Fundado el 9 de febrero de 2020
LUIS FERNANDO CARDONA
Director Fundador

CiudadLa bohemia pereirana sigue viva

La bohemia pereirana sigue viva

Después de haber hecho un recorrido por los rincones musicales de mi Pereira de antes debo reconocer omisiones involuntarias pero significativas, advertidas gracias a algunos de mis «jóvenes» lectores que regresaron en el tiempo para evocar los sitios ignorados en mi anterior columna. La más sensible por su importancia y por haber sido quizás el lugar más icónico y representativo de la música en vivo es «La Victrola», en el sector de Invico. Decenas de artistas nacionales y extranjeros nos deleitaron por años con sus melodías. También olvidé mencionar, quizás porque la danza no fue nunca un atributo para mí, al «Club Bancario» y al «Quiramá», dos de los grandes bailaderos del centro de la ciudad.

Luego de este mea culpa me adentro en esta segunda entrega con la que pretendo hacer otro recorrido por los sitios que hacen parte de la actual oferta musical de los pereiranos. La que está vigente, aquella que podemos disfrutar todavía. Es común escuchar entre los mayores de 50 años que en Pereira no quedan sitios agradables y confiables para la diversión musical. Quiero demostrarles que están equivocados y que si se esmeran por salir en busca de la bohemia trasnochadora de la «querendona» se llevarán gratas sorpresas.

Empezaré con los lugares más céntricos. «El Baúl de los Recuerdos» en la novena entre 27 y 28, exquisito sitio para ver videos y escuchar baladas y los fines de semana para bailar el chucu chucu de antaño. La «Puerta de Alcalá» en la misma esquina y la «Ponceña» en la 27 con quinta, santuarios ambos de la salsa, de la música caribeña y de los ritmos del Pacífico. «Ramfis» en la sexta con 24 y «La Oficina» (en la novena con 22) que conservan fogoso el espíritu de la balada; el «Rincón clásico» (en la segunda con 22) que a prueba de incendios y de años se ufana de ser el bar más antiguo de la ciudad. El «Pavo» (en la quinta con 23) donde se vende la cerveza más barata de la ciudad y se mezclan sin rubor gentes de todas las edades y todos los ritmos musicales. Diagonal a Sanandresito, sobre la octava, se encuentra uno de los templos del tango: el «Rincón Porteño» que junto con «La milonguita» (en la séptima entre calles 25 y 26) conserva vivo el espíritu de este ritmo musical.

Algunos lugares mezclan hábilmente la gastronomía con la música. «La Ruana» —en la circunvalar con 12— es quizás el más visitado por los turistas y le añade un toque deportivo a su oferta con su pantalla gigante para ver partidos de fútbol. De similares características es el «Mirador de las Camelias» en la variante de la Romelia en Dosquebradas. Y es precisamente en ese municipio donde proliferan alternativas para una noche rumbera: el «Matorral», «Mama Rumba», «Paradise» y algunos más hacen parte de nuevos espacios que desafortunadamente se alejan más cada día de los ritmos de antaño para fusionarse con las modernas bullarangas. En este capítulo cabe la «Quinta Porra» en la zona de Belmonte.

En el CC La Arboleda apareció hace pocos años «La Obra», un espectacular sitio especialmente adaptado para conciertos en vivo, que sobrevive a pesar de la pandemia y que se ofrece como uno de los íconos musicales de la ciudad.

Y para concluir esta revista mencionaré dos clásicos infaltables, el primero muy añejo y conocido como es «Remembranzas» en la vía a Armenia donde se conserva el sabor tradicional de la bohemia pereirana y el segundo algo escondido, esquivo y poco célebre (por fortuna) como es «Tijuanaco», santuario de la música selecta y de conocedores (les dejo el reto de encontrarlo).

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1 COMENTARIO

  1. Bueno, evidenciaste que efectivamente las posibilidades son muchas, lo que hay que hacer es salir y explorar.

    Gracias por tu recorrido bohemio, muy chévere!

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