En estos días escuchamos al alcalde de Pereira anunciar que gracias al buen comportamiento del pago de los ciudadanos en el predial se había recaudado la cifra histórica de 193 mil millones al 31 de mayo, el cual equivalía al 96% del recaudo proyectado para la vigencia 2023. Esto quiere decir que a pesar de haberse incrementado de manera exagerada impuestos como el predial, los ciudadanos seguimos siendo responsables en el comportamiento de pago porque creemos que pagar impuestos es de gran importancia para el desarrollo y el bienestar de los pereiranos, por tal motivo se adicionaron para el presupuesto de esta vigencia mediante acuerdo No 10, cerca de 89.000 millones adicionales producto de este buen comportamiento de los ingresos. De igual manera el burgomaestre complementó su declaración diciendo que este recaudo es de gran importancia para las obras que requiere el municipio, situación que en teoría y desde los objetivos de la hacienda pública y el recaudo de tributos no se aleja de la realidad. Sin embargo diferimos enormemente en la práctica ya que en la ciudad de Pereira esto difícilmente se asemeja a la eficacia de la función pública, ya que en estos cuatro años, las obras de inversión planificadas en los 17 proyectos estratégicos anunciados por la administración han sido un completo fracaso, donde difícilmente algunos logran superar el 50% de ejecución, hablamos de proyectos como la primera fase de la vía de Los Colibrís donde con dificultad en estos cuatro años el alcalde podrá llegar a un 80%, situación que obedece a la mala planificación, gestión predial, cambios en los diseños de la antigua via Sur Sur, donde se incorporaron nuevos predios que sin razón lógica fueron adquiridos con grandes sobrecostos a los planificados. De igual manera con insistencia, al alcalde le interesó dejar contratada la segunda fase de dicha vía sin haber terminado la primera, dejando al municipio empeñado con vigencias futuras, acto de irresponsabilidad del Concejo municipal, premiando al mal estudiante por haber perdido el año. Lo mismo ha venido sucediendo con proyectos como el Malecón rio Otún y muchas obras prometidas en campaña a los pereiranos que nunca se pudieron ejecutar. Sin embargo lo que el alcalde sí ha venido ejecutando de manera eficiente e irresponsable es la suscripción exagerada y desmedida de contratos directos de prestación de servicios donde al cierre de ley de garantías y registrados hasta esta semana en el Secop se habían contratado unos 4.395 contratos de servicios, solo del ente central municipal, faltando el registro de unos 1.000 contratos adicionales de los institutos descentralizados. Estos casi 6.000 contratos le pueden estar costando cerca de 15.000 millones de pesos mensuales salidos del bolsillo de los pereiranos, Donde muchos de ellos se deben a pagos de favores políticos en tiempo electoral. El incremento de dicha contratación es desmedida y vergonzosa, donde la pregunta que nos hacemos todos es, ¿Esta es la forma como se activan las maquinarias en tiempo electoral para compensar la pobre gestión pública y el desgaste de la administración?, ¿dónde están los órganos de control, estériles e inoperantes que frente a sus narices se hacen de oídos sordos ante tal desproporción? Esperamos que los pereiranos despertemos ante tan vergonzosa situación, y que estos abusos con el presupuesto público, donde se constriñen y extorsionan a los contratistas para mantener el statu quo de unos pocos, sea castigado por los pereiranos en las urnas, ya que muchos callan, entre ellos muchos medios de comunicación acomodados al sistema, haciéndose de la vista gorda.