colectivo y avanzar en el desarrollo humano armónico de todos, no existe posibilidad de sobrepasar la crisis agobiante y galopante de la enfermedad mental que pesa sobre estas sociedades. Estamos en la mayor crisis de salud mental que haya vivido la humanidad en tiempos de omnipresencia y supresión de distancias por la vida hiperconectada, compulsiva y de crisis total de atención capturada por los monopolios del negocio digital concentrado en menos manos cada vez. Hacer conciencia y ejercer autonomía  para sobrepasar la endemia en salud mental, es la responsabilidad de todos desde el fuero individual y colectivo. 

Escrito por Hernando Ayala M. Periodista     Mail   disnnet@gmail.com

3 COMENTARIOS

  1. Respetado Columnista: Excelente .
    Quedamos como lectores de El Opinadero tan gratamente informados.

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