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SaludLa ruta del Quijote

La ruta del Quijote

Por: Martha Rotavista

Crecí con mis abuelos, eso ya se los había contado y también que los quería tanto que les decía papá y mamá. Pues bien, mi abuelo Víctor era un gran lector, siempre me habló de muchos libros, pero desde mi niña me contaba cosas de uno en particular, así que cuando me tocó la hora de leerlo en el colegio, lo devoré, así sin más. Se trataba del        Quijote.

Papá nunca viajó mucho, en su tiempo no se lo pudo permitir, desde muy joven comenzó a trabajar en las minas de oro de Riosucio como químico, oficio que aprendió viendo, ya que no pudo terminar su bachillerato y tampoco ir a la universidad, sin embargo, a las minas siempre llevaba un libro y cuando tenía tiempo le ‘echaba mano’ y lo leía en pocos días.

Sin salir del pueblo recorrió el mundo, viajó a Alemania y se enteró de los pormenores de la guerra, a Francia donde aprendió sobre los derechos humanos, conoció sobre los vikingos, disfrutó los tangos y escuchó bandoneones por Caminito en Argentina, se enteró sobre las Cruzadas y obviamente hizo (y varias veces) en su mente, la ruta del personaje de su libro, la ruta del Quijote.

Eran charlas de tardes enteras donde (me parece escucharlo) me contaba sobre los molinos y los paisajes que se veían en algún lugar de España, hablaba de unos amores en la Ruidera, que hace poco descubrí que no son más que unas espectaculares lagunas, que de verdad pueden enamorar hasta el más insensible de los mortales…

Ahora, muchos años después, hice una parte de esa ruta que papá me mencionaba y lo recordé muchísimo; siempre he sentido que mi vida sin él no es del todo completa, pero en ese momento agradecí que se hubiera ido…

Entendí de alguna manera porqué ese libro le marcó tanto, en el fondo él tenía ‘alma quijotesca’, creía en la libertad, la humildad y la belleza, decía que no había peor cosa que ser desagradecido (en el fondo creo que es una de las enseñanzas de ese clásico), en fin, en cierta medida papá confiaba que todas esas cosas pudieran existir de verdad.

Después de guerras mundiales, conflictos religiosos, crímenes por diversidad sexual, de género o cultural, parece que esos valores, que estaban inmersos en el Quijote, se hubieran perdido con el tiempo. Aquí ya no vale la frase de “ladran Sancho, señal que cabalgamos”, porque hace rato muchos parecemos ladrándole a la luna, en un país a veces sin eco y sin justicia.

La ruta del Quijote me revivió recuerdos…

“En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme”, es tal vez la frase más popular de la literatura. Mientras esta sigue resonando en las aulas de clase, yo quisiera al igual que él, pensar que con ponerse una armadura se pueden buscar los sueños y que podemos encontramos amigos de verdad en el camino…

Quisiera pensar que en ese ‘lugar de la Mancha’, ese que queda en Latinoamérica y que tiene dos océanos, la única mancha que hay es la locura, porque las otras (violencia, corrupción, pobreza) se desvanecieron entre atardeceres y besos de Dulcineas, Dulcineas libres, fuertes y sin miedo, de esas que quieren existir, pero aún no las dejan.

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10 COMENTARIOS

  1. Soy soñadora, el Quijote es mi libro favorito. Siento muchas emociones y a pesar de aquellos que quieren destruir esos molinos de viento,! creo que el mismo sopla para todos y hay que dejarse envolver de esa maravillosa locura que nos hace soñar y muchas veces llorar. Gracias mi querida Martica, un enorme abrazo.

    • Mi Sol así es, es un libro hermoso, en el que el protagonista es un gran soñador. Vale la pena tener algo de esa locura. Fuerte abrazo

  2. «Cambiar el mundo, amigo Sancho, que no es locura ni utopía, sino justicia» eso es lo que uno siente leyendo a Martha Rotavista.

    Su narrativa describe al tiempo que acaricia. Produce un no sé qué de afecto en una invocación a la lectura.

    Remueve la sabiduría del Quijote que somos todos los que nos hemos empecinado en que aquí, en Colombia y en América Latina, sí podemos producir los cambios que nos lleven a justicia social y desarrollo sostenible.

    Un abrazo, Martita. Eres única

    • Muchas gracias por esas palabras y por siempre tenerme entre tus lecturas de miércoles. El Quijote fue un hombre loco pero sabio, ojalá pudiéramos contar con muchos como él

  3. Martita, déjame que en la distancia te de un Inmenzo Abrazo cargado de Amor Fraterno, Admiración Y Orgullo. Escribes en forma Magistral y Hermosa. Al leer esto que escribiste sobre “ La ruta del Quijote “y evocaste a tu Abuelo-Padre, sentí algo muy Grande y Especial en lo más profundo de mi Ser y también lo recordé con mucho Amor y mucha Admiración.Vinieron a mi Mente las palabras de un Gran Maestro, que tuve la fortuna de conocer quien decía : “ Es más difícil ser Señor que Doctor ,“y tu Abuelo-Padre, si que era un SEÑOR, Humilde pero GRANDE en su Sabiduría y te Amaba al Maximo Grado.Tu narración y tu evocación me generaron sensaciones de Alegria y Nostalgia al mismo tiempo. Si se sienten estas emociones quiere decir que el Escritor es Excelente. Abrazos.

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