Fundado el 9 de febrero de 2020
LUIS FERNANDO CARDONA
Director Fundador

EspiritualidadEl Secreto de la Verdad

El Secreto de la Verdad

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El secreto menos custodiado y mejor guardado por la naturaleza es la verdad a pesar de que el hombre la busca y al mismo tiempo la evade, como el animal que busca su cola para morderla y gime cuando siente el dolor de sus colmillos que aprietan su propio cuerpo.

 El pospositivismo nos ha escondido la verdad, así que la buscamos en nuestros corazones y encontramos culpa, miedo y desorientación, porque todos nuestros pilares, nuestros referentes están en una confusión en la cual la verdad está en la palabra, y la palabra está contaminada por sus deseos, aspiraciones y temores. Así que las autoridades que tenían como propósito custodiar la verdad también la han perdido.

Nuestra propia mente puede haber sido engañada para perder la capacidad lógica y la intuición; sin embargo, en lo más profundo de nosotros, sigue viva la verdad y se expresa cuando hablamos con el corazón, nos conectamos con el ser superior en el cual fundamentemos nuestras creencias, nos centramos en la ciencia, construimos algo que hace bien, valoramos lo que recibimos y lo que somos, tratamos al otro y a nosotros mismo con profundo amor;  la verdad está en el movimiento de las plantas, en los ojos de los niños y los ancianos, está escondida en los sueños y sale a flote en nuestro lenguaje corporal.

Nuestros abuelos campesinos puros, aquellos que en medio de la guerra se dedicaron a producir alimento y a educar a sus hijos, los que terminaron siendo desplazados porque no tenían corazón para empuñar armas, los que amaban la vida, el honor y la justicia y la respetaban por encima de cualquier cosa,  tenían la verdad en la palabra, su coherencia era perfecta y su apretón de manos poderoso, porque podrían temer al filo de la espada, al error o a irrespetar al otro, pero nunca temerían a la voz de sus conciencia que era nítida como el agua. Porque el ser humano podrá esconder la verdad del otro, pero ni debajo de las piedras podrá esconderse de sí mismo.

Lo mejor de la verdad es que es un tesoro volátil que se puede recobrar en la medida en que el hombre recupera su poder interior y lo hace cuando construye su propia coherencia, logra alinear sus deseos, sus pensamientos con su sentir y con sus acciones, limpia su interior de aquellas cosas que pueden hacer daño a otros, al ambiente o a sí mismo, cambia su estilo de vida y se compromete con la ética, la ciencia y la espiritualidad; se da cuenta que por mucho poder y dinero que posea, eso será efímero, como dice el poeta Baudilio Montoya al referirse a la vida de su amada esposa después de fallecida “la vi pasar como la sombra que hace un pájaro en vuelo sobre el agua”, sin embargo, esa sombra siempre será recordada, porque se inmortalizó en un poema; así mismo, nuestra sombra siempre será recordada si el paso que hace sobre la tierra deja una semilla, si es generosa, si da algo de lo propio para crear y transformar.

Para percibir la realidad siempre existirán formas de llegar a ella: la suma de las percepciones aumenta la probabilidad de aproximarnos a la verdad, la pureza de los corazones de aquellos seres amorosos que no tienen mala intención, el pensamiento de quienes han entrenado sus mentes para observar y escuchar sin juzgar.

La verdad es sagrada, está en la ciencia, en la fe, en la intuición, en nuestros sentidos. Nos aproximamos a la verdad desde una visión global y también desde una visión micro; Desde la tecnología que trata de acercarnos a ella, sin embargo, también crea los elementos distractores o disociadores y nos exige cierto nivel de discernimiento para encontrarla en medio de mucha fantasía y falsedad.

La importancia de seguir buscando la verdad, aunque este mundo nos confunda es que al comprenderla nos llenamos de poder y de experiencias reveladoras que nos habilitan para decidir de forma asertiva, para actuar de forma justa, para facilitar que las vidas de otros y la propia, se orienten en la dirección que más nos construye.

Quién busca la verdad y la logra poner en su palabra, pensamientos, sentimientos y en sus obras, construye un ambiente lleno de comprensión empatía, alegría y poder real.

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