En estos días con mucha tristeza en el corazón conocimos la noticia de la fuga y el asesinato de los chimpancés Pancho y Chita, amados y queridos por los pereiranos a través de los años, un hecho lamentable que nos lleva inexorablemente a la reflexión. Muchos odian y rechazan los parques zoológicos y los bioparques turísticos, pero nos quedamos cortos en la educación, sensibilización y control que debemos tener con el cuidado del medio ambiente donde la acción devastadora del humano en su afán por conquistar el mundo es cada vez más catastrófica propiciando acciones como la contaminación y la deforestación ambiental, generando graves daños al planeta que habitamos, reflejados en la modificación de los diferentes ecosistemas, la contaminación del medio ambiente y la crisis climática. En el contexto regional, nuestro departamento está ubicado en una posición estratégica frente al paso obligado de diferentes departamentos, siendo un corredor de gran importancia para el ejercicio de las actividades económicas del país. Pero está posición geoestratégica también lo hace muy vulnerable para el tráfico y la comercialización de fauna silvestre, especialmente de departamentos como el Chocó hacía otros, debido a la riqueza en biodiversidad natural que allí habita. De igual manera el tráfico de fauna del norte al sur del país y viceversa es de gran influencia en el paso por el departamento de Risaralda detectado por las autoridades. La caza, comercialización y tráfico indiscriminado de especies nativas como la Guacamaya Amazónica, las tortugas Hicoteas o Morrocoy y las boas constrictor o imperator (nombres comunes), son detectadas por la autoridad ambiental en su tránsito por Risaralda, lo cual muestra la falta de conciencia y la acción desmedida del ser humano, no solo por acabar con su ecosistema, sino por generar riqueza a toda costa. La falta de conocimiento y conciencia ambiental nos está llevando a la destrucción de nuestro propio hogar y por consiguiente a la aniquilación de la raza humana. Pareciese que nosotros los hombres supuestamente racionales estamos empeñados en destruir nuestro propio planeta. Extraer la fauna silvestre de su hábitat es una acción salvaje que condena a la muerte a casi 7 de cada 10 individuos capturados para esta práctica, esto le cuesta mucho trabajo y recursos en presupuesto a las autoridades ambientales, donde en su afán por rehabilitar el daño ocasionado por el hombre, tratan de hacer todo lo posible para salvar, curar y rehabilitar a los individuos que llegan a los centros de rehabilitación o en el caso de no tener éxito terminan en parques como Ukumarí. en el 2023 la Carder llevó más de 1.500 individuos al hogar de paso para ser rehabilitados productos del tráfico ilegal. Rechazar y denunciar estas prácticas malignas en contra del medio ambiente es obligación de los ciudadanos de bien, si no queremos ver individuos en los parques zoológicos. Frente al hecho lamentable de los chimpancés, hay versiones que dejan muchas dudas, hablando con funcionarios de Ukumarí y por conocimiento al respecto hay protocolos que se deben cumplir debido a la certificación ambiental e internacional que tiene el parque, en este caso se le dio prioridad a la forma más que al fondo que era la de salvaguardas la vida de los animales, Panchito ya se había fugado una vez y fue capturado, no concuerda la versión que si se sedaban, este efecto podría tardar de 10 a 30 minutos y esto podría poner en riesgo la vida de las personas, Pancho es un primate calmado, todos vimos los videos, los chimpancés llevaban más de 8 horas fugados y no generaron riesgo a la población, era importante agotar todas las instancias y procedimientos antes de ser sacrificados, ni siquiera fueron sedados, se impusieron de manera más rápida los protocolos y las balas, dejando grandes dudas la reacción del parque frente a tal situación. El alcalde, como jefe del municipio, no agotó todos los recursos a su alcance para tomar tal decisión, ya que indudablemente él conocía lo sucedido, lo cual manifestó en redes sociales.