Por: CARLOS ALFREDO CROSTHWAITE FERRO
Las mayorías de gentes de Pereira saben que en rueda de prensa celebrada el pasado dos de mayo, el alcalde de Pereira expresó que convocaba a gremios y miembros de seguridad privada para formar “un frente común” junto a la policía y el ejército, para recuperar el orden y la seguridad ciudadana. El primer mandatario notificó a la ciudadanía su compromiso de conformar alianzas de agentes del estado con particulares para ejercer labores de vigilancia y justicia. Fue así como el cinco de mayo, sicarios, aprovechando la ausencia de la policía y la oscuridad de la noche por el pésimo servicio de alumbrado público, abalearon a un grupo de jóvenes que hacían una protesta pacífica en el viaducto, logrando impactar a tres, entre ellos al estudiante de la UTP y activista Lucas Villa, quién falleció el pasado lunes.
Las lapidarias palabras del alcalde Maya corresponden a una persona desconocedora de nuestro estado de derecho, y que las funciones de la policía no pueden ser ejercidas por particulares en una democracia. Colombia ha vivido y sigue padeciendo muchas formas de violencia y abuso, como consecuencia de que a fuerzas paramilitares se les ha permitido “ejercer justicia”. Contrario a esto, lo que reclama nuestra sociedad es el diálogo, razones, argumentos, mutuo respeto y el ejercicio pacífico de sus derechos amparados por sus autoridades de acuerdo a la constitución.
La situación que vive la ciudad es de tal gravedad, que la Defensoría del Pueblo informó que van dos muertos y veinte desaparecidos durante los días que suma el paro. Situación que no es nueva en nuestra ciudad, debemos recordar que, en los años 80 del pasado siglo, se llevó a cabo una labor de limpieza social, la cual quedó en la más completa impunidad. Por lo tanto, la actitud asumida por el alcalde demuestra que poco conoce de nuestra historia y que no cuenta con el conocimiento y el carácter para ejercer sus funciones de primera autoridad de la policía.
Por otro lado, ver en las marchas y plantones a las multitudes de personas que participan en ellas de manera serena y organizada, y conformada en su mayoría por personas jóvenes, muestra que estos gobiernos nada han hecho para solucionar los graves problemas de ausencia de educación, empleo y oportunidades para ellos. Lo cual desembocó en la crisis de pobreza, hambre y violencia que hoy acosa a nuestra sociedad. En Pereira esta más que demostrado que sus gobernantes se han dedicado no a gobernar, sino a una gran corrupción mediante la privatización del patrimonio de los pereiranos, y utilizar las rentas públicas para financiar proyectos y programas que en nada han mejorado las condiciones de vida de sus gentes. Para llevar a cabo este convite de corrupción han logrado torcer la democracia local. La utilización de la APP KONTACTO por parte del exalcalde Gallo para elegir a Maya y al menos seis concejales, es prueba fehaciente de la existencia de esta dictadura.
La efectividad de este mecanismo y la posibilidad de que los socios de Gallo sigan en el poder, está explícita en otra frase concluyente pronunciada por Maya en condición de candidato, cuando en una reunión en la Ruana del Camino vía Armenia, el 14 de octubre de 2019, indica a los contratistas asistentes “Y si ya tenemos 50 mil votos en las urnas a nombre nuestro ¿De quién es la Alcaldía de Pereira?”. En este orden, el lanzamiento de la candidatura de Gallo al Senado el pasado fin de semana, que recordaremos además por la bajeza de utilizar la imagen de Lucas Villa, utiliza la misma estrategia de los referidos, lo que indica la apuesta a que nada cambie. Con ellos las cosas tienden a empeorar, y más cuando este candidato tiene a sus exsecretarios de Jurídica y Servicios Administrativos, como Registradores Departamental y municipal de Pereira. O sea que ahora tiene como referidos el Censo Electoral del departamento.