Fundado el 9 de febrero de 2020
LUIS FERNANDO CARDONA
Director Fundador

ActualidadLa Ballena

La Ballena

OJO CON EL CINE

Como si presintiéramos algo los críticos de cine, el año pasado, al terminar el 23 Encuentro Nacional de Críticos y Periodistas de Cine, en la reunión final, cuando hacemos el balance del evento y planeamos el del año siguiente, escogimos entre muchas ideas, el que iba a ser (y es) el eje temático para el 24 Encuentro, que se realizará en nuestra ciudad de nuevo entre el 18 y el 21 de agosto próximo, en el marco de las fiestas aniversarias de nuestra Pereira del alma y que desde ya pensamos (y deseamos), va a contar con el apoyo de la Alcaldía de la ciudad y  la Gobernación de Risaralda, en el programa de CONCERTACIÓN que ambos entes tienen adentro de su Plan de Desarrollo, que tanto ha aportado a la vida cultural de la ciudad y de Risaralda, que será “TEATRO Y CINE”. Y digo presentimiento, sencillamente porque estamos casi seguros que “La Ballena”, la más reciente película del genial Darren Aronofsky, se va a ganar el Óscar de la Academia de este año con su cinta como la mejor del año y su actor protagonista, Brendan Fraser, el Óscar a Mejor Actor, por su extraordianrio papel protagónico en la misma, la cual, es una adaptación de una obra de teatro y toda ella, siendo cine, es casi una perfecta Obra de Teatro, toda vez que durante las dos horas que dura su proyección, el espectador no ve más que tres o cuatro actores en escena y una sola locación, y se queda quieto todo ese tiempo, aferrado a su silla, siguiendo minuto a minuto, paso a paso, escena tras escena y secuencia tras secuencia, esa historia que siendo dura, dramática, sentimental, cálida, humana y un tanto extraña, está construida para llegarle al corazón a todos los espectadores, independiente de su edad, sexo, raza y religión, pues nos toca, golpea, acaricia y pone a pensar a todos, de manera inmensamente inteligente, pues su guion, su estructura narrativa, la actuación, la música incidental y subjetiva, los personajes y el personaje central, deforme y todo, llegan al alma, y se desarrolla sutilmente como cine, como teatro, o como las dos, sin que el espectador se de cuenta.

El truco está en que Darren Aronofsky, su director, sabe contar las historias, y sabe que cuando hay que recurrir a inmensos escenarios y a miles de extras y a ambientes sofisticados y a excesos técnicos, los pone sobre la mesa con lujo de detalles (“EL Cisne Negro”, “NOÉ”), pero sabe también que cuando la historia que ha de contar, se desarrollará en un espacio conformado por dos habitaciones, dentro de una casa de un segundo piso y con cuatro escasos actores, pero con movimientos precisos de cámara, con los acercamientos al objetivo cuando se precisa (los “Close up”, para los planos detalles), o cuando hay que sacarle algo de adentro del alma al personaje (sus actores todos), los pone a que gesticulen como a nosotros sus lectores de imagen allí en la sala nos interesa, obligándonos a amarlos y/o, obligándonos a aterradoramente a odiarlos. Lográndolo con cada proyecto que convierte en una película como esta, que lo tiene todo.

Él sabía que esta película era una obra de teatro, pero supo convertirla en una película perfecta, pues nos hizo meternos tanto en su personaje central, ese profesor que a causa de la muerte de su amante, dejó de ser un hombre perfecto para convertirse en un ser deforme con cerca de 270 kilos de peso, que no quería en la vida más que recuperar para su tranquilidad el amor de su hija abandonada desde niña y renegar de todo tipo de creencias, hasta hacernos cómplices de sus decisiones y deseos, poniéndolo en escena en miles de situaciones difíciles, aunque no buscando de nuestra parte jamás, la manifestación cursi del apoyo sensiblero de lástima hacia él, pues siempre aprendimos sin tener ninguna relación directa con ese desconocido profesor, a ser sus fieles admiradores. He ahí el valor de la genialidad de este director que años atrás nos regaló cintas como “Pi, el orden del caos”.

