Sin desconocer el negativo y preocupante impacto del Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (FEPC), que viene generando un alarmante déficit en las finanzas públicas, la decisión asumida por el Gobierno de aumentar el precio del diésel (Acpm), fue una medida esperada e inevitable, pues el déficit del FEPC para fines de este 2024 relacionado con este combustible, alcanzaría la exorbitante cifra de los $11.3 billones de pesos, lo que se pretende recaudar con la nueva reforma tributaria, cuya presentación es inminente. Y si bien había que hacerlo, el procedimiento no fue el más acertado. Acostumbrado este “Gobierno del Cambio” a imponer a la fuerza sus decisiones sin concertación alguna, pese al llamado de los transportadores, “el Gobierno del pueblo y para el pueblo” a sabiendas de lo que se le vendría, menospreciando su fuerza y su capacidad de paralización del país, decretó la medida precipitando el tal anunciado paro de transportadores. Bien sabemos que este ajuste tendrá implicaciones, no solo para los transportadores, sino para todos los sectores económicos y muy directamente para la canasta familiar y los productos de pan coger, a los que se trasladaría el alza por ser transportados mediante este combustible. Pese a los funestos resultados de la “Paz Total”, el Gobierno insiste obcecadamente en ella. Mientras reconoce que el “Clan del Golfo” quiere tomarse a Quibdó, pide que les levanten órdenes de captura como a alias Chiquito Malo, cabeza de este grupo criminal. A los capturados por el Ejército Nacional en Antioquia transportándose en 9 camionetas blindadas de la Unidad Nacional de Protección (UNP), con dinero, armas y lingotes de oro, Petro los premió designándolos “gestores de paz” entre ellos a Edgar de Jesús Orrego Arango, alias Firú, líder máximo de las disidencias del frente 36 de las Farc. El señalamiento machista y misógino del Presidente hacia las mujeres que con gran profesionalidad ejercen el periodismo, al llamarlas “muñecas de la mafia”, fue respondido con altura y contundencia por Vicky Dávila y Vanessa de la Torre, entre otras muchas, quienes le dijeron que para ejercer con dignidad la profesión solo se requiere preparación y no la entrega de sus cuerpos como prostitutas. De paso le dejaron bien claro que nada les importa su condición sexual, su relacionamiento con personas trans como él mismo lo publicitó en el lamentable episodio de Panamá, ni su situación actual con Verónica Alcocer, si es o no actualmente su esposa. Coincide este hecho con el anuncio de que Antonella, la menor de sus hijas se va del país por persecución sicológica y se va a estudiar fuera del país como lo han hecho sus otros hijos. Para llamar a la conmiseración del país, adujo que no había podido asistir a unos eventos públicos, porque su corazón estaba llorando por su partida. Como buen histriónico aprovecha todo momento para capitalizarlo políticamente a su favor. El desmadre gubernamental habla por sí solo del fracaso total de este Gobierno, en donde la corrupción, su preocupación en campaña, no era para acabarla sino para apoderarse de ella, como tristemente el país lo evidencia con los escándalos, que día a día anuncian los titulares de prensa. En la noche del pasado miércoles no tuvo inconveniente alguno en suspender la transmisión de televisión para hacer una alocución presidencial, de la que se esperaba iba a tocar el candente tema del “paro camionero” que en ese momento completaba tres días. Desconectado de la realidad, no mencionó una sola palabra sobre el mismo, pese a los serios problemas e implicaciones para la economía nacional. No, se refirió de nuevo a sus teorías conspirativas, acusando al gobierno de Iván Duque de haberlo espiado en campaña. Mientras el país se encontraba semiparalizado por el paro, convocó irresponsablemente al pueblo a rechazarlo, tendiendo con su intervención una cortina de humo sobre el mismo. La realidad, Petro no sabe dónde está parado. Desintegrada su familia, pretende desintegrar al país. No lo permitiremos. Fuera, fuera Petro.
Alberto Zuluaga Trujillo. Alzutru45@hotmail.com