OJO CON EL CINE (Cine para EL OPINADERO)
Está en cartelera, en Cine Colombia. Una película que puede verse sin problemas. Una historia sencilla de leer, fresca, aunque llena de guerras y violencia, no es hostigante, al contrario, como es hecha por mujeres, ellas, que son muy refinadas y pulcras (la mayoría de las veces), se cuidan mucho por no fastidiar con excesos al espectador refinado y al pulcro. Entretenida, funcional, inspirada en las mujeres guerreras (verracas) de los siglos 18 y 19 y basada en Hechos reales, como lo cuenta el “Press-book” y la publicidad del afiche.
Cuenta la ficha técnica del filme que la dirige Gina Prince-Bythewood y la protagonista es la tenaz Viola Devis, quien hace de Generala de es ejército de valientes combatientes.
Sus palacios, aunque se ven a veces reducidos en espacio, son perfectamente fotografiados por la cámara en mano de Polly Morgan, las calles de la época y el ambiente de ese territorio lleno de calor y habitantes de color, son provocadores de un sofoco intenso; inconscientemente, también por las bellas imágenes capturadas por esta extraordinaria directora de fotografía. Inolvidable será la música que le propinó a la película Terence Blanchard, que la nutre de ritmos afro y tambores nostálgicos que se arrullan con el viento interno de los instrumentos llenos de aire que reinan en la ambientación de la cinta y de la historia.
Y qué decir del ritmo de la película, avasallador, dinámico, fluido, que anima a no sentir el tiempo que dura la historia y que permite al espectador estar atento a ella de principio a fin.
Raro que ambientada en África, no se sienta ese territorio en su inmensidad y los animales que aparecen son pocos, como si la extinción de los mismos ya fuese un aterrador hecho y algunos planos, llena de planos medios, a veces la encierran, la reducen.
Me preocupa algo que puede no preocuparle a muchos (y a muchas), que la fortaleza de la película pareciera estar no en la valentía de las guerreras, sino en el romance de telenovela de una bella negra con un elegante blanco, muy propio de los productos hollywoodienses, volviéndola peligrosamente en un cliché de película “taquillera”.
Lamentablemente a veces, los personajes históricos de la historia se tornan en héroes no reales, convirtiendo la película en una película NO BASADA EN HECHOS REALES sino en una película fantástica y las peleas, siendo ricas en coreografía, con muy buenas tomas de conjunto coreográfico, a veces nos remiten a las que en los años setentas y ochentas nos regalaron los karatekas y Kung Fú.
Un crítico amigo dejo: “Esta película de acción escrita, dirigida y protagonizada por mujeres, propone un potente mensaje feminista, sin descuidar los elementos propios del cine de género con aspiraciones masivas”.
La mujer rey (The Woman King, Estados Unidos/2022), se dio el lujo de contar con este elenco de lujo: Viola Davis, Thuso Mbedu, Lashana Lynch, Sheila Atim, Hero Fiennes Tiffin y John Boyega.
Viola Davis es la generala Nanisca, lideresa de las Agojie, un ejército de Amazonas eximias en el arte del combate. Más allá de un traumático pasado que iremos apreciando y desentrañando a partir de algunos breves “flashbacks”, se dedica a formar nuevos cuadros para luego enfrentar a hombres feos, sucios y malos en el campo de batalla. Para complicar más las cosas, debe sortear unas cuantas intrigas palaciegas para mantener el apoyo del rey Ghezo (John Boyega) y evitar las constantes manipulaciones de algunas de sus esposas.
Si Davis es la voz de la experiencia, su contracara, su opuesto complementario será Nawi (la ascendente Thuso Mbedu), una joven que evita un casamiento arreglado con un hombre golpeador (sí, el 99% de los personajes masculinos son de temer) y es admitida en el sector del palacio al que solo pueden acceder las mujeres que renuncian a casarse y ser madres para convertirse en expertas luchadoras. La muchacha, que no sabe ni siquiera manipular una simple soga, a los pocos minutos se convertirá en una extraordinaria combatiente, pero -admitámoslo- estamos en medio de las convenciones hollywoodenses.
Más allá de esas simplificaciones y de otros subrayados, Gina Prince-Bythewood, la directora, la misma de La vieja guardia (con Charlize Theron y Kiki Layne), se muestra muy dúctil a la hora de concebir verdaderas coreografías para coloridas ceremonias tradicionales, implacables entrenamientos y batallas épicas contra los sádicos reinos enemigos y los esclavistas europeos. En este sentido, sí, la abrumadora presencia femenina delante y detrás de cámara (desde la directora de fotografía hasta la editora, son mujeres) permite romper unos cuantos techos de cristal con un profesionalismo que nada tiene que envidiarle al establishment masculino.
La guionista Dana Stevens (la idea original es también de la actriz María Bello) no dejó tópico políticamente correcto sin abordar y en ese terreno se advierte una tendencia a tildar cada aspecto del empoderamiento, revanchismo frente a los abusos masculinos y exaltación del heroísmo femenino. Si la película dilapida algo de profundidad por ciertos estereotipos, los compensa con creces a partir de una solidez narrativa y un despliegue visual incuestionables. Así, con muchos más hallazgos que carencias, La mujer rey termina siendo una bienvenida rareza en una industria audiovisual que claramente está buscando modernizar sus miradas y sus historias.
Se la recomiendo a todo el mundo y si de pronto en nuestro medio hay racistas, que no conozco ni uno, con más razón, se las recomiendo.
Excelente comentario de un experto en cine. Despertó en mi el interés de difundir esta especie de proeza femenina del séptimo arte, y por supuesto de verla no una sino varias veces, para tomarle el sabor que le supo imprimir el GEROOS de la prensa. Gracias por su artículo, es bien real y contundente en su contenido