BRENDAN FRASER, el actor

Su primer trabajo en cine fue un pequeño papel en Dogfight, protagonizada por River Phoenix y estrenada en 1991. En 1992 encabezó el reparto de School Ties, junto a Matt Damon, Ben Affleck y Chris O’Donnell. En 1994, protagonizó dos comedias: With Honors, junto a Joe Pesci, Airheads, con Steve Buscemi y Adam Sandler y The Scouts junto a Albert Brooks, dirigida por Michael Ritchie. Tras breves apariciones o cameos en algunas producciones cinematográficas, en 1997 se estrenó George of the Jungle (Tarzán), dirigida por Audrey Wells. La película sumó 174 millones de dólares en todo el mundo.​ Houston Chronicle publicó que «Fraser es lo que hace que esto realmente funcione».​

Al año siguiente, participó en el drama Gods and Monsters, junto a Ian McKellen. La película recibió buenos comentarios.​ En 1999, coprotagonizó con Alicia Silverstone la comedia romántica Blast from the Past, dirigida por Hugh Wilson. En 1999 se estrenó la cinta de aventuras La momia, coprotagonizada por Rachel Weisz y dirigida por Stephen Sommers, en la que interpreta al legionario Rick O’Connell. La película recaudó 416 millones de dólares internacionalmente.​ Ese mismo año protagonizó con Sarah Jessica Parker Dudley Do-Right, también dirigida por Wilson. Con un presupuesto estimado de 70 millones de dólares, solo consiguió sumar nueve millones en Estados Unidos,​ y no recibió críticas favorables.​

Fraser en 2009

A principios de la década de 2000, participó con Elizabeth Hurley en la comedia Al diablo con el diablo, remake de Bedazzled, película británica de 1967.​ En ella interpreta a un hombre poco exitoso que vende su alma al diablo. En el año 2000 prestó su voz en la cinta animada Sinbad: Beyond the Veil of Mists. En 2001 retomó el papel de Rick O’Connell en la segunda parte de La momia, The Mummy Returns. La película, que recaudó 433 millones de dólares a nivel global, se convirtió en la producción más taquillera de su filmografía.

En 2002 interpretó a Alden Pyle en The Quiet American, junto a Michael Caine, dirigida por Phillip Noyce y basada en la novela de Graham Greene. Roger Ebert escribió que había «maravillosas interpretaciones (por parte de Caine y Fraser) en la película».​ También en 2002 se estrenó Looney Tunes: De nuevo en acción, proyecto que combina animación e imagen real. En 2004 participó en el drama coral Crash en el que interpretaba al fiscal del distrito de Los Ángeles. Obtuvo el Premio del Sindicato de Actores al mejor reparto, premio que compartió con Matt Dillon, Don Cheadle, Sandra Bullock y Ryan Phillippe, entre otros. Hollywood Reporter señaló que los espectadores tenían que disfrutar de las «excelentes interpretaciones de un reparto realmente comprometido con la causa». Crash fue la ganadora del Óscar a la mejor película, al mejor montaje y al mejor guion original.

En 2007, Fraser participó en el drama The Air I Breathe, junto a Kevin Bacon, Sarah Michelle Gellar y Andy García. La película no recibió buenas críticas.​ En 2008 protagonizó dos superproducciones: Viaje al centro de la Tierra, en la que también intervino como productor, y La momia: la tumba del emperador Dragón, junto a Jet Li y Maria Bello en reemplazo de Rachel Weisz en el personaje de Eve Carnahan.​ La película no fue bien recibida por la prensa especializada,​ pero recaudó 401 millones de dólares en todo el mundo.​

Fraser en 2011

En 2008, interpretó a Mortimer Folchart en Inkheart, basada en la novela homónima de Cornelia Funke y dirigida por Ian Softley. En 2009 hizo un cameo como el sargento Stone en G.I. Joe: The Rise of Cobra, de Stepen Sommers.​ En 2010 protagonizó con Harrison Ford el drama médico Extraordinary Measures.​ Entertainment Weekly publicó que «Fraser trabaja muy duro para dar vida a un padre devoto, es realmente difícil no poder arraigarse en él».​ El 30 de abril del mismo año se estrenó la comedia dirigida por Roger Kumble, Furry Vengeance, en la que interpreta a un agente inmobiliario. No recibió el apoyo de público y crítica.​

Ya está demostrado entonces que es capaz de interpretar cualquier papel con este reto y muy probablemente este 10 de marzo próximo, entrada la noche en la ceremonia de la Academia, esté recibiendo el Óscar que lo cotizará mucho más para cobrar lo que se merece en sus nuevos proyectos. Miraré de reojo a Austin Butler, el joven que hizo perfecto el Elvis Presley que vimos nuevo en la cinta “ELVIS”, de Baz Luhrmann, a quien ya, yo le había entregado el premio, porque de verdad este actorazo, me dañó mi apreciación inicial. No le dejaré ver a Austin Butler mi calificación final.

Lástima que la película no tenga la misma publicidad de “Ávatar”, para que acudan más espectadores a las salas comerciales para ver esa joya (“La ballena”) pues sé, su director, James Camerun, cuando se entere esa noche que el Óscar es para Darren Aronofsky, lo aplaudirá con el respeto que los méritos obligan.

Se acordarán de mí.

Artículo anterior
Artículo siguiente

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Más articulos