Estoy «mamao»

Relaciono a continuación algunas cosas y situaciones  que me tienen «mamao»   :

Porque me llaman insistentemente todos los días, con una terrible obsesión, sin estar autorizados, los operadores de telefonía móvil a ofrecer servicios que no he solicitado y que no necesito.

Porque cada que voy a la IPS a reclamar medicamentos,  me dicen que la entrega se hará incompleta por “desabastecimiento”.

Porque siento desánimo para ir al centro de Pereira, por el caos que generan los vendedores ambulantes, que en forma desordenada, ofrecen productos en carretas, incluso algunas de ellas provistas con ruidosos megáfonos. 

Porque la factura de la energía llega cada mes, más costosa y por el mismo promedio de consumo. 

Porque ante la falta de solidaridad de la gente, la inseguridad aumenta, pues se dan cuenta que las personas necesitan ayuda, por ejemplo en caso de un robo y son indiferentes. 

Porque ante las promesas incumplidas de los políticos y las obras gubernamentales inconclusas se ha generado un caldo de desconfianza en la gestión pública. La decepción se acumula, y la población espera cambios reales que transformen su realidad.

Porque el alto costo financiero de las tarjetas de crédito en Colombia se ha convertido en un lastre para sus tenedores, sin que se vislumbre una solución que alivie esta carga económica.

Porque un gran sector de pensionados en este país sufre el desamparo de no recibir incrementos reales en sus mesadas pensionales. El elevado porcentaje de aporte a la salud, del 12%, resulta injusto y desproporcionado en comparación con sus años de vida laboral activa.

Porque la precaria contratación de nuevos profesionales mediante órdenes de prestación de servicios (OPS), con remuneraciones bajas, plazos limitados y la carga de asumir costos de seguridad social sin vacaciones remuneradas, contribuye a la desmotivación de la juventud.

La incertidumbre económica lleva a que prefieran tener mascotas en lugar de hijos.

Estas son solo algunas de las cosas y situaciones que me tienen «Mamao» y lo más seguro a usted también y que guardamos la esperanza que tendrán solución en este 2024, con las promesas que los nuevos gobernantes han hecho en sus campañas.

Es indudable que para hacer realidad las soluciones, debemos todos poner nuestro grano de arena, dejando gobernar, no creer en noticias falsas, absteniéndonos de emitir opiniones sin tener conocimiento pleno de las cosas.

La esperanza, en este caso, es la luz que guía hacia la transformación que todos anhelamos.