Por MARINO MUÑOZ H.
O como siempre, la Ley del embudo
La Pandemia con todas sus consecuencias, sacó a relucir todas las falencias de nuestro Contrato Social Global, es decir, desnudo la faceta más perversa del ser humano: Aprovechar la papaya que brinda la oportunidad. Solo nos resta esperar que apenas sea una minoría, como siempre, la que tenga esta actitud y que las grandes mayorías, podamos dar muestras de humanismo y solidaridad.
Las Leyes de la Naturaleza se cumplen para todos, con el mismo rasero, luego las leyes de le economía también debieran hacerlo. Pero no, existen los expertos en retorcerles el pescuezo a las mismas. La Pandemia, por el Gran Encierro, sumió en la más grande crisis económica social y política a toda la humanidad (pero como todo tiene sus excepciones, algunos sectores no cerraron un solo días sus puertas y no perdieron un solo peso, por el contrario agrandaron sus ganancias; el Sector Financiero, las Grandes Superficies, el Sector Salud mercantilista, las Comunicaciones), todos a una, multimillonarios.
Y entonces cuando se viene la hora de los balances, de la necesidad de planes de choque para la recuperación mundial y nacional, claro, y se ve la necesidad de que todos aporten, pues esos sectores multimillonarios, que no perdieron un solo peso, gritan a través de sus voceros; sííí que todos aporten, necesitamos la solidaridad del ser humano con un argumento que parecería justo, vamos a terminar aportando por igual, los que lo perdieron todo, quiebras masivas, desempleo, hambre, miseria, con los que no perdieron nada y por el contrario ganaron mucho más que antes, una gran injusticia, la ley del embudo.
En nuestro país, un grupo de esos voceros del gran capital, economistas, exministros de hacienda, que han puesto su conocimiento solo a favor de los poderosos han publicado una propuesta para la generación de un millón de empleos, con unas características muy especiales: Solo ponen los pobres, los débiles, los más necesitados, los trabajadores. Así como lo leen, Empleo Indigno, con el 80% del salario mínimo, sin seguridad social, sin parafiscales, es decir, “Contratos Basura”, Trabajo Indigno, como los denomina la OIT. Y los beneficiados?, el gran capital, los grandes empresarios, quienes solapados, ven con muy buenos ojos, esas “excelentes” propuestas para reactivar la economía; este es otro sector que, junto al financiero, están en deuda con la sociedad.
Qué hacer, entonces, para una necesaria reactivación de la economía?. Pues aplicar, como las leyes de la naturaleza, el mismo rasero para todo el mundo, “todos ponen” y los trabajadores y Micros y Pequeñas Empresas, del país ya pusieron su cuota de sacrificio, ahora le toca a los poderosos. ¿Y el Estado?. Para que creen que existe el Estado, en su faceta democrática, claro está. Pues para distribuir, para garantizar los derechos de los más débiles, para impulsar la equidad, la equidad de las leyes, no que éstas se apliquen solo para sectores de la sociedad. Democracia como lo dice Atilo Boron, “…no es, como piensan los neoliberales, tan solo un ritual que se cumple el día del sufragio. Democracia es cuidado; democracia significa mejorar la vida de las personas, material y espiritualmente.”
Entonces, empresarios adopten una actitud más humana, más leal con quienes les han servido toda la vida, con quienes les han ayudado a amasar sus grandes fortunas. Hay que pedirle sacrificios a quien corresponde: Al Estado, al garante de mantener vigente el Contrato Social, no hacer causa común con él, para golpear al débil. Por ejemplo si aplicaran la inteligencia de estos “sabios” de la economía, deberían pedir: Rebaja en los costos de producción –Combustibles, fletes, vías, peajes, servicios públicos, materias primas, precios de sustentación-, pero no, lo que piden es REBAJA DE LOS SALARIOS, qué pobreza mental, qué perfidia.
En momentos de negociación del salario mínimo, deberían demostrar grandeza, un valor justo y humano y como las micros y pequeñas no pueden costearlo, pues subsidios para éstas. ¿Que hace ACOPI, al lado de los grandes gremios vociferando que el salario mínimo es muy alto?. Están en el lugar equivocado. Debieran estar al lado de los trabajadores, exigiendo, pues se lo merecen al generar el 80% del empleo nacional, subsidios para subsistir y desarrollarse.
Y qué ganarían los empresarios y el gran capital con una reactivación económica, con base en buenos y dignos empleos?., pues estimular la demanda interna, nada más y nada menos, sus productos encontrarían compradores, sus registradoras harían click, generarían empleos y el ciclo de producción recomenzaría, así funciona la economía, es la economía estúpidos!!!!!.
Pereira diciembre 11 de 2020
Marino Muñoz H.