Por VICENTE ZULUAGA OSORIO
Sólo uribe y su combo de petardos como el fiscal general, el defensor del pueblo y la procuradora general de la nación, tienen claro hacia dónde nos va a empujar el títere, con la complicidad de las Fuerzas Armadas que el titiritero mayor maneja a su antojo.
Y para colmo de males ya Petro se arrodilló antes de tiempo al decir públicamente que el paro nacional debió haberse levantado desde el momento en que duque retiró la reforma tributaria. Sólo Dios sabe cuántos votos menos va a sacar en las elecciones de 2022 si logra ganar la consulta del centro. Y a un congresista de Belén de Umbría, en el más imperdonable irrespeto a sus paisanos se le ocurrió proponer que a los medios de comunicación del país se les remunere con unas pautas según el grado de defensa de las chambonadas del gobierno.
Y como si lo anterior no fuera suficiente cebo al candil ahora resulta que los jerarcas de la Iglesia se creen con derecho a visitar al sub presidente en palacio, como para que el pueblo no crea que está sólo y en seguida los aspirantes presidenciales acuden a la misma sede gubernamental como borregos a expresarle su apoyo como si alguien los hubiera llamado y minutos más tarde un grupo de estudiantes se apresuró a sumarse al combo de arrodillados, y lo mismo hicieron gobernadores y alcaldes, y hasta los magistrados de las altas cortes delante del fiscal general como si le tuvieran miedo, y a pesar del repudio de esa actitud por parte de los sindicatos de la rama judicial, lo cual fue aprovechado por el que dijo uribe para dilatar y dilatar el acuerdo con los líderes del Paro que todo el país esperaba desde el lunes 10 de los corrientes, es decir el retiro del Esmad y del Ejército de las pacíficas marchas, como condición sin la cual no se iniciarían las negociaciones. Pero ocurrió lo que tenía que ocurrir: los dirigentes de las marchas de protesta tuvieron que abandonar el palacio porque al sub presidente no se le ocurría ninguna idea brillante que les diera alguna esperanza de que no estaban perdiendo el tiempo y hasta ahí te trajo el río. Hoy no sabemos para dónde vamos, pero las manifestaciones pacíficas han seguido en todo el país como prueba de que las reclamaciones no son un invento de la oposición al gobierno y tienen que seguir porque el pueblo no se puede rendir con las manos vacías.
¿Qué sigue ahora? No pararse de la mesa sin que se haya retirado el Ejército y el Esmad de las manifestaciones y sin que se haya acordado el nuevo texto de la reforma tributaria que incluya nuevos mecanismos de ingresos al fisco nacional, como rebajar el número de congresistas a 64, dos por cada departamento y hacer lo mismo con sus dietas (sueldos) hasta 25 smlmv, sin gastos de representación, ni viáticos, ni camionetas blindadas ni esquemas de seguridad porque si necesitan protección es por su propia culpa y por su corrupción, y los colombianos no tenemos porqué asumir esos exagerados gastos; y que incluya también la escala de impuestos de los empresarios y de los bancos y de todos aquellos que disfrutan de cuantiosos patrimonios sin afectar a las clases menos favorecidas ni a los pensionados ni a la clase media y muchísimo menos a los estratos 1,2 y 3.
Pero, además, no pararse de la mesa sin que se haya retirado la reforma a la salud que es tan perversa como la tributaria porque uribe no puede salirse con la suya en ese tema como lo hizo en 1993 con la ley 100 que acabó con el buen servicio que prestaban Cajanal y el Seguro Social para entregar a las EPS su manejo para que se sigan tapando de plata con los aportes de los beneficiarios, sin que se advierta una mejoría en el servicio.
Con ese desolador panorama no queda otro recurso que seguir adelante con el Paro pacífico, sin vándalos infiltrados, sin bloqueos injustificados, sin insultos, sin violencia, hasta lograr los objetivos para bien de la Patria.
Muy buena columna, una fotografía de la realidad que estamos viviendo.
Increíble que una persona con su intelecto se exprese de esa manera, queremos paz pero destilamos odio, que mal todo mal…