Por Oscar Alzate Gómez
El virus o la pandemia que actualmente enfrenta Colombia, ha dado de todo y para todos, y hasta la justicia o mejor la Rama Judicial, se vio en la obligación de recibir, despachar y hasta condenar a punta de correos electrónicos o a través de la pluralidad de plataformas virtuales que se pusieron de moda.
El Decreto no menciona para nada a la rama penal, pues esta área tiene un capítulo aparte desde que comenzó el sistema oral en el 2005; muchas veces para evitar traslados de detenidos comenzaron con las audiencias virtuales, y son más avanzados en el tema. La nueva medida sólo menciona a los juzgados, civiles, laborales, de familia y administrativos
Estos juzgados antes manejaban terminología como “se ordena al representante legal- tutelar el derecho fundamental a la petición- se decide en primera instancia, Ordénese al Ministerio de Defensa, El Juzgado (8) Civil Municipal ordena, entre otros términos.
Hoy día se ven en la obligación de incorporar dentro de sus escritos instrucciones para acceder a la virtualidad trazando pautas para desarrollar las audiencias; incluso en una de esas pautas, se señala que los juzgados dependiendo de su complejidad, podrán utilizar plataformas Microsoft Teams-Jitsi Meets o Zoom. Quien lo creyera, la tecnología manda la parada y se tomó la justicia.
Dicho de otra forma, los abogados nos tuvimos que volver expertos y diestros en esta nueva modalidad, digo nos tuvimos, porque no es lo mismo, un tierno abogado de 24 años recién graduado de la universidad que creció con la tecnología, que para un apoderado veterano que incluso comenzó su ejercicio hace más de cuarenta años manipulando las máquinas de escribir; incluso a algunos colegas les cuesta trabajo conectarse por el celular.
Inicialmente el Consejo Superior de la Judicatura, trataba de dictar pautas a través de Resoluciones, hasta que el Ministerio de Justicia y del Derecho mediante el Decreto Legislativo 806 de 4 de junio de 2020, oficialmente adopta las nuevas medidas tecnológicas para reactivar el curso de los procesos judiciales.
Lo más importante es que ordenó la reapertura de los Juzgados y Tribunales, es decir, a partir del 1 de julio/2020 comenzaron a correr los términos que estaban suspendidos, y a reasignar audiencias; lo que nadie se esperaba es que todas los autos, fallos, avisos y estados electrónicos, ya se deben consultar por la página web (www.ramajudicial.gov.co).
Reitero, las demandas se presentan todas a través del respectivo correo electrónico del Juzgado, los archivos deben ir en formato PDF, y las tutelas si se deben radicar en un link especial que tiene la citada página web.
Al Palacio de Justicia y sus respectivos juzgados sólo asisten el 30% de su personal, los jueces y magistrados siguen dictando fallos desde sus casas y los procesos deben estar digitalizados, mejor dicho se les acabó el negocio a las fotocopiadoras y a las Notarías, autenticando poderes. Hay otras ciudades con mayor complejidad con el virus como Bogotá, que si no dejan entrar a nadie y todos desde la casa.
Aparentemente todo se ve más fácil, pues anteriormente para presentar un testigo o un perito de otra ciudad había que correr con los gastos de su desplazamiento, y hoy día pueden rendir su declaración o dictamen desde su casa o computador.
Pienso que “el pedazo maluco”, se dará cuando los abogados tengan testigos vulnerables, que no saben nada de tecnología, no tienen un correo electrónico, ni mucho menos tienen o saben manipular un computador.
Será entre los jueces y los apoderados que se tendrán que poner de acuerdo, para facilitarle al testigo su participación, el Decreto señala que el Juez debe darle un tratamiento especial, o si es del caso las respectivas Personería Municipales podrán habilitar un computador para dicho testigo.
Cuando aparezcan esas situaciones atípicas, pienso, comenzarán los problemas en los procesos.
Otra situación compleja podría ser la cantidad de nulidades y hasta falsedades que se podrían presentar, pues los demandantes tienen la obligación de notificar a los respectivos demandados por correo y los poderes ya no debe ser obligatoriamente autenticados, y todo documento se presume auténtico. Bien difícil en un país donde reina la cultura del “tumbis” y la corrupción.
Eso sí hay que aclarar sobre la disposición de los poderes otorgados, la rama judicial es la única que los acepta sin autenticación, pues los bancos y fondos de pensiones que se creen de otra familia, desconocen por completo esta medida.
Es más, esta norma me hace acordar de una amarga experiencia que algunos de los litigantes de pensiones hemos tendido con el fondo privado Colfondos, cada seis meses exige un poder nuevo para seguir el trámite, y uno que tuve allí que se demoró dos años, así suene inverosímil, me tocó autenticar el poder y presentarlo seis veces.
La verdad es que la mayoría de los abogados todavía nos sentimos un poco confundidos con este cambio tan brusco, no sabemos cuándo nos va a fallar el internet, el testigo no se pudo conectar, incluso los mismos funcionarios de los despachos relatan que en la actualidad virtualidad se trabaja más y rinde menos, pues para citar un caso conozcan este ejemplo.
Si todos los expedientes deben estar digitalizados, sólo imaginen el día que cualquier parte, pida el expediente de la Liquidación Judicial del Deportivo Pereira, es un proceso que lleva 6 años y tiene por lo menos cinco mil folios.
Hay que darle crédito al magistrado Jaime Alberto Saraza Naranjo-integrante de la Sala Unitaria Civil-Familia-Tribunal Superior de Pereira, quien constantemente hace videos, participa de charlas y conferencias tratando de socializar esta nueva metodología; sin lugar a dudas han sido de gran ayuda sus apuntes y apreciaciones.
El colegio de abogados de Risaralda en cabeza del Dr. Gerardo Bernal Montenegro ha estado atento y ha generado mucha información en un chat que se creó especial para abogados.
También el Instituto Colombiano de Derecho Procesal ha efectuado conferencias sobre el tema, incluso con los afamados Eulises Canoso y el catedrático, exdirector del desaparecido DAS- Ramiro Bejarano.
Bueno, mirémosle el lado amable a la situación, la pandemia nos está obligando a experimentar cosas nuevas y de forma acelerada, lo importante es que estamos aliviados y que tenemos una tarjeta profesional para trabajar.
¡ Animo colegas litigantes ¡