Como orgulloso padre de dos hijos siempre tengo claro el papel que cumplo en sus vidas, desde el primer momento recibí la noticia con felicidad y entusiasmo. La concepción de un hijo debe ser una decisión en pareja, consensuada y planificada; para ello es clave la educación sexual en los jóvenes quienes en muchos casos no conocen sobre los métodos anticonceptivos.
Como colombianos no podemos permitir que el aborto se convierta en otro medio anticonceptivo, la Corte ha sido clara con las causales únicas por las que se puede intervenir un embarazo y la irresponsabilidad no es una de ellas, no podemos permitir que se repitan casos aberrantes como el de la mujer que decidió abortar a los 7 meses de gestación. La vida de nuestros niños es sagrada.
El artículo 11 de nuestra Constitución Política cita, «el derecho a la vida es inviolable. No habrá pena de muerte», debido a ello muchos de los peores homicidas de la historia se les ha respetado su vida sin importar el delito atroz del que son responsables. Quienes apoyan el aborto no son conscientes que atentan contra la vida del ser más inocente, violando su derecho constitucional.
Nuestro compromiso debe ser hacia el respeto por la vida, conservando los principios y valores que nos distinguen como sociedad, el Estado debe ser garante de la protección de los niños incluso antes de su nacimiento, pues en ellos esta el futuro de nuestro país y del mundo.
Como colombiano, padre y Senador rechazo totalmente cualquier idea que vaya en contra de la vida, rechazo las excusas y argumentos de quienes defienden su despenalización y los califico como irresponsables e insensibles, y a quienes defienden los derechos animales y al mismo tiempo el aborto los considero personas de doble moral