Fundado el 9 de febrero de 2020
LUIS FERNANDO CARDONA
Director Fundador

ActualidadLa Partitura de nuestra existencia

La Partitura de nuestra existencia

El cuerpo humano es rítmico por naturaleza. Es el concierto permanente de nuestra existencia. El bombeo del corazón, sístole y diástole, el flujo continuo a través del torrente sanguíneo, la entrada y salida de aire, hacia y desde de los pulmones, la temperatura corporal, el crecimiento del cabello, la energía que transmitimos, todos estos procesos biológicos se constituyen en signos musicales, las notas internas que dan vida a la partichela de la obra humana.

Si silenciamos nuestra mente y conectamos con nuestro Ser interior, podremos ser conscientes de la orquesta natural que todos, sin excepción, somos. No obstante, este común denominador, adicionalmente cada persona entona su propia partitura, de acuerdo a su sistema de creencias, conforme a la manera en cómo aprendió o no a administrar sus emociones.

Las emociones son la respuesta instintiva que percibimos al momento de interactuar con el mundo. Surgen a consecuencia del intercambio personal que realizamos con el entorno y, como generalmente ocurre, al no observarlas con detenimiento y atención, se convierten en la sentencia que dictamina la manera en cómo nos sentimos.

Aquello que nos sucede genera de inmediato una emoción. Su interpretación – la forma de asimilarla – crea el pensamiento que a su vez configura el sentimiento que da origen a un estado vibracional que por hábito se traduce en nuestra personalidad y en esas acciones que a diario realizamos, por ende, en lo que logramos o no alcanzar. En otras palabras, somos el stradivarius que finamente interpreta las notas de la partitura de nuestra existencia.

La canción que entonamos en la vida no es la que culturalmente nos tocó sino la que nosotros mismos hemos decidido interpretar, de donde se concluye que nuestra labor es la de crear pensamientos (notas) que nos conduzcan a tener sentimientos (melodías) agradables, re calibrando así la energía, a fin de sintonizar armónicamente con todo lo bueno que el Universo (La gran sinfonía) nos ofrece.

Esta es mi oración diaria, el playlist de mi vida, la melodía que procuro interpretar y que siempre deseo entonar, mi manera de sintonizar con una frecuencia (melodía) superior, con la Fuente de abundancia de la que todo emana. Al calibrar mi energía con ella, soy el Director de mi propia orquesta, soy ella y ella soy yo, somos el todo. Es cuestión de aprender a administrar las notas de nuestras emociones desde el auto equilibrio que posibilita el pensamiento adecuado – desde el sonido, no desde el ruido – desde el amor para conmigo y mi entorno. El amor convierte el viento en canción.

*Director de Cultura de Risaralda

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Más articulos