El pasado 20 de julio de 2024, el presidente Petro instaló el Congreso de la República con un discurso apoteósico que me hizo recordar años atrás las intervenciones de Jorge Eliécer Gaitán y Luis Carlos Galán, que fueron excelentes oradores en beneficio del pueblo. Esta intervención del presidente Gustavo Petro, tendrá que ser recordado por mucho tiempo. Expuesto con un gran conocimiento detallado del país; de las etapas de violencia, incluyendo la violencia actual al que él acertadamente denomina “violencia de la codicia”. Un discurso que fue hecho con pasión, cada palabra bien pronunciada, cada idea bien sustentada, mostrando básicamente tres líneas estructurantes: La paz con sus principales compromisos adquiridos, empezando por la entrega de 3 millones de hectáreas a los campesinos; Convertir a Colombia en un país menos desigual (hoy el país es el más desigual del mundo); Transformar el campo para hacer de este una despensa mundial de alimentos.
Todos estos propósitos tienen un hilo conductor: la inversión social. Hoy está demostrado que haciendo inversión en los lugares más abandonados y marginados del país, donde en ocasiones los funcionarios públicos no saben siquiera de su existencia, es la forma como se combate la pobreza extrema.
Se refirió el presidente Gustavo Petro al sector de la salud, indicando que, al terminar con la intermediación financiera, las IPS han mejorado al no ser tan demorados los pagos, Si la productividad del agro ha mejorado producto de la inversión social, igual puede lograrse con el sector industrial producto de la reforma pensional. Dijo el presidente Petro: “La OCDE no entiende como Colombia tiene una de las semanas laborales más largas del continente, y sin embargo es de los últimos en productividad”. Aquí hay que hacer un poco de reingeniería para cambiar la ecuación. Nuestros industriales deben pensar en soluciones que conduzcan a mejorar la productividad, hoy que hay tanta tecnología de punta a la mano sumado a la Inteligencia Artificial. Esto se logra reutilizando el capital en modernización tecnológica de las empresas, evitando las malas inversiones y el consumismo innecesario.
Considero que los propósitos del presidente Gustavo Petro para la segunda etapa de su mandato son loables: La paz, la inversión social y la reactivación del agro, son pilares para trabajar por lograr la reconciliación nacional.
El tiempo de poner palos en la rueda y el de oponerse a todo por ideologías egocéntricas, debe ser cosa del pasado. El presente y el futuro de Colombia debe ser: la Reconciliación Nacional. Todos debemos aportar en este propósito. Es más lo que nos une que lo que nos separa.
JAIRO ARANGO GAVIRIA
Julio 2024