Entre nosotros, los candidatos a la presidencia no formulan propuestas de contenido ideológico. Les basta referirse a la forma como acabarían el conflicto -ya sea por la vía militar o mediante negociaciones-, para que la gente los acompañe con su voto. Por ejemplo, nada más elemental en materia económica que los famosos «tres huevitos» del expresidente Uribe. Sin embargo, con base en ellos sus candidatos sacaron millones de votos. Y las gentes de «izquierda» no escapan a esta observación: desde hace décadas critican un fantasma que llaman «neoliberalismo». Esto, sin duda es un eufemismo para no invocar la lucha de los «mamertos» de todos los tiempos contra el inacabado capitalismo: el mismo que, con todo y sus enormes estragos históricos, sepultó al fracasado sistema comunista con los restos del muro de Berlín.
Ante semejante panorama parecen refrescantes los esfuerzos de economistas como Piketty, quien ha desenterrado de esas ruinas polvorientas la crítica fundamental que Marx realizó al capitalismo, o sea la tendencia de este sistema económico a acumular y concentrar el capital. Si esto resulta correcto, llegará un día en que unos pocos lo tengan todo y el resto de la gente carezca de todo. Y esta sería una situación no solo revolucionaria sino económicamente desastrosa, pues, superado el viejo marxismo no aparece ninguna teoría que nos dote de respuestas alternativas. Una muestra de ello se da ahora en Venezuela, cuando un gobierno «anticapitalista» -con la ayuda de asesores comunistas cubanos-, destruye la base productiva y se muestra incapaz de generar nuevas ideas económicas para reemplazarla.
Entre nosotros Santos formuló un proyecto que al menos encajaba en el llamado estado «social de derecho». No olvidemos que esta propuesta ideológica fue creada por la socialdemocracia europea, con el fin de mediar en la vieja disputa que sostenían capitalismo y de los países desarrollados durante 40 años; hasta que Reagan y la señora Tatcher reimpusieron la teoría económica del capitalismo clásico, lo cual condujo a la depresión del 2008. Claro que el país campeón en materia de ideas novísimas es China: allí, un partido comunista subsidia en masa a los empresarios privados para que compitan con los de occidente ¿Estarán ensayando el «comucapitalismo»?
AGM-27-12-2023