La transición de año, pese a que no tiene fundamentos astronómicos, es la fecha más usada en el mundo para señalar el comienzo de un nuevo período.
Se sabe que desde hace más de 4 mil años Babilonia festejaba el Akitu o Zagmuk, el festival más antiguo de que se tenga noticia para la celebración del Año Nuevo. El día, (equivalente a uno de marzo de nuestro calendario) que tenía igual cantidad de luz solar y de oscuridad (medidas presuntamente logradas con tablillas de arcilla usando métodos matemáticos), revelaba el inicio del año nuevo. En esa misma ceremonia el rey renovaba su gobierno o se coronaba al nuevo soberano si era el caso.
Tras ese período de unos 2 milenios cambió: el año 46 a. C. Julio César instauró el calendario juliano en el imperio romano que comienza a contarse desde enero, en sincronía con el sol, siguiendo opiniones de sus consejeros astrónomos y matemáticos. Enero, en honor a Jano, dios romano de los comienzos, simbolizado con dos caras: el pasado y el futuro.
En 1582 el Papa Gregorio XIII promulgó el calendario gregoriano, que es el que actualmente rige en la mayoría de países, estableciendo el 1 de enero como inicio del Año Nuevo.
Estamos hablando de una fiesta, una celebración, un acontecimiento feliz, que generalmente destaca los buenos resultados obtenidos en las cosechas, en los negocios, en el trabajo, en el amor y la confianza de que el nuevo año traerá buenas oportunidades.
En contraste, Los colombianos iniciamos 2022 al borde de la debacle, finalizando el peor gobierno de la historia, el que ha cometido todos los errores posibles, más allá de lo que cualquier persona sensata pudiera imaginar.
Según los registros oficiales más recientes publicados por el Dane, 21 millones de colombianos están sumidos en la pobreza que subió al 42,5% en 2020, de 35,7% en 2019.
La República de abril 30/2021 precisa: “En total son 21 millones de personas las que subsisten con menos de $331.688 mensuales, un monto que, según el Dane, es la línea de pobreza en Colombia”.
La pobreza extrema subió a 7,5 millones de personas (15,1%) en 2020, el año anterior era 4,7 millones (9,6%).
“2,8 millones de personas ingresaron a condición de pobreza extrema en 2020, Lo que agrava más la situación es que 7,47 millones de colombianos viven con menos de $145.000 al mes, es decir, viven en condiciones de pobreza extrema y sus ingresos no les alcanzan para consumir las calorías que necesita una persona para tener buenas condiciones de salud”. La República https://www.larepublica.co/economia/mas-de-21-millones-de-personas-viven-en-la-pobreza-y-74-millones-en-pobreza-extrema-3161813
Además, para comenzar 2022, la moneda colombiana se ha devaluado frente al dólar y como consecuencia de esto y de otros factores como la galopante inflación que disparó exorbitantemente los precios, se inicia este nuevo año necesitando más dinero que antes para comprar idénticos productos.
Para ilustrar la pérdida de valor del dinero pagado por el salario mínimo en estos últimos 4 años, véase este gráfico que compara la suma fijada por S.M.V. con los dólares que representa en el mismo período.
Obsérvese que el 7 de agosto 2018, cuando Iván Duque asumió el poder, los 781.242 pesos, que se pagaban por salario mínimo, equivalían a 269,50 dólares. En 2020 el salario mínimo vital fue fijado en 877.803 pesos, sin embargo, aunque aumentó en pesos, disminuyó en dólares ya que equivalían solo a US$ 267,86. Esta situación se repite en 2021 cuando se aumentó el salario Mínimo a 908.526 pesos que representaban solo 264,68 dólares y finalmente para 2022 se fijó en UN MILLON DE PESOS, pero no será más dinero sino menos. En dólares ese millón solo son 254,60 dólares al tipo de cambio de diciembre 14 de 2021.
Con esa misma lógica, totalmente desconectado de la realidad, Duque comenzó su gobierno regalándole 10,5 Billones (10,5 Millones de Millones) a los más ricos y poderosos dizque para que ellos generen empleo, pero lo que sucedió fue exactamente lo contrario, véase este gráfico:
El desempleo a enero 2018 era 9,7%, en 2019 ascendió a 10,5%, 2020 a 15,9% y 2021 a 17,3%, Duque y sus asesores, simplemente perdidos en la infinita lontananza.
Hago votos para que todos los colombianos tengamos el entendimiento necesario y actuemos correctamente este año decisivo, de manera que se produzcan los cambios que este país necesita para construir un futuro mejor: En paz, justo y equitativo para todos.
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¿Feliz Año 2022?