Gustavo Petro ganó la presidencia. El proceso electoral fue largo y tensionante. Sin embargo, conocidos los resultados, los colombianos debemos rodear al nuevo gobierno, con el propósito de que su agenda de desarrollo, que será concertada con amplios sectores sociales, económicos, gremiales, académicos y políticos, contribuya al desarrollo del país y a superar problemas muy graves que nos aquejan, especialmente aquellos relacionados con la pobreza, la inequidad y el subdesarrollo.
El discurso del electo Presidente, fue especialmente moderado y aglutinante, lo que le ha permitido que fuerzas políticas tan trascendentales para el país, como el Partido Liberal, hayan anunciado su decisión de acompañar su agenda legislativa, lo que facilitará la gobernabilidad durante los próximos años.
Dicho discurso, también permitió que la comunidad internacional reaccionara positivamente a su elección, en espacial Estados Unidos, cuyo Presidente se comprometió a trabajar en favor de la paz, la lucha antidrogas y la transición energética. Un nuevo modelo de relacionamiento binacional es el que experimentará Colombia con Estados Unidos y muy seguramente con el resto de la comunidad internacional.
Uno de los temas que más llamó la atención, fue su anunció de desarrollar el capitalismo, con perspectivas sociales, en una especie de pensamiento socialdemócrata, que evidentemente lo acercan a las ideas liberales y a la modernidad de la acción política, pensada en un crecimiento económico socialmente equitativo y ambientalmente sostenible, donde se protege la propiedad privada y hace que la acción del gobierno esté en función de hacer respetar la libertad y los derechos de los ciudadanos.
También fue muy llamativo su anuncio de los Diálogos Regionales, lo cual permitirá que se junten esfuerzos supradepartamentales para enfrentar temas como los ambientales, logísticos, educativos, movilidad y salud, donde estén vinculadas las fuerzas sociales de base, en lo que Petro denomina el capitalismo democrático e incluyente, que facilitará también hablar de paz y reconciliación, y escuchar las voces de las étnicas, de los campesinos y de los pequeños empresarios.
Risaralda se debe preparar desde ya para participar en estos diálogos regionales, que son el escenario para tramitar la presentación de los proyectos esenciales que quedarán en el nuevo Plan Nacional de Desarrollo.
Los Diálogos Regionales requieren que las fuerzas políticas actúen de manera conjunta y para ello un acuerdo de las bancadas parlamentarias, de las asambleas y de los concejos es prioritaria, así como las decisiones de los gobernadores y alcaldes. El instrumento constitucional de las Regiones Administrativas y de Planificación que sin duda jugarán el papel de aglutinadoras, lo mismo que las asociaciones de municipios, áreas metropolitanas, juntas comunales, juntas administradoras locales, gremios económicos, universidades y asociaciones de base. El desarrollo se construye entre todos.
Al presidente Gustavo Petro y a su gobierno le deseamos todos los mejores éxitos. Si a él le va bien a Colombia también le irá bien. Desde Risaralda estamos prestos a aportar de la mejor manera.
*Diputado de Risaralda. Zootecnista, especialista en Gestión y Planeación Estratégica.
Es necesario el diálogo y pedirle a Dios discernimiento ,por colombia .
Que fuerzas políticas tan importantes para las regiones y el país sean de esta manera tan sensatos, para poder desarrollar la equidad y el desarrollo sostenible de nuestro país sin improvisación, con la experiencia de los Patiño y de tanta gente que desde sus orillas ha hecho bien el trabajo… Eso es lo que está representado hoy en el gobierno que inicia de Gustavo Petro, Francia Márquez y todo un diálogo nacional para que todos quepan.
Lo que nos faltaba ver en política. Ahora Diego Patiño y su retoño son los representantes del Pacto Histórico en el Risaralda. Los negociantes de la política mutan en cada elección y siempre aparecen en la foto del ganador.