NYDIA BELTRÁN ALZATE*
En días pasados un candidato a la presidencia de Colombia dijo que “(…) las mujeres sólo estaban buenas para estar en las cocinas (…)”. Mirando la historia, encontramos una gran cantidad de mujeres que han demostrado que, además de estar en la cocina, se pueden dar el lujo de contribuir al desarrollo de la humanidad y no estoy exagerando. Al igual que muchas mujeres de nuestra cotidianidad, que con su sencillo trabajo contribuyen a la economía del país y al sostenimiento y cuidado de su familia.
Vamos a ver algunos ejemplos: Marie Curie (1867 – 1934), Coco Chanel (1883 – 1971), Virginia Wolf (1882 – 1941), Rosalinda Franklin (1920 – 1958), Ana Frank (1928 – 1945), Frida Kahlo (1907 – 1954) y en Colombia Policarpa Salavarrieta, Ángela Camacho una pionera en física, Sonia Osorio, fundadora del Ballet de Colombia, Adriana Ocampo, una de las científicas más famosas en el mundo; María de los Ángeles Cano Márquez, (1887 – 1967), más conocida como María Cano, política y escritora que además abogó por los derechos de la clase obrera; Débora Arango, (1907 – 2005) quien para la época fue una verdadera revolucionaria en el mundo del arte y a Virginia Gutiérrez de Pineda, (1921 – 1999) antropóloga y socióloga quien a lo largo de su carrera se dedicó a investigar y escribir sobre la familia y la cultura en Colombia.
A lo largo de la historia, las mujeres han sido protagonistas, no solo en hitos que han quedado consignados en los libros o que le han sido merecedoras de reconocimientos, premios. También porque en su círculo más cercano, han logrado superar cualquier obstáculo, considerando los impuestos por razones de género.
Sofía, una mujer del común de nuestro país, se despierta muy temprano en la madrugada, se levanta de su cama; entre sus tareas diarias está la de preparar el desayuno y el almuerzo que empaca en las loncheras de los niños, la de su esposo y la suya, sabe que tiene que apurarse para llegar a tiempo y alcanzar el transporte que la lleva cerca de su lugar de trabajo, va tranquila, su mamá le colabora recogiendo a los niños cuando salen del colegio y los cuidará hasta que ella regrese en la tarde-noche; en su trabajo da todo su conocimiento y energía, siempre lo ha hecho y lo hará, también sabe que la empresa busca nuevo personal para su área de trabajo y que sí llegaren a contratar a un hombre, él devengará un mejor salario que ella o que sus compañeras.
Marie Curie, cuyo nombre completo era Maria Salomea Sklodowska-Curie, fue una física y química polaca nacionalizada francesa, fue la primera persona en recibir dos premios Nobel en distintas especialidades: Física y Química. También fue la primera mujer en ocupar el cargo de profesora en la Universidad de París, fue sepultada con honores en el Panteón de París por méritos propios en 1934. Trabajó con su esposo el físico francés Pierre Curie. Ella, Marie Curie es conocida por su descubrimiento de los elementos químicos radio y polonio; su muerte es atribuida a la larga exposición al radio, sus descubrimientos ayudaron a crear los tratamientos de quimioterapia contra el cáncer y los rayos X.
Cuando tenemos resultados de alguna prueba médica y nos dan un valor negativo en esos exámenes, pero además nos informan que se tienen alternativas de tratamientos contra la temida enfermedad del cánce,r sea quimioterapia o radioterapia, debemos agradecer a mujeres como Marie Curie que no solo se casaron, tuvieron hijos sino que trabajaron y trabajan en todos los ámbitos del conocimiento ¿Qué sería de nuestra sociedad actual si no existieran estos tratamientos?
Tanto Sofía como Marie Curie son ejemplos de perseverancia, amor y muchas otras cualidades de mujeres que trabajan para alcanzar sus metas, ya sean profesionales, científicas o para lograr una mejor educación y bienestar para sus familias. La historia de Sofía es la historia de cientos, de miles, inclusive de millones de mujeres que trabajan en todas las ciudades y campos de nuestro país.
Afirmar que debemos estar en el hogar y hacer las cosas desde la cocina es desconocer los logros alcanzados por tantas mujeres que luchan incansablemente para que seamos una mejor sociedad, un mejor país.
No nos dejemos intimidar con los gritos vociferantes de algún personaje que espera imponerse con comentarios a partir de “golpes” de opinión, bastante violentos en sí.
Mujeres, nosotras somos mayoría y tenemos la capacidad de decisión, que debe ir acorde a la protección de los derechos que tanto trabajo nos ha costado obtener.
*Contadora pública titulada Universidad Cooperativa de Colombia.