En la extensa exposición de motivos de 218 páginas al proyecto de reforma tributaria muestra el resultado que tiene proyectado en la política fiscal el Índice Gini, que es un método más utilizado para medir la desigualdad. Es una herramienta analítica que suele emplearse para medir la concentración de ingresos y consumo entre los habitantes de una región, en un período de tiempo determinado; muestra también cómo se aleja la economía de una distribución perfectamente equitativa.
El sistema tributario colombiano es poco progresivo, en este sentido las personas con un ingreso superior al promedio de la economía tributan en menor proporción a su ingreso. Esta explicado por las múltiples exenciones y beneficios tributarios que les favorecen de manera más que proporcional con respecto al resto de la población.
La asignación de subsidios presenta problemas estructurales de focalización. Información del DNP para 2015 muestra que la bolsa agregada de subsidios en Colombia se distribuye homogéneamente entre hogares ricos y pobres, afectando la capacidad redistributiva de la política fiscal e impide un mayor efecto del gasto público sobre la equidad. Al analizar la distribución del gasto por quintiles de ingreso, encontramos que el 20% de la población con mayores ingresos recibe en promedio más subsidios que los quintiles dos y tres, siendo el mas representativo y gravoso el gasto en asignación en el sistema de pensiones con el 50,8%. El gasto público diseñado para entregar recursos a las familias y personas pobres y en pobreza extrema, se ha canalizado por medio de transferencias monetarias a Familias en Acción, Jóvenes en Acción y la población de más edad a través de Colombia Mayor. Medidas que son efectivas y necesarias en el corto plazo.
Colombia tiene un índice Gini de 0,513 para el año 2015 y Finlandia de 0,27. ¿Por qué la diferencia? La explicación es sencilla. En los países desarrollados sus habitantes ricos pagan impuestos, y no reciben subsidios, y los pobres reciben subsidios y pagan muy pocos impuestos. En Colombia los ricos reciben subsidios y los pobres pagan impuestos, además esta reforma tributaria es un golpe mortal a la clase media y contradice lo expresado en la exposición de motivos. Parte de nuestro problema de la desigualdad es la mala asignación de recursos. En Colombia existen 69 billones de pesos anuales en beneficios tributarios a las grandes empresas. El dinero que se le entrega a los hogares a través de programas Familias en Acción, Jóvenes en Acción y ahora con el “Ingreso Solidario”, que es el resultado en buena medida de IVA pagado previamente.
El gobierno de Biden tiene proyectado presentar una reforma tributaria que buscará que las grandes y multimillonarias corporaciones paguen más impuestos, inclusive obligaría a muchas empresas a repatriar billones de dólares, como también obligaría a tributar a empresas como Amazon que se encuentra dentro de las 91 gigantes compañías que han evitado el pago de impuestos en los últimos años. Tiene como fin disminuir la brecha con la población mas pobre, mejorar la infraestructura, inclusive llevar internet a cero costos al sector rural. En nuestro país el mundo es al revés, pues esta reforma tiene proyectado IVA a internet al estrato 3.
La reforma muestra ambientes y compara un “Escenario Inercial”, en el que se hace nada, es decir sin reforma tributaria, con otro llamado “Escenario proyecto de ley”, donde muestran los impactos que tendría en el índice Gini, siempre que se cumplan todos los modelos los supuestos macroeconómicos. En el 2025 en ambos escenarios los resultados son de 0,546 y 0,467, y en el 2030 de 0,532 y 0,437. Un mejor del índice Gini resultaría si todas las variable salen como espera el gobierno, la distribución del ingreso mejoraría, pero sujeto al cumplimiento a rajatabla de los modelos macroecónomicos.
Pero difícilmente se lograrán porque a lo largo del proyecto de reforma se crea la expectativa de que un porcentaje importante de rentas con esta destinación específica, es decir, irán para transferencias sociales. Todo si se cumplen, repito de nuevo, las proyecciones macroeconómicas. Una vez que la reforma se apruebe el gobierno bien puede destinar el dinero a gastos inoficiosos, a cumplir con la “mermelada”, etc.
Es bueno hacer una discución sobre la equidad en materia fiscal, pero es indudable que el camino tomado por el proyecto de reforma tributaria es equivocado. Con estas medidas será muy difícil que se reduzca el indicador Gini en Colombia, somos uno de los países con el peor índice de distribución del ingreso.
Ahora bien, el número de hogares pobres todavía no es claro, hay que esperar al DANE que publique las cifras de pobreza y de pobreza extrema de 2020. Además se debe focalizar con precisión la población beneficiaria. Esto lleva un tiempo vital para la gente, debido a que existe un tiempo entre el pago de IVA y la devolución.
Los ingresos laborales van a disminuir con esta reforma tributaria en la clase media porque va a tributar más. Una reforma que realmente busque la equidad tendría que crear e impulsar inversiones importantes que lleven a disminuir el Gini en el mediano y largo plazo son: 1) Con políticas activas de empleo que fomenten un mercado de trabajo eficiente, productivo y competente. 2) Cobertura deservicios públicos con alta calidad en salud, domiciliarios, de internet, etc. 3) Acceso integral a una excelente educación desde la primera infancia hasta la universitaria. Una deficiente educación es una de las principales causas de la desigualdad de ingresos relacionada con la empleabilidad. 4) Transparencia política e institucional. 5) Equidad de género.
La mejora real del indicador Gini con medidas de largo plazo son débiles, y ello se muestra en artículo 33 del proyecto de reforma tributaria, que fija límites al gasto del nivel nacional entre el 2022 y 2026, con un máximo de la meta de inflación esperada de cada año. Solo la Fuerza Pública y las plantas de personal de entidades que disminuyan sus contratos de prestación de servicios en el mismo valor que implique la modificación de la planta de personal, se exceptúan de esta norma. El panorama no es el mejor.
No olvidemos que no importa que el Ministro Alberto Carrasquilla no conozca de precios de los huevos, pero él si sabe cómo desplumar gallinas. Hay que tener mucho cuidado con esa habilidad.
no
Muy buena columna, en el ránking mundial del Gini estamos en la cola. Los únicos culpables son los corruptos super ricos. Risaralda no tiene ni uno de esos 5 grupos empresariales excentos. Con un poquito de sus billonarios utilidades el indicador se acerca a Finlandia