Se asocia al desarrollo económico con la elevación en la calidad de vida de una población, es una variable cualitativa que debería ser consecuencia del crecimiento económico que arroja la comparación del producto interno bruto (PIB) de un año a otro.
La razón de ser del gasto dentro de las finanzas públicas, gasto del Estado, no solo es crecer económicamente, sino conseguir el bienestar de la población.
No es solo entonces, crecer por crecer, ahí radica la esencia de si las cosas desde el gobierno se están haciendo bien o no.
El funcionamiento, servicio de la deuda y la inversión que puede ser física o social, están dentro de la estructura del gasto público.
La inversión en cultura es considerada fundamentalmente de tipo social, de la que los políticos afirman no da réditos políticos (Votos), porque no se ve, como si son notorias las obras de cemento y ladrillo.
En un mundo globalizado, es importante reconocer que el arte y la cultura son motores invisibles del desarrollo económico y social.
La relevancia de los procesos culturales en el crecimiento económico de los países emergentes adquiere importancia cada vez más evidente.
A pesar de ello, la cultura ha sido sistemáticamente desatendida en las agendas políticas y los presupuestos gubernamentales, subestimando su potencial para impulsar el progreso económico.
Existen casos de éxito tanto en países emergentes como desarrollados que demuestran que invertir en la promoción y preservación de la cultura tiene efectos significativos en la economía.
Un ejemplo destacado es el caso de Corea del Sur, que pasó de ser una nación devastada por la guerra a convertirse en una potencia económica mundial en poco más de medio siglo. El gobierno surcoreano reconoció el valor de su rica herencia cultural e integró esta perspectiva en sus estrategias de desarrollo
De manera similar, países emergentes como Brasil e India han aprovechado sus vibrantes tradiciones culturales para fomentar el turismo, estimular la creatividad empresarial y mejorar su imagen a nivel internacional.
En los países desarrollados, la cultura juega un papel crucial en la economía. Ciudades como Nueva York, París y Londres, solo para citar algunas, son ejemplos de cómo la industria cultural y creativa puede impulsar el crecimiento urbano, atraer inversiones y generar empleo.
Es fundamental reconocer que la cultura no es un gasto superfluo, sino una inversión estratégica en futuro.
La cultura no solo genera ingresos directos a través del turismo y las industrias creativas, sino que también fortalece el sentido de identidad nacional y la cohesión social, aspectos esenciales para el desarrollo sostenible.
Los gobiernos deben integrar la cultura en sus agendas de desarrollo, asignar recursos adecuados y promover políticas que fomenten su florecimiento.
Por lo anterior, los diferentes actores o agentes responsables de la promoción y preservación de la cultura, deben trabajar juntos, de manera cohesionada con los gobiernos para alcanzar sus objetivos.
Los agentes culturales deben abogar por la asignación, para sus propósitos, de aquellos espacios públicos subutilizados, para desarrollar allí sus procesos culturales que enriquecen la vida cultural de la comunidad.
Para cultivar un entorno cultural próspero y sostenible, se debe reconocer al artista no solo como un creador, sino como ser humano que merece vivir dignamente en la sociedad, garantizarle condiciones laborales justas, acceso a servicios básicos y a la protección social.
La cultura es una necesidad básica para el desarrollo humano integral.
Al reivindicar y fortalecer los procesos culturales, los gobiernos pueden, no solo impulsar el crecimiento económico, sino también construir sociedades INCLUSIVAS, DIVERSAS, RESILIENTES y COHESIONADAS.
“Porque la cultura alimenta el alma y el espíritu de una nación”.
Muy real Javier, pueblo que no impulsa su arte y cultura, no aparece en la historia.
Y en nuestro país, los artistas son mirados con sospecha y luego maltratados con pequeñas convocatorias, que incluso para que les hagan los desembolso son una tortura. Y luego si los contratan son con las tristemente célebres ordenes de prestación de servicios y a 4 o 6 meseditos.
No hay derecho.