El espectro político del país, el cual sigue bajo la catarsis generada por los cambios de las últimas elecciones presidenciales que condujeron al triunfo del doctor Gustavo Petro, ha puesto a sus actores en una incertidumbre alimentada por la polarización.
Esta es la hora que en ninguno de los extremos de dicho espectro emerge figura alguna para la contienda electoral del año 2026. En el ala derecha se espera el guiño del expresidente Uribe Vélez y en el ala izquierda, quien sería su jefe natural, la anuencia del presidete Petro Urrego.
El problema es que los candidatos a ser ungidos por dichos líderes, no están claros. Los ingentes esfuerzos de las doctoras María Fernanda Cabal, Paloma Valencia, la señora Vicky Dávila y el doctor Miguel Uribe Turbay, buscan concitar las simpatías de las bases del Centro Democrático. Actualmente este partido se encuentra organizando sus comités municipales, con miras a que de dichos comités se designen los delegados a los comités departamentales, y finalmente, poder constituir el órgano de dirección nacional.
La idea es que el candidato presidencial del Centro Democrático surja por consenso de las bases. En el lado de la izquierda las elecciones regionales no le favorecieron mucho, por lo que la coalición Pacto Histórico se ha visto avocada a un replanteamiento que incluiría la creación de un partido único que recoja las distintas vertientes de dicha izquierda y que hacían parte de esa coalición.
Varias personas de manera aislada están tratando de buscar pista para de alguna forma convertirsen en «presidenciables», caso los señores Aurelio Suárez y Carlos Amaya. El problema es que el doctor Aurelio Suárez no tiene un reconocimiento como militante (antiguo) en dicho partido que le permita ser ungido como candidato por el Centro Democrático. Por su parte el doctor Amaya podría encontrar reparos en el proyecto de la izquierda, ya que él en la pasada contienda presidencial fue ajeno a la campaña del Pacto Histórico.
Algunas tendencias comprometidas con el llamado Gobierno del Cambio, están postulando al doctor Iván Cepeda quien cuenta con largo historial personal y familiar en la izquierda, adicionalmente es senador por el Pacto Histórico.
Los pergaminos de la doctora Cabal son principalmente su tiempo de militancia en el Centro Democrático, su condición de Senadora y el hecho de ser uribista «pura sangre». A la doctora Paloma Valencia la podría favorecer el ser nieta del expresidente Guillermo León Valencia, igual situación acontece con el doctor Miguel Uribe Turbay, nieto del expresidente Julio César Turbay.
Como quiera que faltan dos años para las elecciones del 2026, aún hay tiempo para que de los procesos democráticos internos de los partidos surjan las respectivas postulaciones, y las cuales van a tener mucho que ver con la experiencia en cargos de gobierno, hoja de vida, liderazgo social, y sobre todo que no tenga investigaciones por corrupción.
*Directivo SOER (Sociedad Escritores de Risaralda)