Algo muy malo está pasando con la salud mental y las aspiraciones de muchos jóvenes en Colombia. Eso de centrar sus metas como mercenarios, en un país que no conocen, y sin ninguna garantía de regresar vivos, es un asunto que debe ser preocupación de toda la sociedad.
Es que no son pocos los aspirantes que se inscriben a través de las diferentes empresas constituidas en el país, con el objeto de exportar mercenarios (combatientes) a todos los países que lo requieran: Ucrania, Rusia, Yemen, Sudán, Afganistán, Israel, Haití. La ideología no importa; para estos empresarios de la muerte, lo importante es el negocio, el dinero por la transacción del producto (mercenario), y para el mercenario (sicario en Colombia), la sensación de seguir disparando y matando, con la promesa de recibir un salario (pago), que en la mayoría de los casos no se cumplen de acuerdo a lo pactado.
Si se tiene en cuenta que muchos de estos jóvenes han sido soldados profesionales en Colombia, habría que girar y amplificar la lupa hacia nuestras fuerzas armadas, en tanto que los principales dueños de estas empresas exportadoras de mercenarios, pertenecen o han pertenecido a estas instituciones. Aunque también hay que tener presente que no son solo los exmilitares los que se van a pelear a países extraños. También hay mujeres con alma de sicarias que ya se encuentran disparando a discreción en Ucrania., Rusia. Todo este boom guerrerista de jóvenes con alma y corazón de sicarios (mercenarios), viene siendo documentado a través de diferentes crónicas por El Espectador: “Sepan y entiendan que vienen a una guerra, advertía en redes sociales Luis Javier Cardona Isaza, de Pereira, un legionario que combatía en Ucrania, días antes de morir.
Quizás el caso más aberrante y masivo de mercenarios colombianos sucedió en 2021, cuando 17 connacionales terminaron detenidos en Haití, después de asesinar al presidente Jovenel Moïse , otro caso poco publicitado fue en Sudán: “22 mercenarios de nacionalidad colombiana que formaban parte de las fuerzas de apoyo rápido (FAR) fueron dados de baja mediante un ataque de drones”.
Ante tan preocupante situación, el gobierno radicó el proyecto de ley 156 de agosto de 2023 que busca: “Se apruebe la convención internacional contra el reclutamiento, la utilización, la financiación y el entrenamiento de mercenarios de la Asamblea General de las Naciones Unidas, de diciembre de 1989”. Colombia es considerada uno de los países exportadores de militares retirados. El proyecto de ley, presentado por la congresista Carmen Felisa Ramírez Boscán, se encuentra en segundo debate en el Senado de la República.
Hay que destacar que estas empresas encargadas de reclutar y exportar mercenarios colombianos, para que vayan a luchar guerras al exterior, realizan contratos voluntarios, de mutuo acuerdo, con jóvenes, por una paga, con corazón de sicarios.
Estos jóvenes no son héroes, son sicarios.
JAIRO ARANGO GAVIRIA
Enero 2025
Excelente Jairo, alguien lo tenía que decir, exportamos Sicarios, No Son Héroes.